JIM: "Cambiar de entrenador cada dos por tres es dar excusas al futbolista"

"Soy muy de flechazos. Manu Fuster, el chaval del Albacete, es un espectáculo. Me encanta De Blasis, del Cartagena. También cómo marca Viera los tiempos en Las Palmas. Y, sin duda, el liderazgo de Vicente Iborra en el Levante es impagable. La pasada temporada hubo un jugador, Edu Expósito en el Eibar, que para mí brilló especialmente", así responde Juan Ignacio Martínez (Alicante, 1964) cuando es cuestionado por su jugador preferido de Segunda. Su conocimiento exhaustivo, le convierten en una voz autorizada para echar un vistazo a cómo se presenta el último sprint: "El otro día estuve viendo el Albacete-Eibar y había mucha gente de fútbol que hablaba de la cantidad de enfrentamientos directos en la parte alta. A partir de ahora, por eso, sumar es básico. Si ganas mejor, pero si empatas, fíjate el Eibar; con 5 empates en los últimos 6 partidos, no ha ganado, pero sigue líder".

"¡Ufff!, el mazazo puede ser tremendo", suspira al preguntarle por el daño psicológico que sufrirán quienes se queden fuera del ascenso directo a última hora. Hay tres puntos entre el primer clasificado y el quinto. Faltan cuatro jornadas. "Albacete o Cartagena, ahora mismo máximos aspirantes a la sexta plaza, van a llegar en un estado emocional muy superior a los que dentro de cuatro domingos vean que se les escapó la oportunidad de subir y tienen que volver a pelearlo el miércoles. Va a ser duro. No es solo motivarse, es la sensación de asciendo "sí o sí" o esa palabra que no queremos nombrar, "fracaso". No debería ser así, pero el fútbol solo entiende de ganar y sino, que se lo digan a los entrenadores, o ganas o estás en la calle".

Con su corazón repartido entre varios equipos en la pelea por el ascenso, el que aparenta una situación más favorable, al haber superado ya todos los duelos directos, es el conjunto al que Juan Ignacio llevó a la Europa League en 2012. En el Levante debutó como entrenador en Primera y logró el premio Ramón Cobo a mejor entrenador de la Liga. Ahora, los granotas son terceros y el que fuera su exitoso preparador, solo pone una pega: "Lo único negativo son las bajas que tiene. En este momento de la temporada y con este sprint de cuatro jornadas, va a ser importante tener alternativas para buscar variantes y más ahora, con los cinco cambios". Manejar con acierto esas ausencias será clave para ascender directo porque "es un equipo muy fiable, con muchos jugadores de Primera División".

Respecto a Eibar y Las Palmas, destaca la importancia de mantener al mismo entrenador de la pasada campaña. Los de Garitano "cuentan con el factor Ipurua y, además, conocerse tan bien ayuda en partidos difíciles". Respecto a los de Pimienta, destaca la importancia de mantener sus convicciones porque "está en un momento de la temporada donde les cuesta ganar partidos y meter goles, el peligro es que le pueda generar dudas". Junto al Andorra, destaca a los amarillos como el equipo que mejor juega de la categoría: "Da gusto verles, están constantemente en campo rival, aunque sufren en las transiciones defensivas. Cuando pierden el balón, los rivales saben que les pueden hacer daño; pero cuando la cogen Viera, Moleiro, Pejiño o Sandro, su poder ofensivo es muy grande. Hay que estar convencidos del potencial y de que el campeonato se va a decidir al final".

Al Granada lo considera como "posiblemente la mejor plantilla, sobre todo por su amplitud de banquillo", una circunstancia que puede ser determinante en este último arreón. Mientras, ve al Alavés, como "el equipo más rocoso". Más allá de un resultado puntual, "se basa en mantener su fortaleza defensiva y sabe que tiene jugadores en ataque que le van a dar opciones. Tiene a Luis García, con mucha experiencia y que conoce muy bien la categoría. Por esa fortaleza atrás, en un playoff, sería de los más difíciles de superar".

Además de la parte alta, también sigue de cerca a su último equipo, el Real Zaragoza. "¡Sí, claro, por supuesto!", afirma de inmediato al preguntarle si le hubiera gustado continuar en el equipo maño. Concluyó su experiencia al terminar la pasada temporada, pero guarda a los blanquillos un cariño especial: "Me encontraba comodísimo, aunque el capi bromeaba diciéndome: '¡Míster qué suerte tienes que jugamos con el campo cerrado!', por el COVID. Llegamos con un déficit enorme de puntos, casi terminar la primera vuelta con solo 13 puntos. Algunos me decían que era un irresponsable por hacerme cargo, pero es una ciudad brutal. He dejado muchos amigos".

En ese momento, hace con una reflexión personal sobre cómo debe comportarse un entrenador cuando está pendiente de encontrar equipo. "Yo no he ido a verlo in situ porque este año me iba a pasar por Pilares, pero había un ambiente enrarecido con el equipo y no me parecía idóneo. Lo veía una falta de respeto", así de contundente se muestra. "Estuve dando una conferencia en el comité de entrenadores en Lleida y, al terminar, cancelé el hotel de Zaragoza y me volví a casa. En situaciones complicadas, creo que no hay que estar en el palco. A mí no me gustaría que me lo hiciesen, es una falta de respeto y de ética. Si estoy trabajando en otro club y voy a ver el partido, sin problemas. Pero si estoy en el paro, y más yo, que acabo de salir de ese club, es para decir: ¿este qué pinta aquí?" Una opinión que zanja con la siguiente afirmación: "La ética deportiva en el fútbol se ha perdido mucho. La gente que escuche esto pensará, el míster este está tonto. Que lo piensen, yo tengo una serie de valores y códigos en el fútbol que quiero respetar siempre". Por eso, "aunque no cabe duda de que ver un partido en directo es mejor, cuando he ido este año a alguno, he buscado la discreción. Si son equipos en situación complicada, los veo a través de televisión. Hoy en día tenemos muchos medios, se pueden ver de cualquier manera".

Tras este interesante inciso, volvemos a repasar la tabla. Al echar un vistazo a la parte baja, reclamamos su visión sobre la situación del Málaga. "Es difícil desde fuera opinar, pero lo que sí es cierto, por mi experiencia en el fútbol, es que el arranque es muy importante. Si empiezas con una dinámica negativa, eso de 'ganas cuatro o cinco partidos y te enganchas', no vale. Llevas ese déficit. Un ejemplo sería lo que ha tenido que hacer el Levante para recuperarse, 20 partidos seguidos sin perder, y aún está en la pelea. Además, ganar un partido en Segunda ya es muy difícil, así que imagínate cuatro o cinco seguidos". Respecto a lo puramente deportivo, "en mi opinión, el Málaga formó una plantilla con demasiado futbolista ofensivo. Todos los jugadores que llegan son para potenciar lo ofensivo y en Segunda División, también hay que cuidar mucho el aspecto defensivo porque es una categoría con partidos muy ajustados. Desde lo difícil que es hacer un análisis a distancia, creo que la plantilla del Málaga estuvo concebida desde un perfil muy ofensivo y cuando las cosas se complican y los resultados no llegan, cuesta hacerle ver al futbolista talentoso la importancia del repliegue o la transición defensiva". ¿Conseguirán los andaluces la salvación?: "Sería hacer una hombrada. Ha estado todo el año en la parte baja y aunque tiene una plantilla importante y una afición excelente, sería algo mayúsculo conseguirlo".

Tres entrenadores ha tenido el Málaga y también han sido habituales los movimientos en los banquillos de los ya descendidos Lugo o Ibiza. Cambios que no han surtido efecto: "Si lo escucha algún presidente, que tengan más paciencia con los entrenadores, que los entrenadores magia no tenemos. Si tenemos buenos futbolistas, tenemos más facilidad de ganar partidos, que no se le olvide a nadie. Nuestra mano sí que se va notando con el transcurso de las jornadas, pero no se puede estar cambiando entrenadores cada dos por tres porque con eso, al propio futbolista estás excusándole. Quien tiene que sacar las castañas del fuego, quien juega y quien gana es el jugador. El entrenador está para ayudar. Obviamente, si eres muy torpe y estás haciendo las cosas al revés, que te manden para casa, pero que tengan paciencia con los entrenadores".

A punto de concluir la entrevista, recordamos aquel DVD que nos hizo conocernos allá por 2007 en el Carranza y repasamos la inercia que suele llevar el equipo que viene de atrás, el cohete de la sexta plaza. "Había visto muchas veces al Albacete por la tele, pero cuando fui el otro día al Belmonte, me sorprendió la comunión que hay. El jugador presiona por todo el campo. Que nadie los menosprecie, no se confundan. Aunque cuente con muchos jugadores de Primera RFEF de la pasada temporada, son muy buenos y, sobre todo, están convencidos de lo que hacen", destaca de los manchegos. Por su parte, "el Cartagena es muy ofensivo y tiene capacidad para ser camaleónico, muta si es necesario. Luis Carrión mira siempre portería rival y tiene un jugadorazo como De Blasis que marca muy bien los tiempos del partido". Dentro de un mes, todo puede pasar en la liga más igualada.