Final polémico en Butarque: penalti por mano, 11 minutos de juego parado y varias rojas al banquillo
Gorostegui Fernández dejó jugar hasta el minuto 104. "El final del partido ha sido una capea", declaró Cuco Ziganda, entrenador del Huesca.

La reacción del Málaga ha propiciado que equipos que creían encontrarse en una situación más o menos cómoda ahora vean en entredicho su continuidad en la categoría. O, por lo menos, que tengan que sumar más para certificar la salvación. Es el caso de Leganés y Huesca, que se enfrentaron este sábado en Butarque en un encuentro que acabó con polémica y más allá del minuto 100.
Ganó el cuadro pepinero, que, con sus 49 puntos, adelanta en uno a los oscenses. Y consiguió el triunfo con un tanto de penalti que anotó Yacine Qasmi. Una pena máxima que sucedió en el minuto 86 (85:46 con más exactitud) al interceptar Jérémy Blasco con el brazo el remate de cabeza del central local Sergio González. Entre el análisis inicial del árbitro VAR (Prieto Iglesias), la posterior revisión del colegiado (Gorostegui Fernández) en el monitor, las protestas, el lanzamiento y la celebración se perdieron un total de ¡10 minutos y 45 segundos!
El encuentro se retomó en el 96:30, momento en el que la realización televisiva enseñó que se prolongaban diez minutos a la segunda mitad, tiempo algo inferior al que se había perdido solamente con la acción del penalti. En el minuto 104, el árbitro vasco señaló el final, al que se llegó sin la presencia de Cuco Ziganda, técnico del conjunto altoaragonés, expulsado por protestar. "No le he dicho nada, pero estábamos todos levantados y le he dado pie. Estaba fuera del área técnica reclamando y... me ha tocado a mí. ¿Estoy bien expulsado? Sí. ¿Que hemos hecho 20 lo mismo ahí? También. Es un error gravísimo mío porque la semana no estaré yo ni mi segundo", dijo en la sala de prensa. También vieron la roja directa Raúl Muñoz y David Monjo, preparador físico y delegado del Leganés, respectivamente.
Quejas por la mano
Cuco Ziganda también se mostró molesto ante los medios de comunicación por la mano que fue castigada como penalti. "No entiendo que estén tanto tiempo revisando, es un jaleo. Todos estamos diciendo lo mismo. Hay que darle una vuelta no solo a los siete minutos que ha tardado en mirarlo, sino a estos penaltitos, porque todos teníamos la idea de que se pitaban los penaltis claros".
"No estamos ni favoreciendo al fútbol, ni a los árbitros ni a los equipos con este tipo de situaciones que hemos provocado nosotros mismos con estas normas que hemos marcado. Hay que marcar algo que sea más objetivo y no de apreciación, porque también es un problema para los árbitros. Estamos inventando un nuevo fútbol con este tipo de historias y de normas, pero para mal. El final del partido ha sido una capea", finalizó Ziganda, que aseguró, también, que, pese a todo, la SD Huesca depende de sí misma para mantenerse en LaLiga SmartBank. Con una victoria la próxima semana ante la Ponferradina, los oscenses superarán la barrera de los 50 puntos que siempre se marca en Segunda División como aquella que garantiza la permanencia.