El colista acostumbrado a serlo de Segunda obra otro milagro y ya marca hasta desde el suelo

El Amorebieta de Jandro se suma a la moda de los milagros en el fútbol español. El equipo ya vivía acostumbrado a ser el colista de la clasificación y todo apuntaba a un descenso temprano. Sin embargo, los malos resultados de los equipos de la parte baja le dejaban con un aliento de vida. Aun así, la situación era crítica, prácticamente paralela a la que viven Almería o Granada en Primera División.

Tras la conclusión de la jornada 25, el Amorebieta era colista de la clasificación con solo 16 puntos y tres victorias en su haber. Entonces, estaba a nueve de la salvación, que seguía siendo una distancia salvable... siempre y cuando el equipo resurgiera. No daba la impresión de que así fuera. El Eldense, el Cartagena y el Racing venían de vencerles de forma consecutiva y los resultados seguían sin llegar.

Contra todo pronóstico, el Amorebieta logró un brillante triunfo frente al Elche, que pelea en la parte alta de la clasificación. Huesca y Albacete tampoco consiguieron sacar los tres puntos ante el colista, que poco a poco empezaba a ver la luz al final del túnel. Los triunfos ante Real Zaragoza y Andorra, otros dos de abajo, daban, ahora sí, vida de verdad.

Entre medias, caer ante el Leganés estaba dentro de la lógica, si bien los pepineros sumaron los tres puntos gracias a encontrarse casi sin esperarlo con un gol de Juan Cruz pese a estar en inferioridad numérica. La fatalidad de la situación les llevaba a continuar siendo colistas de la tabla en Segunda División, pese a empezar a ganar con cierta costumbre.

La visita del Sporting a la Ciudad Deportiva del Athletic de este domingo también era de esas casillas del calendario en las que no se podían esperar puntos fáciles. Pero a este Amorebieta le sale todo. Jauregi adelantó a los de Sandro a los 23 minutos. Otero empató al filo del descanso y Morcillo se sumó a los milagros de este equipo con el gol de la jornada en Segunda División.

Morci se tropezó en el interior del área tras un centro de Dorrio desde el costado derecho. El goleador controló, cayó y al no perder la perspectiva del balón estiró su pierna izquierda y chutó al fondo de la red con potencia. Ni el mismo Yáñez esperaba ese latigazo e hizo la estatua en un disparo prácticamente imparable.

El Sporting metió tres cambios de golpe y dio el do de pecho en busca de la victoria. Jonmi realizó un paradón a Cote y el colegiado anuló un gol a los visitantes por fuera de juego previo de Insua al intentar rematar. Ya en el descuento, Edwards sentenció los tres puntos para un equipo que cree más que nunca en el milagro.

"No me gusta decir que es una final, pero para nosotros cada semana afrontamos algo parecido. Estamos en la situación en la que estamos y si no consigues los tres puntos, se te van los demás. Verte más lejos es complicado. Ahora que cada vez nos vemos más cerca, necesitamos sumar los tres puntos. Esa necesidad no nos va a hacer cambiar nada ni estar más precipitados. Estamos sabiendo jugar con esa presión y estamos soportando bien mentalmente. Nos hemos acostumbrado a jugar con esa presión (de ser colistas", dijo en la previa.

Y tanto. Otro triunfo y un sueño que está más cerca. El colista de la temporada en Segunda División ya no solo no es colista, sino que tiene a un partido la ansiada permanencia. El Amorebieta ya marca hasta desde el suelo...