GRANADA CF

La superación de Weissman: "Hasta los 18 dormí en un colchón en el suelo"

El delantero israelí es un ejemplo de perseverancia. Con su primer contrato le compró una casa a su madre y ahora sueña con ascender con el Granada a Primera.

Shon Weissman, durante un partido con el Granada /GETTY
Shon Weissman, durante un partido con el Granada GETTY
Isabel Pacheco

Isabel Pacheco

Shon Weissman (Haifa, Israel, 1996) cambió hace unos meses el frío de Valladolid por el buen tiempo de Granada. O lo que es lo mismo: renunció a seguir jugando en LaLiga para intentar conseguir el ascenso a Primera División con el Granada, equipo donde está cedido hasta final de temporada, pero con opción de compra obligatoria si el cuadro nazarí logra ascender. "Mi abuelo falleció. En ese tiempo no quería jugar al fútbol. Necesitaba algo nuevo. Se me presentaron cuatro opciones y en mi pensamiento sentía que tenía que ir al Granada. Aquí he vuelto a recuperar la ilusión por el fútbol", confiesa el delantero israelí en una conversación con Relevo.

De orígenes humildes, "hasta los 18 años mi hermano y yo dormimos en un colchón en el suelo", Weissman no olvida de dónde viene. Seguidor de Joaquín Sabina, sólo consume alimentos que se preparan de acuerdo a normas dietéticas judías. La comida kosher. "La puedo comprar en Málaga o pedirla por internet y que me la traigan desde Bélgica". El niño que soñaba con jugar en España y que llegó a meter más goles que Haaland está a dos partidos de volver a la élite con el Granada.

¿Cómo es la vida para un jugador israelí en Granada?

En toda España se vive muy bien, pero en Granada, quizás, algo mejor. El tiempo es como en Israel. Además, Málaga me pilla cerca y ahí tengo sinagogas y comida kosher (aquella aceptada por las leyes judías). Sólo como este tipo de comida. Puedo ir a comprarla a Málaga o pedirla por internet y que me la traigan desde Bélgica. Mi mujer siempre la prepara en casa. Cuando viajo con el equipo ellos hablan con el hotel para pedir comida kosher.

¿Te costó ese cambio cultural cuando dejaste Israel para irte a jugar a Austria?

Lo llevé muy bien. Allí hay una comunidad muy grande de judíos, en torno a 15.000 y todo era más fácil en lo que a la comida y a la gente se refiere. Podía ir a rezar con ellos. En Valladolid y en Granada no hay judíos.

Respetas mucho tus creencias e incluso has llegado a perderte algún partido por el Yom Kipur (día más sagrado del año judío).

Ocurre una vez al año y es muy duro. Tienes que estar 25 horas sin comer ni beber. Ese día en Israel estamos todo el día en la sinagoga. Siempre digo 'ojalá no toque en día de partido'. En mi primer año en Valladolid tuve que perderme el tercer encuentro de la temporada. Este año no pilló en día de partido. Tocó entrenamiento y me fui con todos los judíos a rezar a una sinagoga a Madrid.

Shon Weissman habla de sus orígenes humildes Relevo

Estáis primeros en la clasificación. Quedan dos jornadas. Viendo que cada semana "pincha" uno de los de arriba, ¿estáis nerviosos en el vestuario?

No, no estamos nerviosos. Te diría que lo que tenemos son muchas ganas. Quedan sólo dos partidos y queremos terminar con éxito lo que empezamos a principios de temporada. Esta oportunidad no se puede escapar. Está en nuestras manos.  

¿Cómo recuerda Weissman su infancia?

Tuve una infancia muy buena. Me pasaba todo el día jugando al fútbol en la calle con mis amigos. Como hasta los 12 años no tuve teléfono móvil, mi madre no podía llamarme para que volviera a casa (risas). La vida allí es preciosa. Me encantaba que todos los viernes por la tarde nos reuníamos toda la familia para comer juntos.

"Cuando firmé mi primer contrato con el Maccabi Haifa, me daba igual el dinero. Sólo quería comprar una casa para mi madre"

Shon Weissman Futbolista del Granada

Vienes de una familia muy humilde y te pusiste a trabajar desde muy joven para ayudar en casa.

Durante un tiempo vivimos en casa de mis abuelos. Cuando cumplí 10 años mi madre, mi hermano y yo nos fuimos a un piso de alquiler muy cerca de donde vivían ellos. Era un piso muy pequeño. Hasta que cumplí los 18 años mi madre dormía en el sofá y mi hermano y yo en un colchón en el suelo de la habitación. La situación no era fácil. Mi madre trabajaba todo el día en una empresa de electrónica haciendo un trabajo muy duro. Cuando terminaba la jornada se ponía a limpiar casas. Durante los 13, 14 y 15 años muchas veces me iba a limpiar con ella para ayudarla.

¿Cómo recuerdas esa etapa en el piso?

Con mucho cariño. Ahora, gracias a Dios, vivo en una casa grande y a veces me acuerdo de lo juntos que estábamos en el piso mi madre, mi hermano y yo.

Imagino que esa situación te enseñó a valorar las pequeñas cosas.

Para mí lo más importante es ayudar a mi madre y a mi familia. Cuando cumplí 18 años y firmé mi primer contrato con el Maccabi Haifa, yo no quería nada. Me daba igual el dinero. Sólo quería comprar una casa para mi madre. Para mí es lo más importante del mundo. Ella, mis abuelos y mi primo, que era como mi padre, hicieron muchos esfuerzos para que yo consiguiera mi sueño.

"Sentí que tenía que ir al Granada. He vuelto a recuperar la ilusión por el fútbol"

Shon Weissman Futbolista del Granada

¿Cómo fueron tus inicios futbolísticos en Haifa?

Estuve jugando en un equipo de la ciudad y a los 15 años entré en la cantera del Maccabi Haifa. Empecé muy bien. A los 17 años ya había jugado 12 partidos con el primer equipo. Era como la estrella. Pero tuve una lesión muy fuerte y a partir de ahí me fui cedido a varios clubes. Fue complicado porque el Maccabi exigía mucho a los jóvenes. Ellos siempre querían ganar y compraban a grandes jugadores. No había tiempo para los jóvenes. Pese a todo, nunca tuve miedo a no poder salir de mi país y jugar en Europa. Mi sueño era jugar en LaLiga y lo conseguí. Mi familia me ayudó mucho, pero el aspecto mental fue también importante. Llevo años trabajando con un psicólogo.

Shon Weissman y su anécdota con Haaland Relevo

De Israel te fuiste a jugar al Wolfsberger de la liga austriaca. Allí coincidiste con Haaland. Muchos no saben que aquella temporada terminaste el curso con más goles que él.

En el mes de enero Haaland llevaba 16 goles y yo 17. Recuerdo un partido que jugamos contra el Salzburgo a principios de temporada. Él llevaba 10 goles y yo 12. En ese encuentro anotó un hat-trick. Cuando terminó el partido se acercó a mí para decirme, en tono de broma, que ahora él llevaba más goles que yo y que estaba el primero en la tabla. Para mí es un bonito recuerdo. Ahí ya sabíamos que iba a ser el mejor delantero del mundo.

Tu ilusión era jugar en LaLiga. ¿Qué fue lo primero que se te pasó por la cabeza cuando tu representante te habló de la oferta del Valladolid?

Lo primero que pensé es que los sueños se hacen realidad. Tuve ofertas de Inglaterra, de Alemania…, pero cuando se dio la opción del Valladolid y de Ronaldo, no me lo pensé. Le dije a mi agente que fuéramos a firmar cuanto antes.

Ronaldo Nazario es uno de tus ídolos. ¿Cómo fue conocerlo en persona?

Una locura. Es una persona muy humilde y muy simpática. Conforme pasaban las semanas y lo veía, al principio no me lo creía. Después entiendes que es tu jefe.

En enero, ¿ por qué decidiste irte del Valladolid al Granada, que estaba en Segunda División?

Para mí fue muy complicado salir del Valladolid. Me encanta la ciudad, el equipo, la afición…Pero en mi cabeza tenía la sensación de que daba un paso hacía adelante y dos hacia atrás. No tenía la sensación de que el Granada era un equipo de Segunda. Si hubiera sabido que el club no iba a ascender la próxima temporada, no habría venido, pero estaba convencido de que el Granada volvería a estar donde se merece.

"A raíz de una telenovela empecé a escuchar a Joaquín Sabina"

Shon Weissman Futbolista del Granada

¿Por qué tenías esa sensación de dar un paso hacia delante y dos hacia atrás?

La temporada en Valladolid empezó muy mal. Comencé lesionado. En el primer partido que juego después de la lesión, anoté un gol y el equipo se llevó la victoria contra el Almería. Lo que ocurrió después es que mi abuelo entró en coma. Tuve que viajar mucho a Israel. No entrenaba y no jugaba mucho. Finalmente mi abuelo falleció. En ese tiempo no quería jugar al fútbol. Necesitaba algo nuevo. Se me presentaron cuatro opciones y sentí que tenía que ir al Granada. Aquí he vuelto a recuperar la ilusión por el fútbol. No fue fácil, pero tengo muchas ganas. Acabo de tener un hijo y eso me ha dado mucha fuerza. Necesito jugar bien por mi familia y por el Granada.

¿Te ha sorprendido la afición?

El primer partido que jugué me quedé sorprendido cuando cantaron el himno. Es maravilloso y una locura. Mil quinientas personas se trasladaron hace unas semanas hasta Vitoria para apoyarnos. Necesitamos conseguir este ascenso por ellos.

Shon Weissman y su salida del Real Valladolid Relevo

Desde que llegaste, los aficionados sólo han podido celebrar un gol tuyo allá por el mes de enero ¿te afecta mucho el estar tanto tiempo sin marcar?

Sí, para mí es muy difícil. Es jodido. Para los delanteros ese es nuestro trabajo. Es cierto que los atacantes podemos hacer más cosas, pero al final necesitamos hacer goles para ayudar al equipo. Estoy haciendo todo lo que está en mi mano para que vuelvan los goles y estoy seguro de que llegarán.

¿De dónde le viene a un israelí el gusto por Joaquín Sabina?

Mi mujer ve muchas telenovelas. Un día estaba viendo una que se llama 'Alma Pirata' y en una escena salió una canción de Joaquín Sabina. A raíz de eso empezamos a escucharle y la verdad que me encanta. Me lo pongo en el coche. Me ha ayudado a aprender español. Soy una persona a la que le gusta hablar un idioma a la perfección.