Etxeberria ya hizo lo que sus alumnos Nico Williams y Sancet al rechazar al Barça: "No hay nada como la filosofía Athletic, el respaldo de San Mamés y Valverde"
El 'Gallo' habla del éxito de un club capaz de llegar a finales, retar hoy de nuevo al campeón y retener el talento pese a las ofertas.

Etxebe (46 años) afronta hoy un domingo de pasión. Esta noche (21:00) visita Leganés, líder de Segunda, para intentar remontar el ánimo de su Eibar tras el tortazo ante el Espanyol, como bien explicó en la primera entrega de esta entrevista. Y a la misma hora se estará celebrando en San Mamés un Athletic-Barça de los que tanto le gustaban disputar. En La Catedral, más allá de dos exjugadores y dos técnicos que le enseñaron tanto como Valverde y Xavi, volverá a mostrarse al mundo una camada de jugadores a la que él tuvo el privilegio de dirigir y de aconsejar.
Si ahora pilares como Unai Simón, Sancet o Nico Williams han demostrado con hechos y no sólo palabras su amor por el club de sus vidas, Joseba puede presumir de haber hecho lo propio cuando era él el que acaparaba las portadas. Primero, el verano en el que el Betis le ofreció un contrato espectacular para dejar la Real Sociedad y olvidarse de la aventura de Lezama. Después, el día que el Barça de Rijkaard le tanteó en 2004 para ir a por la Champions. Y, más tarde, aquella temporada en la que el Everton quería bañarle en millones. ¿Por qué el Athletic es capaz de retener de esta forma el talento? Nadie como él, que lo ha vivido y fomentado, para explicarlo.
En la primera parte de la entrevista me hablabas de que el Athletic, tu Athletic, se merece ganar esta Copa y que la juventud vea por fin la Gabarra. ¿Das por hecho que triunfará en Sevilla el 6 de abril?
Ojalá la gane. Está claro, pero el Mallorca, como si hubiera pasado la Real Sociedad, es un rival muy difícil. Y eso no se tiene que olvidar. El partido de semifinales en Anoeta fue muy emocionante. Será una gran final. Un Athletic-Mallorca con la presencia de Aduriz sería lo ideal.
Los más jóvenes igual no recuerdan que en su día, siendo un chaval, dejaste Zubieta para marcharte a Lezama, en ese trasvase de jugadores de uno a otro lado que luego siguieron otros. ¿Necesitaste ayuda para poder gestionar todo aquel revuelo como adolescente?
Tenía 17 años y acababa de debutar en Primera. El hecho de cambiar de equipo y llegar al eterno rival deportivo podría hacer parecer que me cambiaba radicalmente la vida. Y no fue así.
¿No?
Seguía viviendo en Elgóibar porque no tenía carnet de conducir, seguía teniendo mis amigos y vivía con mis aitas. Y antes de irme al Athletic estuve muy cerca de fichar por el Betis de Lopera.
No me acordaba de aquello y eso que tengo ya 41 años…
Sí, sí, me ofrecían un contrato muy largo de nueve años y eso posiblemente sí que te puede cambiar más la vida, ¿no? Porque, bueno, te tienes que ir a Sevilla, vivir tú solo, todo nuevo… Pero yo cambié de club, sólo eso. Y esa realidad me ayudó también a rendir desde el principio. Con esa edad te crees que lo sabes todo y no tienes ni idea de lo que es el fútbol y la vida. Además de mi estabilidad emocional, porque seguía mi vida igual, también fue muy importante la acogida de ese vestuario del Athletic.
¿Cómo fue?
Vieron a un chaval entrar ahí, con toda la presión mediática, y me arroparon. Hablo de los Andrinua, Urrutia, Garitano, Guerrero, Ziganda, Valverde... Los veía como a mis hermanos mayores. Me ayudaron un montón, la verdad. Y con el paso del tiempo te das cuenta. Ellos quisieron protegerme para que no me afectara nada. No necesite ayuda psicológica porque la respuesta de esos jugadores me ayudó mucho. Y entiendo también que la filosofía del Athletic ayuda mucho a que haya muchos jugadores pensando en el presente con optimismo más que en un futuro que no puedes controlar.
¿Qué no olvidas de aquel capítulo del fichaje?
Que te das cuenta de quiénes están contigo de verdad.
¿Qué te emociona especialmente recordar?
Pues me emocionó mucho esa acogida del vestuario. Al final dices 'joder, el Cristo que se ha montado con el crío este'. Yo los había tenido a todos estos jugadores en los cromos. Pero te digo año y medio antes, que yo era un niño. Y no sólo ves y te das cuenta de lo buenos futbolistas que eran, que es lo que percibes en la tele, sino lo que fueron capaces de hacer para que me sintiera como en casa y que no me desviara. Al final, no es fácil siendo tan joven y que, de la noche a la mañana, te conozca todo el mundo y empieces a tener dinero y a toda la gente riéndote las gracias.
¿Qué no perdonas de lo que pasaste o te hicieron pasar?
Siempre ha habido algún mal comentario o alguna cosa que, bueno, igual no te ha sentado bien, pero como las buenas cosas eran tantas y todos los días… Siempre me ha compensado. No pensaba que iba a estar tanto tiempo en el Athletic. Vas ahí, porque crees que es un gran club y tiene muy buenos jugadores, sin más. Tanto deportiva como económicamente salía ganando. Y al final te vas encontrando cada vez más a gusto, te sientes valorado, te sientes respetado, tienes ese sentimiento de pertenencia. La filosofía del club ayuda mucho y el apoyo de la afición de San Mamés. No hay nada igual y no se puede comparar con nada.
¿Fue una decisión personal dejar Donosti por Bilbao o hubo alguien determinante para acabar de convencerte?
Fue una decisión mía. Yo pedía un poco opinión a todo el mundo, pero, a ver, así tiene que ser. No es que me dijera mi representante 'eso es tuyo'.
Hay quien sólo resume aquel capítulo apelando al dinero… ¿Qué dirías al que piensa eso?
Que no es verdad. Si fuera por eso, me hubiese ido a Betis. ¡Nueve años me ofrecían!
¿A tus jugadores les hablas mucho de tus vivencias como jugador o te centras más en tus conocimientos como entrenador?
Intento aportarles mi conocimiento futbolístico desde el punto de vista del entrenador, pero hay veces que, cuando ves que alguno se está equivocando, le puedes dar algún consejo porque tú lo has vivido. Yo a la gente muy joven no le culpo de nada. Sobre todo cuando he estado dirigiendo en etapas de formación. No les culpo de nada. Es muy fácil decir estos chavales son gilipollas. No, no, no, gilipollas hemos sido todos con esas edades, ¡eh!
"En las etapas de formación no culpo de nada a los jóvenes. De nada. Es muy fácil decir estos chavales son gilipollas. No, no, no, gilipollas hemos sido todos con esas edades, ¡eh!"
Siempre se suele decir que con lo que uno sabe ahora, en el presente, hubiera jugado mucho mejor de joven, en el pasado. ¿Qué le hubiera aportado el 'Etxebe' entrenador al 'Etxebe' jugador?
Hay compañeros entrenadores que me dicen 'yo, con la idea que tengo y como era de jugador, no jugaba ni un minuto en mi equipo'. El Etxebe jugador sería titular indiscutible en mi equipo.
Acabaste siendo una leyenda del Athletic, pero no ganaste nada a nivel de club. ¿Aquellas plantillas en las que tú competiste eran inferiores a las anteriores que consiguieron Liga y Copa o a estas últimas que sí han logrado dos Supercopas de España?
No se puede comparar. Yo, al Athletic de Javi Clemente no lo he podido ver ni analizar. Era muy muy pequeño. No es bueno comparar épocas. Nosotros tuvimos equipos muy buenos en el Athletic. El del Centenario quedó segundo detrás del Barça, que era un equipazo. He sido subcampeón de Liga, subcampeón de Copa y subcampeón de la Supercopa. No he ganado nada, pero he sido feliz, que creo que es el mayor título de todos.
Entre las categorías inferiores y el Bilbao Athletic pudiste dirigir a muchos jugadores del primer equipo que hoy vuelven a retar al Barça tras el exitazo de la Copa. ¿Te ves reflejado en alguno en especial?
A ver, a mí en todo esto se me está dando mucho mérito porque hay un montón de jugadores del Athletic a los que entrené. No es que hayan pasado por mis manos, sino que yo he coincidido con ellos en el camino. Si están ahí es porque son muy buenos. Después, cada uno ha tenido su tiempo de cocción y me siento orgulloso de haber podido ayudarles un poquito en esa formación.
¿Con quiénes estuviste más tiempo?
De los de la actual plantilla, pues he tenido a un montón: Unai Simón, Julen, Vivian, Paredes, Prados, Sancet, Guruzeta, Nico Williams… Un montón. He intentado con mis conocimientos y con mi gestión ayudarles y me alegro de verles así de bien. Se lo han currado, porque es gente que tiene nivel, pero únicamente con eso no vale. Les he visto currárselo en el día a día e incluso con algunos, pues he estado tanto en Lezama como en Miranda con ellos, sé lo que les ha costado. La gente sólo ve lo bonito y qué bien juegan, qué bien viven... pero hay un trabajo que no todo el mundo está dispuesto a realizar o a sacrificarse por eso.
¿Es posible que con esta hornada de jugadores el Athletic pueda ganar pronto una Liga?
Lo pensaba y decía antes de que empezaran a despuntar, pues los Sancet y los Nico Williams, que han sido un poco los que marcan más las diferencias en esta última generación, forman parte de la mejor hornada de los últimos 25 años. Pero ganar una Liga como la española es muy difícil. Incluso con esta versión que están dando ahora, que es la mejor, y a pesar de tener el mejor entrenador posible como es Valverde. Aspiramos a estar peleando por Europa y por ser campeones de Copa otra vez. Y tiene un mérito muy grande porque encima Ernesto no sólo está obteniendo buenos resultados.
"El Athletic tiene la mejor hornada de los últimos 25 años. Pero ganar una Liga es muy difícil. Incluso con esta versión, que es la mejor, y a pesar de tener el mejor entrenador, que es Valverde. Aspiramos a pelear por Europa y ser campeones de Copa"
¿A qué te refieres?
Más allá de esos buenísimos resultados, el equipo está jugando muy bien, de maravilla, y además la gente se siente identificada con cómo juegan y encima está haciendo una transición de jugadores experimentados con jugadores jóvenes que están empujando. Está haciendo una gestión espectacular. Es una suerte que el Athletic tenga a Ernesto.
La renovación de Nico será un subidón para los que trabajan en Lezama...
Sabemos el enfoque que se le da al fútbol. Cada vez más negocio y cada vez menos juego. Pero bueno, al final el Athletic es el club más auténtico de todo el fútbol mundial. Es imposible que haya un sentimiento de pertenencia mayor por la filosofía y por cómo la afición de San Mamés respalda la filosofía. Porque el Athletic es un club de fútbol, no es una sociedad anónima, no es una empresa. Tiene esa filosofía porque la mayoría de sus socios lo quieren. Y eso, en el fútbol profesional, es una pasada. Y mira lo que está pasando con estos jugadores tan talentosos de futuro. No sólo Sancet, que ha renovado por un montón de años más, Nico Williams, Unai Simón, que es de los mejores porteros del mundo y titular indiscutible en la Selección. Y, además, lo dice cada dos por tres: que él quiere jugar aquí. Eso tiene un valor incalculable. Y eso a cada aficionado le tiene que hacerse sentir muy orgulloso.
Ahora que ya ha prescrito: ¿qué clubes te llegaron a tentar para hacer las maletas y dejar Bilbao?
Tuve dos. En 2004, vino a por mí el Barça de Txiki Begiristain en el que estaba Rijkaard en el banquillo. Me quedaba un año de contrato. Estaba Andoni Zubizarreta de director deportivo nuestro. Él sabía de la oferta y yo le dije que teníamos que a llegar a un acuerdo porque quería seguir aquí. Hubo otra más adelante del Everton, que hicieron una oferta en la época de Lamikiz. El presidente me preguntó qué quería hacer y le dije que deseaba continuar. Sólo esas dos; todo lo demás han sido rumores.
"Yo tuve la oferta del Barça en 2004 y luego la del Everton y decidí quedarme. Sólo esas dos; todo los demás fueron rumores. Fui subcampeón de Liga, Copa y Supercopa. No he ganado nada, pero he sido feliz, que creo que es el mayor título de todos"
¿A qué jugadores del Athletic tienes fe de ver en la próxima Eurocopa?
Joder, pues a muchos. Unai Simón, Nico Williams, Sancet, y veremos si alguno más. Yo creo que algún centrocampista más puede caer...
Hablando de la Selección: ¿El equipo femenino ha logrado enganchar a tus hijas?
Hasta hace muy poco a mis hijas no les gustaba nada el fútbol. Creo que por la saturación que hay en casa. No sólo por mi parte. A mi mujer le encanta el fútbol, a mis suegros, mis padres, mi hermana… Todo el mundo. Y estaban un poco hartas. A través del último Mundial de Australia y Nueva Zelanda hicimos todos como una porra de selecciones. Y ellas empezaron a sentirlo un poco. Les empezó gustando más. Ese juego de la porra ayudó. Tienen 17 y 13 años. A partir de ahí empezaron a ver los partidos y decían '¡vaya Selección tenemos!'. Luego les ha ido gustando más. A mi hija la mayor ya la tengo enganchada. A mi hija la pequeña le cuesta más, no le gusta todavía demasiado. Pero bueno, las dos son del Athletic. Mi hija la pequeña, a pesar de que no le gusta ir a los partidos, no falla en los días gordos. El jueves, contra el Atleti, ahí estuvo animando.
¿Saben ellas que su padre un día renunció a su salario en el último año como jugador y lo donó?
No, no.
¿No lo saben?
No. Supongo que lo sabrán, porque al final hoy en día con internet... No hablamos de ello. Lo más importante es un poco el gesto. No me hace falta comentarlo. Supongo que lo sabrán, no lo sé.
[Para el que no lo sepa, Joseba anunció en octubre de 2008 que continuaría dos temporadas más en el Athletic y que se retiraría a los 32 años. Entonces (ya no) era el tercer futbolista del club con más partidos disputados tras Iribar (614) y Txetxu Rojo (542). Y, lo más sorprendente, ese día se supo que había tomado la decisión de donar íntegramente el salario mínimo que marcaba el convenio colectivo a la Fundación, como agradecimiento a sus 15 temporadas en la entidad y por el cariño recibido desde que fichó en 1995 con 17 años, proveniente de la Real, por 550 millones de pesetas. Su despedida, tras llegar a ser Bota de Oro en el Mundial Sub-20 de Qatar y una leyenda rojiblanca, fue emocionante e inolvidable].
La última. Tu final, jugando poco, fue un poco como el de ídolos actuales como Muniain y Raúl García. ¿Qué les dice para que lo lleven de la mejor manera posible?
No he hablado con ellos del tema. Son muy conscientes de que son un ejemplo, lo están demostrando. De hecho, todos se rinden con ambos cada vez que salen a jugar. Están entregados y lo dan todo. Les ves siempre los primeros cada vez que hay un gol. Y si hay algún compañero sustituido, o que está un poco enfadado, enseguida salen ellos y le arropan. Esto también es una evolución. Yo, en mi última etapa, jugaba menos, porque había mejores. No por nada más. Si alguien empieza a ver cosas raras, el problema lo tienes tú majo. Los chavales siempre quieren volar y tú tienes que intentar respaldarlos. Lo mismo que yo vi en mis inicios a otros jugadores que ya estaban en su última etapa y fueron ejemplares. Porque así tiene que ser. Es lo que hemos aprendido. Yo lo que aprendí, intenté enseñarlo en mi última etapa y estoy seguro de que gente como Muni y Rulo lo estarán haciendo. Lo sienten así, no es de cara a la galería. Aparte de referentes, son unos tíos muy grandes y se les está viendo. Para conseguir algo importante, que estoy seguro que lo van a conseguir, es muy importante el rendimiento dentro y fuera del campo. Si no, es imposible conseguir nada grande.