La fórmula de Carcedo, el hechizo de 'Churripi' y la maldición de Las Palmas

Veintitrés partidos llevaba Las Palmas de García Pimienta sin besar la lona en el campeonato regular. Cayó en el play-off de la pasada Liga, pero en el torneo de los puntos la última derrota databa de un lejano doce de marzo. Sin embargo, en estos días de conjuros, tocaba visitar un campo maldito, el Alcoraz, donde no había ganado en toda su historia. Y a la novena tampoco fue la vencida. Las Palmas sigue líder, pero llegó el primer tropiezo. Al terminar el encuentro, lanzó el técnico amarillo un aviso: el Huesca iba con una marcha más al arrancar el duelo, "debe servir de escarmiento".

Sin ninguna escuadra invicta ya en la tabla, ahora se trata de mantener el mejor ritmo posible. Y en esa escalada, el Alavés pedalea a velocidad de crucero, sin acelerones ni frenazos. En semana de penaltis in extremis, la veteranía de Salva Sevilla fue un grado. A sus 38 años, selló la victoria babazorra desde los once metros en el 99'. Por medio, cinco minutos de espera y polémica, con Mendizorroza pendiente del VAR. Lanzó el chaval de pelo cano y Cervera encajó su primera derrota como carbayón.

Mientras tanto, en el Plantío siguen disfrutando del teorema de Caro. Viene a decir que por muchos parámetros que manejes, si el onubense juega, olvídate, no vas a ganar al Burgos. Es más, la derivada principal es que ni siquiera te llevarás la alegría de celebrar un gol, aunque elevaras los disparos a la enésima potencia. De momento solo una variable, la expulsión, pudo detener el crono. 928 minutos sin encajar de 'Churripi', que tras cumplir castigo, han vuelto a extenderse este fin de semana. Superó los mil en el duelo ante el Ibiza. Por la roja, no será continuado como mandan los cánones, pero ese récord debe tener premio. En su debut, Anquela tampoco pudo despejar la variable que tantos quebraderos de cabeza está provocando a los rivales de la muralla blanquinegra.

También en el Zaragoza tuvo nombre propio la fórmula mágica de Juan Carlos Carcedo: el serbio Radosav Petrovic. La línea de tres centrales sorprendió, a servidor el primero. Más, cuando se vio que, según la cuenta oficial de twitter maña, un error de transcripción -así se citó- hacía que Jair Amador pasara del campo al banquillo. La ausencia del central portugués, precisamente en el momento de medirse al gigante Enric Gallego, hizo que los esquemas volasen por los aires y la caja de los truenos tuiterianos entrase en erupción. Metía Carcedo al mediocentro entre los zagueros Francés y Lluis López. El resultado le dio la razón. Rompieron los blanquillos vestidos de negro esta vez una mala dinámica de tres derrotas a domicilio. Movimiento estratégico que complica bastante la vida al Tenerife de Ramis. Por primera vez aparecieron los pitos en la grada del Heliodoro.

Hacia el palco se dirigió la música de viento en La Rosaleda. Se cuestiona la labor de la dirección deportiva e incluso del administrador judicial, ante la desesperación por una temporada que el Málaga arrancó ambiciosa, con fichajes de relumbrón, y se ha convertido en una pesadilla. Ya se cambió de entrenador, pero ha quedado patente que el cambio en el banquillo no era por sí solo la solución. Colista con nueve puntos, la segunda derrota consecutiva llegó otra vez con errores groseros. La victoria hace tres semanas ante el Lugo se empieza a ver lejana y lo que es peor, como un peligroso oasis en el desierto.

Se vendió cara la dinamita esta jornada y hasta 13 equipos se quedaron sin marcar.

El equipo de Karanka es 'Jekyll y Mr Hide': golea en casa y se seca fuera.

Su ariete más brillante ejemplifica una situación difícil de explicar. Uzuni, pichichi de la categoría, marca hasta hat-tricks. Ha logrado ocho goles, pero las celebraciones siempre llegan en Los Cármenes. Mientras, se le escapan oportunidades como foráneo. También a Puertas o a Callejón. Sería injusto señalar a uno, dos o tres, por importantes que sean, como únicos culpables en el atasco de la ofensiva rojiblanca a domicilio. Se trata de un trabajo coral clave para poder pelear por el ascenso. A los dos goles del estreno en Ibiza, le han seguido seis partidos sin marcar. Esos 540 minutos no deben ampliarse mucho más o la pelea por subir obligará a lucir inmaculado en casa, y veremos si es suficiente.

Carlos Martínez se ha estrenado como goleador a lo grande en Segunda. Su hat-trick a la Ponferradina es el premio al esfuerzo de un jugador que ha llegado a nuestra categoría de plata con 36 años.

Su trayectoria arrancó en la Masía para después pasar por equipos modestos del fútbol catalán. Tras fichar por el filial del Villarreal, emprendió aventura en Japón. Disfrutó en el Tokyo Verdy de Miguel Ángel Lotina e hizo de guía de su buen amigo Andrés Iniesta en tierras niponas.

Ahora, sus compañeros del Andorra celebran el primer triplete en el fútbol profesional del goleador licenciado en derecho que ha permitido a los del Principado ganar cuatro partidos después.

Podemos hablar de un día, semanas o incluso años. El Málaga no levanta cabeza y el único objetivo es y debe ser la permanencia.

Ya la pasada campaña se salvó con solo dos puntos de ventaja sobre el Amorebieta. Un declive que parece no encontrar freno desde la última vez que La Rosaleda se mostró orgullosa de su equipo. Fue a punto de tocar el verano de 2019, cuando el equipo entonces dirigido por Víctor Sánchez del Amo cayó en semifinales de promoción a Primera frente al Dépor.

Precisamente del reflejo en el equipo gallego, que ahora milita en Primera RFEF, trataron de huir con un nuevo proyecto guiado por Pablo Guede, gente que amaba a esta casa, como estandarte. No pudo ser y en la sexta jornada de la presente campaña, se despidió el argentino entre lágrimas. La directiva cambió la identificación con la casa por la constatada experiencia de Pepe Mel. De momento, tampoco se endereza el rumbo y cada vez hay más dudas sobre cómo cambiar la dinámica, porque un volantazo puede acabar en desastre.

El 'Cuco' llegó sin hacer ruido y ha enganchado a la grada del Alcoraz. Firma el navarro su mejor arranque en el fútbol profesional, tiene al Huesca acariciando playoff y comparan su inicio con aquellas rachas de 'Rubi' que llevaron al equipo a Primera.

Su buen hacer pasa por una conexión especial con el vestuario que le ha llevado a contar con José María Angresola, 'Mossa', como segundo entrenador en el Alto Aragón. El lateral izquierdo del Oviedo recibía las órdenes de Ziganda la pasada campaña y ahora las transmite. Con Ángel Martín González como director deportivo en la punta del triángulo, la sensación es que el Huesca vuelve a confiar en lo que hace. Las palabras de Ziganda tras ganar a Las Palmas, muestran esos valores: "ha resultado emocionante el esfuerzo, el sufrir y resistir. El público ha celebrado cada intercepción como si fuera un gol. Esos detalles el equipo los vive". El 'Cuco' ha conseguido que un conjunto sacudido en los últimos tiempos por las decepciones, vuelva a enganchar a los suyos. No era fácil.

El manejo de los porcentajes se llegó a convertir en una especie de 'batalla cultural' en el mundo del fútbol. Se forzaron los datos hasta el extremo de convertir el balón en un ladrillo que arrojar al contrincante. A mí, que prefiero en el fútbol y en la vida las convicciones mantenidas desde la tolerancia, esta jornada en Segunda me sirve para demostrar que, también en el balompié, cabemos todos.

El Huesca ganó a Las Palmas con solo un 15% de posesión, frente al 85% de los canarios. Por su parte, el Andorra venció a la Ponfe con un 66% frente a un 34% de los del Bierzo. Mientras, el Burgos se impuso al Ibiza con un 20% menos de posesión de los baleares. Son solo algunos ejemplos significativos. La variedad en esta y otras jornadas, me lleva a concluir que lo importante no son los datos en sí mismos, sino que respondan a un estilo. La UD ha sido superior en el dominio del balón en prácticamente todos los partidos y le ha servido para ser líder. Solo perdió el control de la pelota ante quien hace también de la posesión del esférico su piedra angular: el Andorra. En ese momento, la UD tiró de otro arma: la contundencia en las áreas. Y es que como confesó Eder Sarabia a Relevo: "¿Qué es jugar bien? Hay muchas formas de recorrer el camino para llegar a un mismo objetivo".