El dolor de Fran con todo lo que pasó y no se contó de sus salidas del Deportivo: "¿Por qué hay tanto interés en menospreciarme y hacerme daño?"
La leyenda blanquiazul se sienta con Relevo una hora para no regatear ninguna pregunta.

Viene de comer y discutir de fútbol con sus amigos de Coruña, con los que irá al Bernabéu a ver a su hijo en el Madrid-City solo un par de horas después. Entra al hotel Meliá Castilla y va al fondo a la izquierda, como si buscara todavía la línea de cal. "Pregunta lo que quieras", suelta tras haber puesto un par de líneas rojas días antes al aceptar la entrevista. Fran González, Fran el del Dépor, padre de Nico, gallego y rey, uno de los mejores futbolistas de la historia de España, una de las mejores historias del fútbol de España.
Pocos clubes pueden presumir de una leyenda como la suya, por mucho que el Deportivo, ayer, hoy y casi siempre desde que colgó las botas, no le haya situado a la altura que merece. Una hora después, reto de los tristes tíos incluido, se levanta tras haber respondido como cuando jugaba. A veces directo, otras pausando; escondiendo la pelota; acelerando y metiendo la pierna; asistiendo para que otros rematen; o pegándole duro. Pocas zurdas como la del Neno ha dado nuestro fútbol. Y sí, la vena de la sien izquierda se le sigue hinchando como cuando vestía de corto. El corazón sigue bombeando sangre blanquiazul.
¿Cómo es un día normal en tu vida ahora?
Depende del momento, no tengo una rutina. Va a depender de si viajo, de mis amigos, de infinidad de historias. Vivo ahora muy tranquilamente después de tres años como director deportivo de la cantera del Deportivo, con unos resultados jamás imaginados, porque fueron de un día para otro, así, sin más. Era una vorágine de trabajo que yo sabía que era duro, pero no sabía que tanto. Eran fines de semana a cañón, muchos partidos, durante la semana entrenamientos, toda la problemática del fútbol base. Y yo que siempre intento dar lo mejor de mí, sea lo que sea, haga lo que haga.
Creo que eso me viene del fútbol, no me conformo con hacerlo bien, hay que hacerlo de nota muy alta. Y de repente me viene que, pensando que podría continuar, que no sigo… Te encuentras que por un lado que necesitabas a lo mejor ese descanso después de tanto ajetreo, pero luego cuando pasan unos meses ves que necesitas otra vez esa movida ¿no? Ahora me encuentro a ver qué sucede en el futuro. Que me gustaría hacer cosas relacionadas con el fútbol es algo muy evidente porque soy un loco enamorado del fútbol. Mi día a día es de cierta tranquilidad. Muchas veces depende de mi hijo (Nico), otras de mis hijas... Mi base está ahora en Coruña. Pasando los días.
¿Y haces deporte?
Mountain bike, ciclismo, subirse a una bicicleta, mucho pádel, a veces golf, eso te da otra energía en el día a día. Cuando fiché por el Mánchester creo que fue un punto de inflexión, que no podía hacer lo que estaba acostumbrado, y de repente, Dios, te das cuenta de que te faltan cosas. En el Dépor me pasó lo mismo, estuve tres años trabajando a cañón y dejé de hacer deporte. En cambio ahora, después de un año y medio, pues otra vez he vuelto. Bici, pádel, gimnasio… Me gusta esto de estar, no digo hipertrofiado ni mucho menos, pero mantenerme sí que me gusta mucho.
¿Y jugar fútbol nada?
Yo he tenido problemas de mi tobillo que ya llevo tres operaciones y cada vez que juego al fútbol estoy una semana muy cojo. Sé que el fútbol me hace muchísimo daño y si jugara seguramente en seis meses un año me tendría que volver a operar. No tengo cartílago en el tobillo. Muchos días no me ha dejado hacer deporte.
Te viene de tu etapa como profesional, imagino.
Sí, fue justo mi última temporada en el Dépor. Hice una frenada y me troncé el cartílago. A partir de ahí tuve muchos problemas. Cuando hago deporte en exceso me duele mucho. Intento ya utilizar el calzado cómodo, flexible, con amortiguamiento, para llevarlo lo mejor posible.
¿Y no echas de menos jugarlo?
El problema tengo que reconocer que cuando juego al me encabrono mucho. Somos muy competitivos y todo esto. Hay que ganar. A veces digo 'mira, es mejor no jugar para no encabronarse'. Pero claro que me encanta, sobre todo cuando hay gente buena, que es cuando más se disfruta, cuando el balón va a una velocidad, tú recibes y tal. Estuvimos, bueno, durante años jugando al fútbol indoor, los exjugadores, luego teníamos partidos muy bonitos, cuando dejas de jugar a fútbol. Ahora te das cuenta de que los años pesan muchísimo y si no tienes una rutina… pero de ejercicios relacionados con el fútbol. Mira llevaba como 2-3 años sin jugar y había un torneo cerca de Oporto, que mi hijo estaba allí. Me apetecía mucho, estaba el Benfica, el Porto, el Celta. Te digo la verdad, jugué 20 minutos y luego estuve toda una semana que no podía ni moverme. Yo me tomo muy en serio todo, y es un deporte que si tú no lo entrenas es muy agresivo. Tú puedes hacer ciclismo y no pasa nada, puedes hacer pádel y no te pasa nada, pero el fútbol… Acabé reventado por todos lados y estuve como dos semanas que no podía hacer nada.
¿Con quién hablas y discutes de fútbol?
Pues con el que se ponga enfrente. Tengo amigos que son muy futboleros, otros que se dedican al fútbol, con ellos hablo muchísimo. Cuando hay cualquier cosa relacionada con el fútbol sí que me enciendo. Doy mi opinión de la actualidad, de algún jugador… Ahora estábamos hablando [horas antes del Madrid-City] del City y que si ficha a golpe de talonario. Para mí es una gran mentira. Hoy todo el mundo ficha a golpe de talonario, el Chelsea, el Manchester United, todos los equipos. Y luego que lo que estamos discutiendo, al City muchas veces le gustaría fichar a determinados jugadores, pero esos jugadores tienen otras prioridades. Yo creo que la gran ventaja que tiene el Real Madrid con respecto a muchos otros equipos, y eso estábamos discutiendo, es que la primera opción, yo creo que es Real Madrid o Barça. Y después depende del jugador de origen, porque si quieres fichar a un alemán seguramente su prioridad es el Bayern antes que el Real Madrid o Barça. Mientras que el City se tiene que pelear con el Chelsea, Manchester United, el Liverpool, todos estos. Y yo creo que tanto Madrid como Barça, para fichar, salvo que económicamente estén tocados, no tienen rival. Hay mucho jugador que aun perdiendo dinero prefiere ir a estos dos equipos. Yo decía que el City muchas veces no puede fichar a la primera opción, ni a la segunda, ni la tercera y tendrá que conformarse con la cuarta. Es una opinión que tengo, igual es equivocada pero yo argumentaba. Algunos piensan que el dinero lo hace todo y yo estoy convencido de que no. Hay gente que busca ese prestigio que te puede dar el Real Madrid.
¿Tienes la sensación de que cada vez menos gente te reconoce por la calle? Habrá muchos jóvenes que no te vieron jugar…
Entiendo que los niños o los jóvenes de 20 y casi 30 años no, porque todo es pasajero, pero yo lo que noto es que cada vez tengo la sensación de que me conocen más. También cuando hay una noticia relacionada con mi hijo. Yo viajo bastante y te acaban reconociendo en muchos lugares. A veces no me doy cuenta realmente de la dimensión que adquirió el Deportivo de La Coruña con esos éxitos. La gente me dice, 'es que sigues igual que siempre, parece que estás en activo, es que tienes la misma cara'. A mí todavía hoy me sorprende muchísimo la cantidad de gente que me conoce. Estuve viviendo en Barcelona seis años e iba por la calle y me conocía muchísima gente. Y luego cuando hay una noticia explosiva relacionada con mi hijo, pues, dices tú, ostras, tío, te conocen cuatro veces más la gente, que cuatro días antes no te daban ni bola. A mí me sorprende muchísimo la cantidad de gente que me conoce. ¿Sabes por qué te digo? Porque en un Madrid o Barça sería lo más normal, porque es un grande. Pero en un equipo como el Deportivo, a mí me sorprende muchísimo. Y en Coruña ya no te quiero ni contar. Sinceramente, hay veces que me gustaría estar un poco más aislado de todo esto, porque sé lo que hay. Soy un hombre de la calle que pasea mucho…
¿Y qué sentir percibes del deportivismo? ¿Prevalecen tus años de futbolista o la parte más turbia de tus dos salidas, tanto de jugador como de director de la cantera?
Permanece ahora muchísimo más la parte futbolística. Yo sé que ha habido años en que había ahí una cierta confusión. Ha habido intereses para enturbiar todo esto, y ya está. No me gusta profundizar en lo que pasó. Yo me he podido equivocar en las formas porque mi gran problema es que yo soy muy directo. Digo lo que pienso y tenía que haberme calmado mucho más, ser un poco más listo. Pero cuando pasa algo yo cojo y lo suelto y lo digo, con todas las consecuencias, pero lo que suelto es una realidad y a veces esa realidad es muy dura. Yo cuando estaba ahora en el fútbol base una de las cosas que más valoraron es que decía las cosas como son, no andaba con historias. Trabajas para el Dépor y para mí el Dépor está por encima de todo. Haría y haré lo mejor que pueda siempre con el objetivo de beneficiar al club. A veces pasan cosas y tienes que decir lo que piensas y ya está, más que nada porque soy así y también en beneficio sobre todo de los niños. Para mí si había una prioridad en el deporte era la formación de los jugadores y ante eso era innegociable cualquier tipo de cosa que podía pasar.
¿Te duele un poco toda esta situación?
Ya no, ya no, ya no. Mira, es que estoy, sinceramente, es que estoy, te juro, cada día que pasa, cada hora, cada minuto, más orgulloso de, mira, es que, no sé. [chasquea repetidamente tratando de encontrar las palabras]. Dios ha tenido que estar ahí detrás mía para poder conseguir todo lo que… Me ha hecho tan tan feliz… He estado 18 años en el Dépor. Hoy hablaba una persona que desconocía mi pasado. Y me dice 'hombre Fran es que si el Real Madrid te quiere pues al final quién se va a negar a venirse al Real Madrid'. Yo estuve a punto de decirle, 'yo me he negado a ir al Madrid'. Esa es la realidad. Por mucho que quieran decir, por mucho que quieran contar, que el Dépor, que no sé qué… El que tenía la última palabra era yo. Yo si quisiera hubiese estado en el Real Madrid, a pesar de todo lo que pasó. Pude haber elegido ir al Barça, porque también me tocaron. En los mundos de hoy en día, como me dijo este aficionado, 'es que si te toca el Madrid, ibas a venir seguro, Fran'. Yo me reía [Fran firmó un precontrato para ir al Madrid en 1992 del que hablaremos en el segundo capítulo] Entonces… que me he desviado un poco. ¿Por dónde venía la pregunta?
Por si te duelen las salidas del Dépor. Tu último año de jugador fue complicado también.
Fue duro a nivel futbolístico creo. Yo lo supe llevar muy bien porque yo sabía que era mi etapa final. Cuando tú tienes 35 años, ya no son 20 años, ni 22, ni 25, sabes que tienes que dejar paso a los jóvenes y tú sabes que ya estás en segundo plano. Una de las cosas que me siento más orgulloso de todo lo que pasó fue una charla con Irureta y Paco Melo, que eran primer y segundo entrenador, que me llegaron a decir, 'joder, Fran, eres un ejemplo. Mientras otros jugadores, si no los ponemos titulares, se quejan y tal, tú has sabido apartarte de todo esto y asumir ese rol que te ha tocado'. Salir titular, no salir, pero casi siempre era no salir, el último año era suplente. Yo sabía que había jugadores mejores y sabía que había una entidad que está por encima de todos nosotros, que era el Deportivo La Coruña. Y no era cuestión de que si yo tenía problemas con el Deportivo o no, es cuestión de mi educación, que he recibido de mis padres. Yo tengo esa educación de respeto. Sabía que mi etapa como jugador a ese nivel había finalizado. Y tú ahora sabes que cuando llegues, cuando ya estás en otro nivel, tienes que aportar tu granito de arena y ayudar lo máximo posible al Dépor para conseguir los objetivos. Y yo había quemado una etapa que fue maravillosa, que fui muy feliz en esos años. Y otra gente en mi lugar, pues seguramente no hubiese asimilado ese papel secundario que me tocó asumir. Y yo lo asumí con total naturalidad porque era mi manera de ser, no me quedaba otra. Sabía que había compañeros que estaban mejor que yo el 80% de las veces, yo sabía que podía estar un partido cada dos semanas, pero no podía estar domingo, miércoles, domingo, miércoles. Porque la ley de la física no te lo permite, y no hay más vueltas que dar. Lo más importante era asumir ese rol, y después de toda una trayectoria que yo llevaba en el Dépor, de capitán… Por eso, tanto Paco Melo como Irureta me felicitaron por ese rol que había asumido.
¿A crees que se deben todas estas situaciones?
Como toda en la vida hay gente a la que le interesa unas cosas... Mira, ¿sabes qué pasa? De verdad, tío, mira, los primeros años para mí fueron muy duros porque pasaron cantidad de cosas. Tenía niños y todo este tema fue muy duro a veces, más que nada por ir a Riazor, por ejemplo. Yo no podía ir con mis hijos, sobre todo con mi hijo, a Riazor, me dolían en el alma esas cosas. Había veces que te insultaban, te decían cosas que no es agradable. Esto fue cuando dejé de ser jugador. Que un niño de 3-4 años escuche ciertas cosas. Porque hay gente de todos tipos. Si algo me dolió fue por esos años.
Pero eso no vendría por el precontrato que firmaste con el Madrid, sino por la denuncia a AFE [Fran demandó al Dépor en la pretemporada de su última campaña por unos impagos, a lo que Lendoiro replicó publicando su contrato en la página web. El jugador acabó retirando la denuncia pero la situación con el presidente era irreconciliable].
No lo sé por qué vino ¿Pero qué más da por lo que vino? Vino por lo que vino y ya está. Un jugador que es un hombre de club, que toda una vida en el club, creo que se merece otras cosas. Porque lo que te dije antes. Ostras, tío, te has dedicado toda una vida al Dépor, has tenido la oportunidad de ir al Madrid, al Barça, a donde te diese la gana y no has ido. Sí, habrá una parte que es pequeña, que bueno, por lo que fuese, pero hay una parte muy grande detrás, que ha hecho Fran, y al final, bueno, pues uno siempre tira de esa parte pequeña para hacer daño, que es lo de siempre. Ya está, no pasa nada.
Pero todo esto forma más parte del pasado que del presente ¿no?
Sinceramente, como yo sé lo que pasó realmente de todo esto, yo tengo la conciencia muy, muy, muy tranquila. Posiblemente me he equivocado, posiblemente.
¿En qué te has podido equivocar?
Pues porque sí, porque, bueno, es que es profundizar ya mucho, pero seguramente me he equivocado por esa denuncia a lo mejor, por ese precontrato, Bueno, sí. Pero al final la realidad es que yo estuve 18 años en el Dépor, 18. Jugué 700 partidos. Casualidades de la vida, ganamos una Liga y no ganamos más ligas porque yo qué sé. Ganamos Copas del Rey, ganamos Supercopas. Por lo que sea, por lo que sea, pero dices tú, 'hostia, qué suerte has tenido, Fran'. Pero quizás he aportado mi granito de arena a todo esto. Y estoy convencido, ¿cuánto es? ¿Un 0,0001? Vale, pero lo he aportado. Y sé que eso duele a muchos o a algunos. Les duele.
¿Pero a quién?
No lo sé, dímelo tú, que tú sabes más, tú eres periodista. ¿Por qué hay tanto interés en menospreciar a Fran? ¿Por qué hay ese interés de hacer daño a Fran? Yo no lo entiendo, no estoy para guerrear con nadie, no estoy para pelear. Yo ya he dicho mil veces, y te invito a ti y a quien sea, que mire las declaraciones que he hecho yo. ¿Contra quién he hecho yo una declaración? Míralo. Lo que pasa es que yo he tenido a mi carácter, he sido un tío, lo que te he dicho antes, ostras, un tío muy directo, muy disciplinado. No he permitido concesiones de ningún tipo. He sido un tío que a veces me faltó mano izquierda y a lo mejor eso muchos de vosotros no me lo habéis perdonado. Por decirte una cosa, imagínate que un periodista me quiere hacer una entrevista a las 12 de la noche. Yo decía 'lo siento, pero yo esas horas yo estoy durmiendo'. Y sé que eso no va a gustar y tú lo sabes bien. A mí nunca me gustó la prensa. Yo recuerdo que un partido le marco dos goles al Barça, todo el mundo quería hablar conmigo y yo me voy por la puerta atrás, 'no quiero hablar con nadie'. Y eso sé que jode a muchos periodistas, pero yo lo hacía. Y otros que han marcado dos goles estarían allí con la entrevista, 'y tal y esto y lo otro'. A mí no me gustaba eso. Igual soy un tío raro. He ido a la selección y me decían 'una entrevista' y yo 'no voy, yo paso'. Esas cosas no me gustan.
Es que una cosa es el fútbol y otra el márketing.
Ya lo sé. ¿Sabes que pasa? Que yo estaba en mi mundo. Y a mí para jugar al fútbol no me hace falta marketing. Yo entro dentro del campo y juego. Y ya está, y que se me valore por lo que hago dentro del terreno de juego, no por lo que pueda decir fuera del campo. Y he sido así, y ya está.
¿Cómo es tu relación con Lendoiro?
No hay relación. Yo he coincidido unas cuantas veces con él y le he saludado, una vez le he dado la mano.
¿Te queda algún tipo de resquemor con él?
[Resopla] No sé, a veces sí es cierto que me quedo con ese punto de que me gustaría saber qué ha pasado realmente para todo lo que me ha caído, ¿sabes? Me gustaría saber, pero, ¿qué te he hecho? ¿Sabes? Eso sí es verdad. A veces digo yo, ostras, porque yo tengo la conciencia muy tranquila. Creo que una vez se sorprendió de que le diese la mano. Yo, súper tranquilo. Me gustaría saber qué pasó realmente. Porque lo sé. Yo tengo mi opinión, ni la he dicho nunca ni la voy a decir. Bah, que más da.
Cuando van pasando los años y vemos con perspectiva lo que has sido en el Depor, eres la mayor leyenda. Y a la vista está que la institución no te ha puesto a esa altura.
Yo también te pregunto, ¿a qué jugadores ha puesto a la altura?
Es que no hay ninguno como tú.
Yo creo que ha habido jugadores muy importantes. Yo soy un poco más la excepción porque soy de casa, por los 700 partidos, porque empezamos en Segunda y a partir de ahí el Dépor empezó a crecer… Hay una parte de excepcionalidad en todo esto. Pero yo te digo que en el Dépor también ha habido jugadores que han sido… Lo que pasa que a veces, yo también, y yo lo veo, no sé, a mí, dentro de lo que es el Dépor... Yo tampoco puedo entender por qué a un jugador ya le han hecho dos o tres homenajes y a otros jugadores cero homenajes, o cero cariño. No lo entiendo, porque han sido jugadores también muy importantes para el club. No sé por qué se hace ese tipo de cosas, no logro entender. Por suerte, en el Dépor ha habido jugadores, no sólo Fran, te lo digo con todo el cariño, que han sido leyendas. Ostras, tío, pongámonos que somos el Deportivo, un equipo de Coruña, que ha sido campeón de Liga, campeón de la Copa del Rey, que eso, eso es la hostia. Ha habido jugadores que han estado allí 10 años, 12, 14, muchísimos años y han hecho mucho por el club, pero muchísimo. A ciertos jugadores me gustaría que les tuviesen muchísimo más en consideración. Y no es cuestión de Fran, Fran, Fran, qué va.
Hacia qué jugadores por ejemplo.
Pues mira tú, mira tú, están ahí las estadísticas para ver.
¿Valerón?
Yo no digo Valerón, yo digo que ha habido jugadores que hay que ver su historia, los años que han estado en el Dépor. Te pueden caer mejor o peor pero la historia no engaña a nadie. Los números de partidos que han jugado esos hay que jugarlos sí o sí.
¿Tú tienes algún tipo de relación con el club ahora mismo?
Pues mira, mi relación era muy, muy poca una vez que termino de jugador. De repente trabajo tres años en la cantera [Fran cuelga las botas en 2005 y no vuelve al club hasta 2020] consiguiendo unos éxitos que jamás, siendo campeones de España, poniendo otra vez a la cantera en un nivel de locos, en un nivel, para mí, por encima del Celta. Cuando yo empiezo de director de fútbol base, mi objetivo era, por lo menos, estar a la altura del Celta. Pero ya no solo a nivel de títulos, yo no quería solo quedar campeón, sino a nivel de formación. Lo más importante eran los niños y quería apostar por la juventud, que cuantos más niños llegasen arriba mejor; adelantar etapas en los niños siempre y cuando ellos se lo mereciesen; intenté instalar la meritocracia en los niños. Ahí de repente una relación muy estrecha, cómo me querían ahí dentro, noté un cambio radical. Pero de repente, con la renovación encima de la mesa, de repente un día deciden que no sigo. A partir de ese día, la relación otra vez es nula.
¿Si quieres ir ver al Dépor, qué haces?
Voy a mi abono.
Visto desde fuera es cuanto menos extraño. Para mí deberías ser como Iríbar en el Athletic.
El club está en un proceso, hay gente que está dentro que con el tiempo creo que se darán cuenta. Hay una parte que es muy importante, que es gente que ha estado ahí, que si [en el club] quieren un día volver a un nivel, si quieren ser no digo grandes, porque es muy complicado, pero cuando quieres llegar a un determinado nivel, hay una parte que jamás se podrán olvidar. Eso forma parte de los grandes clubs, y ahí tienen que, para mí, participar ciertos exjugadores.
¿En qué rol te verías tú ahí? ¿Embajador?
[Se ríe] No, mira, yo te digo, tenía una inquietud muy grande porque tuve un niño que le gustaba mucho el fútbol. Llevo cincuenta años dedicándome al fútbol, porque desde que tengo el uso de razón era balón, balón, balón. Luego mi hijo que desde los 5 o 6 años también, fútbol, fútbol, fútbol. Lo tenía que llevar a todas horas a los entrenamientos. Yo en mi casa hice un campo de fútbol y allí me pasé horas y horas jugando con él, entrenando juntos, disfrutando de él. Luego voy a Barcelona y allí conozco otra manera de entender el fútbol. Cinco años viendo los entrenamientos del Barça y digo yo, ostras, esto es todo diferente. Luego tengo la suerte de estar dos años en el Manchester City, Pep Guardiola en el primer equipo, yo ahí en la sub-18 y ver la parte esa que funciona dentro del fútbol, cómo se maneja todo esto. De vez en cuando iba a ver los entrenamientos de Pep. Un máster en primera fila. Y de repente me llega la oportunidad de ser director de fútbol base del Dépor. Que yo tuve seis años antes esa oportunidad, pero yo me veía en aquel momento y decía 'no estoy preparado, me falta, me falta'. Tenía mucho miedo. No me había preparado y por suerte, entre comillas, no sé qué problema hubo y al final no me fichan. Y digo por suerte porque yo creo que hubiese fracasado, porque no tenía los conocimientos si no hubiese pasado esos años en el Barça y sobre todo esos dos años en el City. No estaba para entrar en la Academia del Dépor. Aquello me dio otra perspectiva totalmente diferente. Cómo se manejaba todo por dentro. Cuando llegó al Dépor, con mi exigencia… Porque había mucha gente que decía 'Fran no, Fran qué va'. Pero cuando me puse a ello… Amigos míos de Barcelona que no creían [que le saliera bien] a los dos años me llamaban y me decían 'tío jamás me podía imaginar que lo pudieses hacer tan bien, increíble, lo que has conseguido'. Cuando cuando hago algo, intento hacerlo de una manera muy, muy profesional, muy top, a pesar de los errores que pueda cometer. Si no, no lo haría.
¿Cómo fue tu reunión con Cruyff en La Coruña cuando quiso ficharte?
Ahí me pilla desprevenido. Fue en un Teresa Herrera, que era un torneazo en verano. Veníamos de estar en Segunda, se juntaba mucha afición… Vino el Barça y yo en pretemporada siempre estaba como un tiro. Yo soy de un pueblo de Ribeira que tiene playas y yo hacía mis pretemporadas allí, trabajaba como... La gente puede decir lo que quiera, pero durante años y años mis veranos eran así, mientras otros estaban de vacaciones. Yo descansaba a lo mejor diez días, pero luego me entrenaba como un animal. Era delgado, me faltaban muchas cosas por mejorar, porque jamás me entrené hasta los 17 años, no entrené. Solo jugaba al fútbol los domingos y nada más. Eso es de locos. A veces me sorprende cómo pude ser jugador de fútbol con tan poca base. Mientras los niños de hoy en día se entrenan tres días a la semana, juegan, van a torneos… Mi caso no fue ese, yo estaba en un equipo súper modesto y que jugaba el domingo. Luego los viernes entrenábamos a las nueve de la noche, había viernes que éramos diez, otros que éramos veinte, nos duchábamos con agua fría y cosas del estilo. Y eso de entrenar es entre comillas, porque dabas cuatro vueltas al campo, peloteabas tres veces y ya te ponías a jugar a una pachanga. Cuando llego al Dépor, madre mía, me doy cuenta de que allí todo Dios volaba y yo, joder, delgado, dije, 'mi madre', aquí hay un mundo por delante.
Entonces aquel verano me pilla que todavía no tenía una buena base sólida para afrontar la alta competición, porque eso es todo un proceso. Llegaba de machacarme allí en el y estaba como como una moto. Mientras todos los demás tenían que remar yo ya estaba más que preparado para hacer de todo. Hice un torneo espectacular y bueno y nos reunimos allí en un piso creo que éramos cuatro personas más Charly Rexach y Johan Cruyff. Que me querían llevar para Barcelona. Luego habría charlas y demás pero reunión fue esa.
¿Cómo acabaste en el City? ¿Cómo fue aquella experiencia?
Casualidades de la vida. Txiki Begiristain me ofrece la posibilidad de estar allí en el sub 18 de ayudante del entrenador. Fue una experiencia única, cómo entrenar desde dentro, cómo preparar los entrenamientos, ver el funcionamiento de un equipo de élite, porque ya no solo son los entrenamientos sino todo lo que hay alrededor, oficinas, todo. Eso fue mi gran granito de arena en el fútbol base del Dépor. Todo lo que me aportaron en el City lo puse en práctica en Coruña. No fue un copia pega. Fue una mezcla del City y de lo que vi en Barcelona, lo que a mí me encanta del Barça, esa manera de entender el juego, esos entrenamientos, esa manera única, cómo se perfilan los jugadores, los juegos de posición. Yo cuando fui a Barcelona, a los cuatro meses no entendía nada. '¿Pero qué hacen?'. Hablando con entrenadores te van dando luz y al final empiezas a entender muchas cosas que ocurren.
¿Pasado el tiempo has llegado a una conclusión de por qué tan poco Fran en la selección?
Eso es muy fácil, primero porque Madrid y Barça están en otro nivel, compiten a nivel europeo, hay prensa, hay exigencia. Tú vienes del Dépor y siempre es más complicado. Entre eso y la época. Hoy iría mucho más a la selección, porque ahora se abrió el mercado y está todo más conectado. Y después también es evidente, la filosofía de juego en España ha cambiado muchísimo. Antes acudíamos a la furia, al jugador fuerte. Y de repente viene Luis Aragonés y dice 'eh, esto se acabó'. Y aparecen Xavi, Iniesta, Silva, Cesc, el otro y el otro. Eso no quita que haya unos complementos como Puyol y otros. Pero ¿dónde es fuerte realmente España? Cuando tiene el balón. Ahí eres muy fuerte, ahí eres posiblemente el mejor equipo del mundo. Si encajas que tienes uno por banda que es diferencial, otro que tiene una velocidad endiablada y luego tienes un goleador… y ya tengo todo. Yo creo que la identidad del jugador español, que es lo que yo dije en Coruña. Los mejores jugadores que han salido de Coruña, ¿quiénes fueron? Luis Suárez y Amancio. Teníamos que recuperar esa identidad. Cuando yo llego cuál era, hala venga, patada para arriba, pelear, defender… Y dije yo 'no, no, no'. El jugador de Coruña es un jugador habilidoso, técnico, vamos a aprovechar esas cualidades, somos fuertes con balón, somos muy buenos. A España le pasó igual. Nosotros somos peloteros. Venga Xavi coge el balón, a ver quién nos lo quita. 'Ta, ta, ta' y campeones de Europa, del mundo y de todo.
¿Con Clemente llegaste a hablar pasado del tiempo de por qué no te llevaba más?
Yo con Clemente muy bien. He coincidido no sé cuántas veces con él y yo respeto. Cada uno tiene su manera de ver el fútbol. Por eso el fútbol es tan grande. Yo también defiendo muchas veces a entrenadores que no sean de mi perfil.
Luego le sustituyó Camacho y él sí que intentó que jugáramos a otra cosa.
Sí, sí, es verdad, mucho más a otra cosa. Lo que pasa que la mala suerte hace que te toque una de las mejores generaciones de Francia y por un penalti, lo fallas y te vas para casa.