En LaLiga 'Hipertensión' se está gestando un milagro para la historia: "Me tatúo el Teide si es necesario"

Hace algo menos de un mes, publicamos un artículo por el que pedimos disculpas, a la par que reconocemos que volveríamos a publicar: "El descenso en Segunda División está cantado". Nos referíamos a tres de las cuatro plazas, ya que la última estará seguro en disputa hasta el final entre Eldense, Real Zaragoza, Sporting y compañía. Lo que no esperábamos para entonces es que el Club Deportivo Tenerife pondría en jaque cualquier tipo de estadística. O de lógica. Cuando nos saquen las capturas, si es que ocurre, nos ceñiremos al dato. Lo del club tinerfeño no está teniendo ningún tipo de sentido.

Cuando más desahuciados parecían, Álvaro Cervera se sacó de la manga un hilo de esperanza al que ahora se aferran con energía. Su afición tampoco les ha dejado de lado en un solo momento, adicta al resto de encuentros de los implicados, como si cada resultado fuera un vida o muerte. Antes de la disputa de la Jornada 35, con ocho partidos todavía por delante, el Tenerife tiene una complicadísima situación, ya que se encuentra a nueve puntos de la permanencia. Un escenario para el que sería muy fácil decir que es imposible darle la vuelta, si el fútbol fuera una ciencia exacta y no un conglomerado de situaciones, emociones y esperanzas.

Los de Cervera acumulan tres victorias consecutivas y cuatro en los últimos cinco partidos para aferrarse al imposible. Los nueve puntos son muchos puntos, pero la sensación que irradia el equipo es la de un bloque imparable, dispuesto a todo por lograr hacer historia. Y sí, historia, aunque eso llegará más adelante. Por el camino han ganado al Cádiz, al Granada y la más importante al Real Sporting en El Molinón. Vaya golpe en la mesa. Dentro de que en Segunda División no hay partido fácil, este fin de semana les visita el Burgos, en una especie de zona de nadie que les favorece a todos.

Volvemos al artículo en cuestión que es probable que nos acabe estallando en lacara. Para entonces quedaban doce jornadas para el final y el Tenerife estaba a 14 puntos de la salvación. Al dato nos ceñimos. Desde que se dan tres puntos por victoria en la temporada 1995-96, nunca nadie se había salvado con un escenario tan apocalíptico. Vamos un paso más allá: ningún equipo le había dado la vuelta a ocho puntos o más de desventaja. Los tinerfeños siguen nueve por detrás de la zona de permanencia y ya no quedan doce citas, sino tan solo ocho.

Las mayores hazañas de siempre las protagonizaron el Girona 13-14 y el Córdoba 17-18, que iban siete puntos a remolque. Así que sí, con la estadística en la mano este Tenerife tiene casi imposible salvar la categoría. Pese al clima de fiesta en la ciudad y las tres victorias consecutivas. Insistimos: si el fútbol fuera solo datos...

No hay nada mejor en un escenario así que dar continuidad al proyecto, hacer sentir a los de dentro y los de fuera que la confianza es total. Que ya no se pregunta "y si sí", sino que se pronuncia un "lo vamos a hacer". El Tenerife ha anunciado esta semana la sorprendente renovación de Álvaro Cervera para la próxima temporada, mucho antes de saber si el proyecto va a ser de Segunda División o de Primera Federación. Un gesto que hace pensar a todos que es posible lograr la machada. Una inyección de confianza. Algo que levantaría a cualquiera de la tumba.

El entrenador lo ha celebrado, augurando buenos presagios: "Esta renovación se da por el feeling que hay entre las dos partes. Se ha firmado antes de saber qué va a pasar. La razón principal es que aquí estoy como en casa, pero tampoco me gustaría dejar al club en una situación mala. Si bajamos me gustaría devolverlo donde yo lo cogí. En el futuro, creo que en Segunda División no va a haber un proyecto mejor que el del Tenerife".

Bajo un clima de optimismo generalizado en la isla, llega también la euforia de puertas para dentro. Edgar Badía, guardameta del equipo, pronunció el lema de guerra en comparecencia de prensa: "Estoy convencido de que lo podemos conseguir". Y celebró de paso la continuidad del míster: "Creo que va a lograr cosas muy bonitas y espero que la primera sea este año conseguir esa permanencia. Es una gran noticia para el club y obviamente ahora que nos lleve a lograr esa permanencia que tanto buscamos".

Ese "que tanto buscamos" como alimento para una plantilla voraz, ansiosa, deseosa de hacer historia y conseguir algo que jamás ha ocurrido, con la lógica y los números en la mano, en nuestra querida LaLiga 'Hipertensión'. Cierra: "Me voy caminando con Aitor Sanz a Candelaria o me tatúo el Teide si es necesario". Toda una declaración de intenciones.

El club, en la misma onda, ya ha popularizado un hastagh de altura: "Yo creo". Ahora, les toca cumplir en el campo.