El Mirandés, "la mili" del fútbol español: "No hay fiesta, aquí se hacen hombres"
La infraestructura y la apuesta por los cedidos con potencial convierten al equipo rojillo en un hueso duro de roer en Segunda.

Con menos de diez pubs y tan sólo dos discotecas, el fútbol tiñe de rojo las nubes de Miranda de Ebro. No es tarea sencilla, pero ni la lluvia ni el frío, comunes en este municipio, han conseguido opacar el éxito del Mirandés. Va más allá y cada vez llega a más gente. Es una ciudad pequeña, pero con encanto: buena, bonita y barata, dicen. Nada es casualidad y allí lo han interiorizado a la perfección: cedidos con potencial, entrenadores que apuesten por los jóvenes y un rendimiento cada vez más contrastado que refuerza una idea que ya es esencia. "Los jugadores que llegan no eligen el Mirandés por dinero, sino por su proyecto deportivo. Allí los cedidos son las estrellas, no hay egos, no hay presión... Es el contexto perfecto para los jóvenes, sobre todo por lo de la presión. Normalmente, suben una o dos categorías y llegan a un equipo en el que se nota menos el cambio", cuentan.
Este curso, el Mirandés marcha decimoquinto con 18 puntos (consulta aquí cómo va la clasificación de LaLiga HyperMotion). Puede que haya más nubes que otras veces, pero este año el objetivo es el mismo: mantener la categoría, competir de tú a tú a todos los equipos y ayudar a los más jóvenes en su formación. Por eso no es casualidad que jugadores con potencial que militan en los filiales del Real Madrid, Barça, Atlético, Real Sociedad o Athletic Club elijan Miranda de Ebro como primer destino en el fútbol profesional.
"Son atrevidos a la hora de tener tantos cedidos, pero también en los entrenadores. No es fácil gestionar eso y, a veces, cuesta entenderlo. La apuesta por Alessio Lisci (entrenador actual) es arriesgada, pero ahí está, respondiendo y sacando resultados", explican. El técnico italiano, que llegó en verano a Anduva, tan sólo contaba con una única experiencia en el fútbol profesional: entrenador interino del Levante en la 21/22.
"Allí van a hacerse hombres, a hacer la mili... Otra de las claves es que no hay fiesta"
En verano, el Mirandés incorporó un total de 20 jugadores (doce de ellos, cedidos) y prescindió de 19 (diez de ellos por fin de préstamo): "Es un equipo nuevo cada año. Gestiona tú eso si puedes... Pero sí, les suele salir bien y los jugadores se sienten cómodos. Son las estrellas, los mejores y de mayor nivel".
Futbolistas como 'Roro' Riquelme (Atlético de Madrid), Camello (Rayo Vallecano), Vivian (Athletic Club), Guridi (Alavés, "en el mercado de invierno, en diciembre, salí cedido al Mirandés y me ayudó muchísimo"), Raúl García de Haro (Osasuna), Antonio Sánchez (Mallorca) o Iván Martín (Girona) han brillado en el Mirandés durante los últimos años. Pero el éxito va más allá: la dirección deportiva es otra de las grandes artífices de un modelo cada vez más 'replicado'. "Con Chema Aragón antes y ahora con Alfredo Merino es una idea cada vez más completa. Alfredo estuvo en la cantera del Madrid como jefe de scouting y sabe dónde y a quién fichar. Lo ha hecho con Pablo Ramón y con Luis López este año", indican.
La cercanía de Miranda de Ebro con Bilbao, San Sebastián y Vitoria-Gasteiz ayuda y fomenta que jugadores de la cantera de Athletic, Real Sociedad y Alavés lleguen como cedidos a Anduva: "Miranda y Vitoria, sobre todo, están a un palmo. Es un modelo contrastado. Probaron, les va bien y repiten". No por proximidad, pero sí por similitudes en la política de fichajes, el Girona también ha encontrado allí una vía para curtir a sus promesas: "El Girona es en Primera lo que el Mirandés es en Segunda. Gabri Martínez, por ejemplo, este año la está rompiendo".
"El ambiente que se genera en el vestuario del Mirandés es de hambre y ambición"
Futbolista del Girona"El ambiente que se genera en ese vestuario es de hambre y ambición. Los resultados ya se han visto. Muchos jóvenes de grandes canteras se han ido cedidos al Mirandés para terminar de explotar en Segunda y tener la oportunidad de volver al primer equipo de sus clubes o en algún otro Primera. A mí, Chema Aragón (director deportivo) y José Alberto (entrenador) me dieron la confianza que necesitaba para una nueva categoría. Eso lo hizo mucho más fácil", reconoce Iván Martín, centrocampista del Girona, a Relevo.
"La gente no va por dinero. Es un salto intermedio entre los filiales, que se les quedan pequeños, y un Primera, que puede ser más difícil. Van a hacerse hombres y a hacer la mili", añaden. Fruto de la política de fichajes y de la apuesta por los jóvenes, la revalorización de los futbolistas es otro de los aspectos clave. 'Roro', ahora en el Atlético de Madrid, anotó 8 goles y repartió 12 asistencias durante su etapa en el Mirandés. Una situación similar vivió Camello, también canterano colchonero ahora en el Rayo Vallecano: 15 goles y 4 asistencias en una temporada en Anduva. El valor de Riquelme cuando fichó por el Mirandés era de 1,5 millones y, ahora, supera los 18 kilos. Por otro lado, el valor del 34 rayista era de dos millones cuando llegó a Anduva y, una vez finalizada su cesión allí, osciló los seis o siete.

"Otra de las claves que explican el éxito del Mirandés es que es una ciudad tranquila en la que no hay fiesta. Y eso los futbolistas lo saben. Es una distracción menos, una de las más importantes, posiblemente la que más. Tienen paciencia con los chicos y apuestan por un fútbol bonito y atractivo, que es a lo que suelen estar acostumbrados en los filiales", explican.
La buena relación con los clubes, la apuesta por los cedidos con potencial, la falta de presión, de fiesta y de distracciones, y la política de fichajes del club explican dónde nace y por qué se mantiene el éxito del Mirandés cada año. Arriesgado y contrastado a partes iguales, los protagonistas también ponen en el foco que "se come de puta madre". Sea como fuere, es de todo menos casualidad.