En el momento justo y en el lugar exacto, por eso son los mejores

Antes de nada, tengo que confesar que a esta contra crónica la iba a titular "El escorpión y la anguila", pero tras revisar una y otra vez el remate que hizo famoso a René Higuita, no consigo convencerme: el espuelazo de Stoichkov para el empate del Eibar es un gran gol, pero no un escorpión. Ni está de espaldas ni con los dos pies en el aire. Es una virguería, pero hay que asumir que la realidad a veces nos fastidie el titular.

Tanto el gol del gaditano como el del Alavés, llegaron de un saque de banda. Fue un partido con media mitad para cada equipo. En la primera, Luis Rioja tuvo opciones de rematar la faena para los babazorros mientras olía sangre por su perfil zurdo. En la segunda, Jon Bautista y Aketxe dieron otro aire al Eibar, hasta que los de Garitano se quedaron con diez. Todo queda abierto para Mendizorroza.

¿Y para el Ciutat de Valencia? La remontada del Levante en Albacete deja la eliminatoria muy bien encarrilada a los de Javi Calleja. En el 1-3 buena culpa la tuvo a quien en la mencionada idea inicial íbamos a denominar la 'anguila'. Tal vez no sea muy original, pero se aproxima ese escurridizo Jorge De Frutos. Fue de menos a más tirando quiebros y cambios de ritmo, para marcar dos goles y demostrar que los grandes jugadores aparecen en momentos clave. Al Albacete le tocará pensar en una proeza, como aquella que le llevó a Segunda División desde Primera RFEF el pasado verano cuando logró dar la vuelta al electrónico ante el Dépor en Riazor. Por antecedentes como ese, aquí ni el Levante ni nadie se fían de nada.

"Para el jueves no, pero para el domingo sí que tendremos que buscar frescura en el equipo, si llegamos a la final. El que pase la eliminatoria, Alavés o Eibar, no va a llegar a la final en las mismas condiciones. Nos iremos a dormir a las dos de la mañana del viernes. No tendremos ni 72 horas de recuperación. El partido en Vitoria es el jueves y el del Levante contra Albacete el miércoles, no es igual. Esas cosas habría que mirarlas". Así de contundente se mostró Luis García Plaza, entrenador del Alavés, tras el choque de Ipurua. Una reflexión interesante para velar por la máxima igualdad.

Con Venancio, Imanol, Lasure y Ríos Reina sancionados o lesionados, a Gaizka Garitano le tocaba hacer encaje de bolillos para construir su línea defensiva en la ida. Frente al Alavés, metió a Sergio Álvarez por la derecha y cambió a Álvaro Tejero de banda para jugar por la izquierda. Por si el rompecabezas tuviera pocas aristas, en el choque de vuelta, el Eibar se quedará también sin Anaitz Arbilla. Ausente el capitán, el jueves le tocará jugar a Chema Rodríguez en el centro de la zaga y rezar porque a nadie más le pase nada.

Se ha desatado cierto roce entre Albacete y Levante por un comentario del técnico manchego en rueda de prensa previa al playoff, que algunos consideraron como preferencia por medirse a los granotas en semifinales. Al finalizar el choque del primer partido, ya en las eliminatorias, le han preguntado por el asunto a Javi Calleja. Confesó el técnico levantinista que les llegó a molestar porque "cada uno tiene sus preferencias, pero se notaba demasiada alegría, parecía que el Levante era un chollito", aunque enseguida matizó que en el Belmonte le habían contado el contexto y cómo "de lo que nos llega a lo que era, a lo mejor fue diferente". Albés, entrenador del Albacete, dio su punto de vista en la Cadena SER y replicó que nunca había puesto en su boca ningún desprecio ni nada similar acerca del Levante. Repreguntado sobre una posible mala interpretación, fue más duro: "No es una mala interpretación, sino algo hecho a propósito desde allí", zanjó el técnico.

Cuando los técnicos hablan de que estas eliminatorias las deciden detalles, al común de los mortales puede costarnos verlo reflejado en ejemplos sencillos. Sin embargo, el fútbol de vez en cuando nos los sirve en bandeja. Hubo un par en Ipurua y costaron dos goles. Fueron de esos que enfadan a los entrenadores: simples saques de banda. La media vuelta de Sylla y el estiloso taconazo de Stoichkov revientan multitud de horas de entreno. ¿Cómo se evita desde el banquillo que un balón lateral lanzado con las manos bote en el área pequeña? También en el Carlos Belmonte hubo media ración de acierto y otro tanto de infortunio. Aunque Brugi, De Frutos o Montiel tiraron del carro en los instantes más duros, la igualada llegó al marcador en un rebote imposible de prever en la caseta. A veces se nos olvida que el fútbol es un juego de aciertos y errores donde, eso sí, los mejores suelen aparecer en los momentos más complicados.