El Oviedo se acerca a Primera tras cortar la racha de un Espanyol que salió vivo del Tartiere

Oviedo.- "¿Y si, sí?", Se oía por los pasillos del Tartiere después de que el Oviedo cortará la racha de 18 partidos sin perder del Espanyol para dar un paso de gigante en su intento de regresar a Primera. Un gol de Alemao tras un error de Joan García provocó el delirio en una ciudad que lleva varias semanas en éxtasis y que está a un solo partido de subir. La mejor noticia para su rival, pese a perder la ventaja en caso de empatar en su campo, es que ha salido vivo de su visita a la capital del Principado, pues terminó el encuentro colgado del larguero y pidiendo la hora, después de que el árbitro invalidara el 2-0 de Masca que el estadio celebró como si fuera el mismo ascenso.

Quiere el Oviedo poner fin a casi un cuarto de siglo de travesía en el desierto. Y es que mañana lunes 17 de junio se cumplen 23 años del último partido que disputó el conjunto asturiano en Primera División, en 2001. Puso todo de su parte la afición para lograrlo, en los aledaños del Tartiere y ya dentro del estadio, donde se vivió un ambiente de Primera. El 'Volveremos', himno oficioso de los carbayones, interpretado en directo por el propio Melendi hizo llorar a más de uno, también al propio cantante ovetense, emocionadísimo. Piel de gallina también con el el mosaico en la grada que puso el colofón a una previa que arrancó horas antes con un recibimiento infernal al autobús de los jugadores.

Acalló el Espanyol el ambientazo del Carlos Tartiere, en ebullición desde el pitido inicial, cuando todavía no se habían cumplido los 120 segundos de partido, como ya hizo en la caldera de El Molinón. Y como en Gijón, la ocasión, clarísima, no terminó en gol. En este caso fue Jofre Carreras el que cruzó en exceso una asistencia de Braithwaite, habilitado por Aguado -novedad en el once-, tras una gran conducción del excentrocampista del Valladolid.

Otra vez, Manolo González ordenó una presión alta sobre la salida de un Oviedo acostumbrado a proponer más que a jugar en largo, sobre todo desde la llegada de Carrión. También el conjunto local apretó arriba, lo cual provocó que se jugará en un espacio de campo reducido y que los 29.297 que llenaron el Tartiere disfrutaron de un buen espectáculo futbolístico, mucho mejor que el que vieron hace una semana ante el Eibar. La primera del Oviedo llegó con una carrera por banda diestra de Viti, que acabó disparando contra el lateral de la red.

Volvió a rugir el Tartiere para reclamar un penalti sobre Alemao, presuntamente derribado dentro del área cuando encaraba a Joan García después de que el delantero brasileño se fuera de media defensa del Espanyol, que defendió muy mal la acción. Corría el minuto 15 y claramente el Oviedo, mucho más intenso que su rival, ya había volteado el arranque eléctrico de los pericos.

Antes del descanso; contratiempo para Carrión, que tuvo que dar entrada a Dubasin en el sitio de Paulino, lesionado. El futbolista de Santander abandonó el césped con las manos en la cara y lágrimas en sus ojos. Terminó el primer acto entre imprecisiones de unos y otros, y con la mejor del Oviedo: el disparo de Sebas Moyano desde la frontal se fue rozando el palo de un Espanyol, que, visto lo visto, podía dar por bueno el empate.

Si bien el Oviedo arrancó dominando también la segunda parte, golpeó primero el Espanyol con un ataque rápido que Aguado no supo resolver bien. Respondió Alemao con un chut desde su casa que detuvo Joan García sin problemas y replicó Viti mandándola a las nubes. Metro a metro, fueron imponiendo su ley los de Carrión ante un rival precipitado, que llegaba a tres cuartos, pero que no encontraba la pausa para decidir bien.

No lo veía claro Manolo González, que al cuarto de hora de la segunda parte, hizo tres cambios de golpe y pasó a una defensa de tres centrales. Entraron Nico Melamed, Sergi Gómez y Salvi Sánchez por Aguado, Jofre Carreras y Javi Puado. En el Oviedo, Masca y Bretones entraron por Moyano y Pomares. Se mantuvo en el césped Óscar Gil, recambio del sancionado Omar El Hilali, y casi marca con un centro que se le envenenó a Leo Román. De inmediato contestó Masca que, tras una gran combinación con Alemao, disparó, obligando a Joan García a hacer una gran estirada para evitar el 1-0.

Y a falta de 20 minutos, explotó el Tartiere. Centro de falta lateral que Joan García agarra y, pensando que iba a meterse con el balón dentro de la portería, la empuja hacia el corazón del área en una acción rocambolesca. No la pudo despejar la defensa y Alemao, el más rápido, la empujó a la red para el delirio de los carbayones, muy cerca que nunca de regresar a Primera.

Casi lo deja el Oviedo visto para sentencia con un cabezazo a la red de Masca a centro de Dubasin que desató la locura de nuevo, pero que el árbitro anuló por fuera de juego, por un pie. Se quejó muchísimo el Tartiere, que no entendió la decisión del colegiado. Y puede dar gracias el Espanyol, pues, pese a caer derrotado 18 partidos después, en el rush final del Tartiere bien podría haber salido con un resultado mucho más amplio en contra. Le basta con ganar de un gol en Cornellà-El Prat para subir. Queda todo abierto.