Pezzolano carga contra su propia grada: "Nos está faltando una afición competitiva"

Pezzolano y la afición del Real Valladolid han tenido un nuevo desencuentro que ha acabado con el técnico cargando con dureza contra el comportamiento de la grada en sala de prensa. En la primera mitad, Anuar comenzó a sangrar sin parar y, ante un posible cambio, el entrenador llamó rápidamente a Moro a calentar. Después, él mismo se retracta y manda a la banda a Lucas Rosa.

Fruto de la tensión del momento, Pezzolano indica a los dos jugadores que realicen ejercicios de calentamiento. Y una vez que se confirma que Anuar tiene que abandonar el terreno de juego, entonces decide que es Lucas Rosa el futbolista que debe entrar al campo. Algo que no gustó a algunos aficionados, que se pudieron a gritar que el indicado para defender la camiseta del Valladolid era Moro y no el finalmente elegido.

Al técnico no le hizo ninguna gracia lo que había ocurrido, se dio la vuelta y empezó a hacer gestos a la grada, en busca de que la gente se enchufara y alentara a los suyos en un partido decisivo por el ascenso directo. Y la realización mostró a algunos seguidores responderle con una peineta... Un clima de tensión momentáneo que no debería ocurrir con el equipo aspirando al liderato y contra un rival directo por ocupar una plaza de privilegio.

Ya en sala de prensa, Pezzolano comenzó y acabó su discurso relatando por qué se decidió por Lucas Rosa: "La explicación es sencilla. Yo solo sé lo que trabajan durante la semana y los minutos que puede tener cada uno. (...) Lucas Rosa hizo un excelente partido. Si yo meto a Moro, quizás para el partido que viene le perdíamos. Eso solo yo lo sé".

Pero lo interesante de su discurso llega en el ecuador, cuando recriminó a su propia hinchada la actitud, no solo de este partido sino a lo largo de la temporada. Una reacción que ya ha tenido numerosas críticas en redes sociales: "Estoy cuidando al jugador. La afición que me grite a mí, que venga, no pasa nada. Pero cuando gritan que entre otro jugador, cómo entra el que va a entrar, un jugador de la cantera, un jugador joven. Lo que está faltando es ese sentido y ese ser competitivo desde fuera".

Y concluye: "En vez de estar pensando lo que hace el entrenador o tu jugador, estar pensando en lo que hace el árbitro y los rivales y estar empujando. Esa afición competitiva nos está faltando, en vez de estar viendo cuando entra un jugador de 21 o 22 años de la cantera y están gritando que entre otro. Cuando viene Lucas Rosa tenía que levantarle la moral porque era él el que tenía que entrar". Un rotundo discurso que evidencia que las aguas no están calmadas, pese a la brillante situación del equipo.