Solo una victoria entre los ocho primeros, así es la igualdad en Segunda

La escalera hacia el ascenso es maravillosa. Una secuencia perfecta de punto en punto, donde Burgos y Alavés comparten peldaño, aunque los castellanos se asoman al ascenso directo por mejor diferencia de goles. Hasta la novena plaza cualquiera puede aspirar a meterse entre los elegidos. A punto de finalizar la primera vuelta, la categoría de plata responde una vez más a ese requisito de igualdad que la convierte en única.

Entre los candidatos, ha sido el Granada el encargado de poner punto y final a la cita intersemanal. Los de Paco López comenzaron apabullando, pero el acoso no se convirtió en derribo y Rubén Castro dio la réplica demostrando que todavía quedan muchos goles en sus botas. Su zapatazo lo igualó otra de las estrellas de nuestra Liga, José Callejón. Por fin lograron los nazaríes marcar a domicilio, después de ocho jornadas, pero siguen lastrados por el pobre bagaje de un solo triunfo foráneo. Entre el diluvio, sobrevivió el Málaga y tuvo sus opciones de ganar. El sabor del punto es lo de menos, hace falta más y todas las miradas se dirigen a la lucha vital la próxima jornada en Ibiza.

Se medirán a un conjunto balear colista, pero reactivado. En dos partidos al frente, Lucas Alcaraz a punto estuvo de ganar el primero y se ha llevado el segundo. Reencuentro con la victoria dos meses después. De penalti y en el 94 frente al Racing de Santander. Los cántabros jugaron muchos minutos con uno menos por expulsión de Gassama y fue una muy polémica mano la que les arrastró a los once metros y a la cuarta derrota seguida. Su entrenador, Fernández Romo, puso el grito en el cielo por la actuación arbitral.

Tuvo en sus manos el Burgos aprovechar la ocasión de tocar el liderato. El golazo de Gaspar Campos lo acercó a la punta de los dedos, pero remontó el Eibar con Zinedine Zidane pendiente de su hijo Luca en la portería armera y disfrutando de la emoción del duelo en el Plantío. El disgusto deCalerocon el VAR fue de órdago.

Con tanto intento fallido, le llegó la opción al Levante de dar el zarpazo y colarse en ascenso directo. Pero a estas alturas todo el mundo se la empieza a jugar y la Ponferradina echó el frenazo a los de Calleja con David Gallego sumando en el Ciutat de Valencia su primer punto, un punto de prestigio.

En el que pudo ser el mejor partido hasta el momento de la etapa Cervera, el Real Oviedo se fue a por la UD. No ganó la estadística de la posesión, que tampoco le interesaba, pero sí otra que no se refleja en porcentajes: el control del partido. Combinó la pelea por el esférico con la variable de la intensidad de principio a fin. Borja Bastón con un balón al travesaño pudo echar en la cuenta carbayona tres puntos y a los de García Pimienta les tocó resistir con diez por la expulsión de Loiodice. Saber sufrir también asciende y Las Palmas sigue líder.

Tal vez echó de menos esa intensidad en la disputa el Alavés en Tenerife. Sin Salva Sevilla o Abqar no fue ese equipo que siempre llega antes a todo. Un apurado conjunto chicharrero apretó más y supo recomponerse tras el penalti fallado por Enric Gallego. Después, el delantero catalán dio una asistencia a Teto en forma de control largo y marcó el segundo. Metió Sylla al Glorioso en el partido, pero fue demasiado tarde.

Los golazos compensaron a los que a toda prisa tuvieron que llegar a Butarque con los penaltis de la Selección española  en el móvil. Entre lamentos mirando a Catar, fue José Arnaiz quien avisó de que la jornada en Segunda había comenzado. Tras el slalom del talaverano, los de Etxeberria dieron la vuelta al marcador con un obús maravilloso de Roberto López y el oportunismo de Juanlu. Raba igualó con clase un duelo donde merece la pena repasar los goles y que acabó con un lateral de portero en la meta jabata.

Ni chicha ni limoná en el Belmonte. Solo un disparo de Fran Álvarez para el Alba y un remate de Gueye para el Zaragoza pusieron algo de picante a un partido muy soso.

Tampoco estaba para florituras el Huesca y consiguió derrotar al Andorra de penalti. Todo está tan ajustado que los de Ziganda alcanzan al conjunto de Eder Sarabia. En un día se pasa de mirar al pozo a buscar el cielo.

Por eso la Mareona sabe que todo es posible, más allá de que nunca falla a los suyos. Dos mil quinientas gargantas asturianas vibraron en el Anxo Carro. Su aliento fue imprescindible tras la expulsión de Pablo Insua. La rabia de Zarfino en el gol, la celebración de Abelardo y la foto de equipo en el fondo fueron una inyección de adrenalina en Lugo.

"Dimito de la defensa del VAR". Así de contundente se mostró Julián Calero, entrenador del Burgos, en sala de prensa. Un codazo a Bermejo y un posible penalti a Curro Sánchez hicieron saltar al entrenador blanquinegro. Reclamó una revisión del procedimiento y una nueva explicación, "como si fuésemos colegiales", dijo. Claro, contundente y dando siempre por delante la enhorabuena al Eibar por su victoria, sus comparecencias no dejan indiferente.

Rueda de prensa Calero:

Tener claro lo que debes hacer, no es nada sencillo. Mantenerlo mientras nadas contracorriente, es aún más difícil. Reconocer tus virtudes, pero sobre todo tus defectos, es básico para avanzar. "Hagamos lo que sabemos hacer" repitió en el Cádiz una y otra vez, por muchas críticas que le costara. En el Real Oviedo lleva ocho partidos, con cuatro victorias, dos empate y dos derrotas. El equipo va a más y ya son cinco choques sin perder, un solo gol encajado y el regreso del optimismo al Tartiere. Un paso adelante que le sirvió incluso para discutir el balón a Las Palmas.

Los abrazos y las felicitaciones de tus compañeros cuando pitó el árbitro fueron lo mejor del partido en el Belmonte. Volviste en el minuto 77 después de año y medio sin jugar. He tenido que buscar cuál fue tu último encuentro hasta esta jornada, nada más y nada menos que el 23 de mayo de 2021 en Palma, contra el Mallorca. 18 meses fuera y con el cartílago de tu rodilla derecha amenazando tu carrera. El abrazo de Jaume Grau o Lluis López en cuanto el árbitro hizo sonar el silbato fue un merecido: "Bienvenido de nuevo".

La estela de Haissem Hassan es difícil de seguir. Galopa por la banda derecha con la pelota pegada a la bota izquierda como si llevara un imán. Se mueve a gusto en el lado contrario a su pierna natural y combina requiebros con bicicletas con la precisión de un cirujano. Frente al Cartagena, dio una exhibición que culminó con la asistencia en el gol de la victoria. Se curtió en el Mirandés y rompió más de una cadera. Si la temporada anterior llamaron con fuerza al primer equipo Álex Baena o Jackson, en esta Hassan quiere tira la puerta.