REAL ZARAGOZA-ANDORRA

La tensión en La Romareda por la nieve acaba en partido suspendido... con aficionados en el estadio

Una intensa precipitación cubrió el campo de nieve e impidió el fácil acceso de los aficionados al estadio. El partido se jugará hoy sábado a las 16:15 horas.

La nevada en Zaragoza./EFE
La nevada en Zaragoza. EFE
Jonás Pérez

Jonás Pérez

El Real Zaragoza-Andorra no se jugó pese a que se aseguró que sí primero debido a las intensas nevadas que han caído en las últimas horas sobre La Romareda. El encuentro, planificado para este viernes 19 de enero a partir de las 20:30, se atrasó primero y se suspendió después tras la inspección del terreno de juego por parte del colegiado Germán Cid Camacho y sus asistentes. A algo más de una hora de la disputa del encuentro, llegó a la instalación un improvisado tractor para limpiar el terreno de juego. Mientras, como apuntaron medios locales, no dejaron pasar a los medios hasta 45 minutos antes del presunto arranque, mientras se trabajaba en quitar la nieve. Los aficionados no tienen noticia alguna y fue el Andorra el que confirmó que el partido se aplazaba. Algunos seguidores fueron llegando, hasta que de nuevo el club fue el que confirmó la suspensión definitiva.

El club andorrano se había desplazado con total normalidad hasta Zaragoza para la disputa del encuentro y, de hecho, hasta dos horas antes del arranque no había noticia alguna de su posible suspensión. La nieve comenzó a caer en la ciudad a lo largo de este jueves y cuajó por las bajas temperaturas y la enorme cantidad de precipitación. Así hasta llenar por completo la instalación de La Romareda, incluidos asientos y, por supuesto, el terreno de juego.

Algunos operarios trataron de quitar nieve, pero la constante precipitación hacía imposible la disputa del partido en el verde. Como mucho, sobre el blanco. Por ello, trataron de despejar las líneas, aunque resultaba insuficiente por la enorme cantidad caída sobre el campo y la incertidumbre ante una nevada que no cesaba ni tenía previsión de cesar de manera inmediata. Todo hasta la llegada de un tractor y del trabajo intensivo de los allí presentes.

Mientras los árbitros observaban el terreno de juego, a los clubes no les quedaba otra que hacer acto de presencia y esperar acontecimientos. Así lo hizo el Andorra, que llegó en torno a una hora y media antes del pitido inicial que finalmente sí se producirá. El Real Zaragoza, unos minutos más tarde. Más allá de lo que dificulta exclusivamente a los futbolistas, la situación de la ciudad tampoco ayudaba a la correcta disputa del encuentro.

La acumulación de nieve provoca también que haya carreteras cortadas y que se haya recomendado a los ciudadanos no coger el vehículo. El Ayuntamiento de Zaragoza establece una serie de pautas en su página web como no utilizar coche privado, evitar desplazamientos innecesarios o evitar las zonas arboladas de la ciudad.

Unas condiciones incompatibles con el desplazamiento de los aficionados a La Romareda, a la par que el campo tampoco se encuentra en un estado que permita la disputa de un partido de fútbol al máximo nivel. La nevada en Zaragoza ha dejado imágenes preciosas en torno al mítico estadio, pero no una situación acorde con la programación del partido ante el Andorra. Aun así, el trabajo a contracorriente de máquinas y operarios había permitido la disputa del encuentro. Sin embargo, pasaban y pasaban los minutos y no se terminaba de ir la nieve, lo que llevó a los colegiados a tomar la decisión definitiva de suspender el duelo por las dificultades de retirar todo lo caído sobre el césped.

Fue en torno a las 20:45, cuando ya cientos de aficionados habían llegado al estadio y ocupaban su sitio esperando novedades. El club abrió las puertas para ellos, ya que LaLiga buscó hasta el último momento que se jugase. Finalmente, no fue así, y al filo de la una de la mañana del sábado 20, la Jueza de la RFEF fijó una nueva fecha para disputar el choque: será este mismo sábado a las 16:15 horas.