Víctor Fernández y una Jornada 36 más tensa que ¡su final de Copa de hace 30 años!: "Me está robando salud"
El técnico del Real Zaragoza comparó el título copero con el derbi: "30 años después me veo metido en una batalla que no nos corresponde por historia ni por nada".

Pocas veces se escucha una rueda de prensa con tantos aires de sinceridad como la que ofreció Víctor Fernández tras la victoria del Zaragoza ante el Huesca en El Alcoraz. El técnico, un habitual en hablar sin tapujos ante los medios de comunicación, reconoció que la situación por la que pasa el equipo le está quitando la salud. Y eso que ya llueve menos. El equipo aragonés suma ya 45 puntos y acaricia la permanencia, en 13ª posición y con ocho puntos de ventaja con respecto a la zona actual de descenso.
Sin embargo, Víctor Fernández lo vive tan intensamente que respira tras un triunfo, sin olvidar la tensión que ha vivido: "A mí personalmente me está robando salud, lo digo claramente. Me está robando salud porque algo que no me debería ocurrir con 63 años y después de haber vivido miles y miles de batallas... Estoy viviendo los partidos con demasiada tensión, pasión y sentimiento. Eso no es bueno para la salud".
Pero hay más. El técnico ha recordado que justo hace 30 años que el Real Zaragoza disputó la final de la Copa del Rey frente al Celta de Vigo y precisamente aquel día no fue tranquilo. Él ya estaba en el banquillo y sufrió, como todo el zaragocismo, en un partido parejo que se resolvió en la tanda de penaltis. En ellos, Alejo Indias falló y el equipo terminó levantando el torneo en uno de sus mayores éxitos de toda su historia.
¿Y qué relación guarda aquel Celta-Zaragoza con el derbi oscense de este sábado? Víctor Fernández al habla: "Ahora me recordaban que hoy hacía 30 años que el Zaragoza jugaba una final de la Copa del Rey conmigo como entrenador y con Belsué de artista en el campo. 30 años después me veo metido en una batalla que no nos corresponde por historia ni por nada. La he vivido, si me vas a permitir, con más tensión, más desgaste y más nerviosismo que aquella final de la Copa del Rey".
Ha llovido desde entonces, pero el entrenador del Real Zaragoza sigue siendo el mismo. Es Víctor Fernández, un clásico del fútbol español que vive ahora su cuarta etapa en La Romareda... ¡en cuatro décadas distintas! Llegó el pasado 11 de marzo para salvar a un equipo inmerso en una mala racha de resultados y se comprometió por la presente temporada y una más. Y no se le cayeron los anillos.
El técnico había dirigido entonces 419 partidos con el club y su primera aventura comenzó en 1991, cuando apenas tenía 30 años. Ahora, con 63 incluso se preocupa por el impacto que pueda tener en su salud tanta tensión... Algo que podría llegar a controlar, por todas sus experiencias vividas: una clasificación para la Europa League, una final copera perdida, otra ganada, la Recopa de Europa de 1995, otra clasificación, rozó el ascenso...
Algo que no le ha impedido bajarse al barro y cruzar los dedos porque su equipo mejore: "¿Qué espero a partir de ahora? Que se alivie la tensión y que crezcamos un poco más como equipo, que tenemos muchas cosas que mejorar, es innegable. No somos capaces de hacer un partido completo. Sí somos capaces de ganar fuera de casa, que ya es algo. Hoy el rival se ha dejado la vida".
Pese a que los resultados acompañan y el equipo tiene un importante margen para con el descenso a estas alturas, él aún no respira tranquilo: "A seguir sumando porque la soga está en el cuello todavía. Lamentablemente es así, te aprieta menos que antes de jugar el partido, pero la tenemos puesta en el cuello. Hay que pensar en sumar porque esto es un infierno, la verdad". Es lo que tiene vivir cada partido como una final, por el sentimiento que le une al Real Zaragoza y que jamás se desprenderá de él. Su salud continúa intacta, pese a la tensión. Un motivo para festejar en la ciudad, con un nuevo triunfo en un tenso partido ante el Huesca.