El desfasado balance del PSG: 370 millones perdidos en la 21/22
El nuevo contrato de Mbappé se encuentra detrás del agujero del club parisino, según desvela 'L'Équipe'.

Las polémicas extradeportivas no dejan de sobrevolar el Parque de los Príncipes. Según una información desvelada por L'Équipe este sábado, el PSG presentó 370 millones de euros de pérdidas la temporada pasada, lo que ha provocado que la UEFA le imponga una sanción de 10 'kilos'. El diario francés apunta que el principal motivo del balance negativo de los parisinos reside en el nuevo contrato de Kylian Mbappé.
El delantero firmó una renovación récord en el mes de mayo y, en contra de lo que suele ser habitual, el PSG ha decidido contabilizar entre los gastos del curso 21-22 un tercio del salario de Mbappé durante las tres próximas campañas. Según Le Parisien, la remuneración de la estrella de Bondy durante ese período asciende a los 630 millones.
La UEFA, traslada un especialista en cuestiones financieras citado por L'Équipe, ha autorizado la manera de proceder del club galo... aunque le castiga con 10 millones por sus elevadas pérdidas. La primera propuesta de sanción fue de 65, pero 55 estaban exentos de cumplimiento salvo en caso de reincidencia. Tras una negociación entre la entidad francesa y el organismo presidido por Aleksander Čeferin, ambas partes acordaron la rebaja de la multa con una condición: que los parisinos no excedan un déficit máximo de 60 millones en resultado neto en las tres próximas temporadas.

Más de 1.000 'kilos' de presupuesto
En lo puramente deportivo, el cuadro galo volverá a pelear este curso por cumplir la obsesión que le persigue desde hace una década:alzar la Champions. Y queda claro que por desembolso no será. En la 21-22, la masa salarial de su plantilla alcanzó los 600 millones de euros y su presupuesto de funcionamiento superó los 1.000. El campeón de Francia ingresó unos 700 millones (el mejor registro de su historia) y se espera que esta temporada sus ganancias se sitúen por encima de los 800.
El pacto con la UEFA, eso sí, obligará al club de propiedad catarí a rebajar los sueldos de sus jugadores de forma progresiva hasta que no suponga más de un 70% de los ingresos en la campaña 25-26. Además, los galos tendrán que dar cuenta de su situación financiera a la máxima institución del fútbol europeo cada seis meses.