"Un entrenador casi pierde un ojo y la única lección es que la culpa es nuestra..."
Vincent Ponsot, director de fútbol del Lyon, mostró su indignación tras la reprogramación del partido ante el Marsella y las exigencias que han hecho a su propio club.

Francia tiene un problema con los ultras y no parece estar en disposición de abordarlo y mucho menos de combatirlo. El Comité Disciplinario se declaró incompetente a la hora de establecer una sanción al Marsella por los lamentables incidentes ocurridos en la previa entre el club y el Lyon. Entonces, los ultras locales lanzaron objetos sobre el autobús visitante y una lata de cerveza impactó sobre el ojo del entrenador Fabio Grosso, pudiendo acarrear graves consecuencias sobre su salud.
El organismo francés decidió que no debía tener castigo por no haber sucedido dentro del estadio. Algo que indigna profundamente a Vincent Ponsot, director de fútbol del Lyon: "Esto nunca ha sucedido en Francia. No podemos dejar de observar la situación y la comisión tiene todas las herramientas para aprovecharla. El artículo 129 del reglamento general establece que todos los clubes son responsables del comportamiento de sus aficionados".
También reflexiona que son ellos mismos los que deben velar por la seguridad, sin que el artículo hable de "territorialidad". De hecho, añade: "A 400 metros del estadio, sabemos que son seguidores del Marsella y es una emboscada, con bolas de petanca. La comisión ha tomado la decisión política de no meter el dedo en esto. No lo puedo entender para un entrenador que casi pierde el ojo".
La imagen de la vergüenza.
— Relevo (@relevo) October 29, 2023
🤕 Fabio Grosso, entrenador del Olympique de Lyon, siendo atendido después de que el autobús del equipo fuese apedreado.
📌 En estos momentos, el partido se disputará a las 20:45. No hay comunicado de los equipos ni de la liga.
📸 @oetl pic.twitter.com/oQRrd1Bvj1
El partido se disputará en el Vélodrome, con público, pero con una serie de exigencias para velar por la seguridad de todos. En resumen, al Lyon se le exige que no puedan acceder sus aficionados al estadio, un autobús más seguro con doble cristal y protección por explosiones y elegir en consulta con las autoridades el hotel. Ponsot no comprende cómo se han girado las tornas: "Entonces es culpa nuestra. Un entrenador casi pierde un ojo y la única lección es que nosotros, el Lyon, debemos hacer las cosas de otra manera. Si el mensaje es que todo lo que pasa fuera del estadio no tienen consecuencias, tendremos que responsabilizarnos de ello".
El Lyon ya ha anunciado que recurrirá a las autoridades competentes por lo sucedido y que quieren jugar al fútbol "sin tener miedo y no arriesgar nada". De momento, reclaman jugar en un campo neutral y dudan si pedirán también que sea a puerta cerrada. Mientras, lamentan pancartas de apoyo a los detenidos y revelan que la competición ha sugerido subir al autobús a un delegado para velar por que todo transcurra con normalidad. Entre tanto, ya sabe la entidad que deberá tomar medidas y reflexiona: "Entonces es culpa nuestra...".