PSG 5 - MÓNACO 2

El PSG - Mónaco le da la razón a Luis Enrique: sin control, un correcalles con goles

El conjunto parisino goleó al equipo del Principado con goles de Ramos, Mbappé, Vitinha , Kolo Muani y Dembélé, que se estrenó.

Mbappé celebra su gol de penalti. /REUTERS
Mbappé celebra su gol de penalti. REUTERS
Marcos Durán

Marcos Durán

Cuando Luis Enrique, en la previa del encuentro, fue preguntado por el nivel de la Ligue 1 y de si era un campeonato aburrido, tajante dijo: "¿Aburrido? ¡Para mí no lo es nada! Al contrario, como entrenador a veces me gustaría tener más control, hay muchas oportunidades de gol".

Esa respuesta fue clara para demostrar qué es lo que el técnico asturiano quiere pero no puede controlar: en los primeros diez minutos del partido jugado en el Parque de los Príncipes, con Mónaco y PSG realizando transiciones en todo momento, sin control en el centro del campo y con Donnarumma y Kohn siendo figuras. Al final, 16 remates de un lado, 13 remates de otro lado, partido de ida y vuelta y poco control.

Y claro, cuando hay tiros por ambos lados en pocos minutos, el gol puede llegar en cualquier momento. Dembélé disparó desde dentro del área, Kohn no puedo blocar el balón y Gonçalo Ramos, el futbolista portugués del PSG que fue comprado de manera oficial por el club esta semana, marcó el tercer gol en la temporada en liga para abrir el partido.

La falta de control y los errores van de la mano. Tras el del portero Kohn, su homólogo Donnarumma tampoco se quiso quedar atrás y le regaló un balón a Minamino, que controló de pecho y fusiló al guardameta italiano para marcar su cuarto gol en liga. El fútbol es un juego de errores y así lo demostraron.

Mbappé acierta y Donnarumma se rehace

El partido seguía sin control ninguno y Luis Enrique se desesperaba en la banda. Minamino y Golovin creaban peligro en todo momento y Donnarumma tenía que intervenir en muchas ocasiones, pese a su flagrante error con los pies.

Pero cuando el Mónaco buscaba el gol de la ventaja, Dembélé se anticipó dentro del área en una jugada aislada y le cometieron un penalti que Mbappé, que anteriormente había tenido una ocasión clara, transformó para poner por delante al equipo local. El parisino no festejó su gol debido a su pasado en el club monegasco.

Baja el ritmo pero sin control

En la segunda parte, el PSG no tenía ningún tipo de control del partido pero el ritmo más bajo que planteaban ambos equipos le beneficiaba. El equipo de Luis Enrique, como en gran parte de la temporada, no juega a lo que quiere si no que se deja llevar por el encuentro, especialmente cuando está por delante en el marcador.

Dembélé y Vitinha se suman a la fiesta

El primer gol del francés en liga no podía ser otra cosa que un golazo. Control en carrera con la espuela de la zurda y derechazo al primer palo arriba, con una violencia tremenda ante el que nada podía hacer el portero. El extremo no marcaba con clubes desde el pasado 25 de enero.

Un minuto después, el que se sumó a los goleadores fue Vitinha, que con un tiro desde el borde del área al más puro estilo Coutinho marcó el cuarto gol del PSG para cerrar el partido. Mucho castigo para un Mónaco que con 2-1 en contra estaba en el partido, llevaba la iniciativa y llegaba con peligro, pero contra el PSG no se puede perdonar y así lo demostró.

Despistes, errores, goles en contra

En los últimos encuentros el conjunto de Luis Enrique no había recibido goles, pero en este recibió dos. Tras el de Minamino, llegó el de Balogun tras un momento de baja intensidad y despistes, que sumado al error de Skriniar al tirar el fuera de juego puso el segundo gol de los monegascos.

El PSG tendrá que mejorar en el apartado defensivo y en el control del partido. En liga francesa, estos encuentros puede ganarlos, pero en Champions League será más complicado. La concentración durante los 90 minutos más el descuento será clave para que los parisinos puedan optar a cosas grandes esta temporada.

Sexto partido seguido marcando tres goles como mínimo

El PSG marcó, por sexto partido consecutivo en liga, tres goles en un encuentro. El equipo de Luis Enrique lleva 33 a favor y 11 en contra, algo que el entrenador asturiano seguro que querrá mejorar. En Champions los números no son tan buenos, pero el partido contra el Newcastle del próximo martes será clave y los necesitará.