Radiografía de un polvorín en el PSG: tensiones con Mbappé, divorcio con Messi y unos ultras hartos

El todopoderoso Paris Saint Germain se tambalea. A la pobre situación deportiva, derivada de la eliminación temprana de la Champions League a manos del Bayern, se le unieron varios frentes que han conducido a una crisis interna sin precedentes desde que los catarís compraron el club en 2011. Messi dice au revoir, los hinchas estallan contra el club y Neymar, y Galtier no ha logrado controlar un corral con tanto gallo, entre otras muchas polémicas.

La entidad parisina logró mantener el pasado verano a golpe de talonario a Kylian Mbappé, su gran estrella, y le arropó con la contratación de Luis Campos como director deportivo, el hombre que le llevó al Monaco cuando tan sólo era un adolescente. Entonces, todo eran sonrisas... pero apenas duraron cinco meses.

Precisamente, el extremo galo fue el protagonista de la primera crisis de la temporada. El periodista Daniel Riolo, muy bien relacionado dentro de la esfera PSG, filtraba a primeros de octubre en RMC la intención de Mbappé de abandonar el club en enero si hubiese "una oportunidad", harto de las promesas incumplidas del club. Según lo revelado, se le deslizó que Zidane sería el técnico y acabó llegando Gaultier.

Afortunadamente para el PSG, el jugador se tranquilizó con el paso de los meses pese a la filtración y, en uno de los momentos más duros, ya con el equipo eliminado de la Champions, el discurso fue otro: "Soy parisino y tengo contrato".

Veremos a ver qué ocurre con el máximo goleador histórico de la escuadra capitalina. Con Mbappé nunca se sabe... un nuevo culebrón puede estallar en cualquier momento.

Lo que parecía el inicio de un sueño ha resultado en una pesadilla que terminará con Messi saliendo del PSG. El fichaje del astro argentino tampoco ha valido para reinar en Europa y gran parte de la afición la toma con él cada vez que las cosas se tuercen un poco.

Messi no se encuentra cómodo en París. De hecho, después de caer ante el Lorient en Ligue 1, se ausentó del entrenamiento para viajar a Arabia a discutir sobre su futuro, donde el Al-Hilal le ofrece 400 millones de euros al año. No escogió bien los tiempos y se trata de una decisión extraña e impropia en Messi, asociada a un acto de indisciplina que le costó una sanción de dos semanas sin empleo y sueldo.

El mejor jugador del pasado Mundial pidió perdón a la entidad y a sus compañeros, pero no tuvo ningún gesto de disculpa hacia la afición. Pese a ello, el divorcio entre el futbolista y el club es total.

Según la prensa francesa, hace poco más de un mes Jorge Messi, padre del jugador, comunicó al PSG la intención de Leo de dar por finalizada su etapa en Francia. Desde el pasado noviembre existía un acuerdo verbal para comenzar a negociar la renovación, pero la falta de un proyecto competitivo ha podido con la ilusión de Messi.

El Barcelona se mantiene atento y desea que la leyenda azulgrana regrese a casa. Sin embargo, Joan Laporta está obligado a reducir en 200 millones los gastos del club -o incrementar los ingresos- para cumplir las normas del fair play y hacer que el sueño de todo culé se haga realidad.

En definitiva, el tridente Mbappé, Neymar, Messi tiene todas las papeletas de romperse sin haber levantado una 'Orejona'.

En lo deportivo, ganar la Ligue 1 no es suficiente y menos sin haber arrasado, como sucedió en temporadas anteriores y habiendo caído en los octavos de la Copa. Un año más, el proyecto millonario capitaneado por Nasser Al-Khelaifi decepcionaba en Europa, cayendo en octavos ante un Bayern con Nagelsmann y la dirección deportiva enfrentados.

Aún así, pese a los resultados, el club seguirá confiando en Luis Campos, como gesto de compromiso -y parche- con Mbappé, tras enfadarle al usar su voz sin su consentimiento en un vídeo para la campaña de abonados de la temporada siguiente.

Para más inri, L'Equipe desveló los sueldos de todos los equipos de la Ligue 1 y -¡oh, sorpresa!- el top 10 de los futbolistas mejor pagados está copado en su totalidad por jugadores del PSG: Mbappé, Neymar, Messi, Marquinhos, Verrati, Achraf, Donarumma, Sergio Ramos, Bernat y Mukiele.

Tampoco contribuyó a calmar las aguas que la Dirección Nacional de Control de Gestión de la LFP hiciese públicas las cuentas de los clubes franceses. Según el ente, el PSG tuvo un déficit al término del último curso de 368,71 millones, un 56,83% de las pérdidas totales de la Ligue 1. Una cifra que revela un serio problema de gestión en el club, cuyo principal grifo abierto reside en los salarios: 729,01 millones de euros al año.

Tantos billetes caídos en saco roto, todavía inservibles para levantar una Champions League, han provocado la crispación de los aficionados de Les Parisiens.

Uno de los grandes detonantes atiende a la cantidad de partidos que se ha perdido Neymar por lesión desde que cambió Barcelona por París. Precisamente, el talento formado en el Santos se perdió no sólo la eliminatoria ante el Bayern al estar en el dique seco, sino lo que resta de curso, y ha acabado por desquiciar a los ultras. Prueba de ello es que, a principios de mes, se amontonaron en la puerta de su casa invitándole a hacer las maletas.

Durante los últimos meses, las críticas y los insultos no sólo se han centrado en el brasileño, sino también en Messi y Verratti. De hecho, son los tres únicos jugadores de la plantilla increpados en las manifestaciones de la masa social parisina en las inmediaciones de la sede del club.

"Hay muchas cosas que están mal. Queremos un presidente que esté más presente, que nos escuche. El PSG está en el Parque de los Príncipes. Nos han avergonzado todo el año", pronunció Romain Mabille, presidente del Colectivo del Ultras de París en una de las concentraciones.

Tras lo ocurrido, el PSG emitió un comunicado condenando "las acciones intolerables e insultantes de un pequeño grupo de personas" y transmitiendo "todo su apoyo a sus jugadores, a su dirección y a todos aquellos afectados por tales comportamientos vergonzosos".

La marcha de Gaultier se da por hecha. No ha logrado imponerse en un grupo muy complicado de domar, incluso hasta ha llamado a la puerta de los problemas tras duras derrotas, como la del Lorient, en la que acusó directamente al vestuario: "Tenemos demasiados jugadores por debajo de su nivel".

En este contexto, con la búsqueda de un nuevo técnico para liderar el proyecto la próxima campaña, sonó estas últimas semanas con fuerza el nombre de José Mourinho, pero el portugués se encargó rápido de tirar balones fuera: "Si el PSG me busca, no me ha encontrado". En Roma es un auténtico ídolo y se antoja complicado verle abandonar la capital de Italia, especialmente si logra ganar la Europa League y meter al equipo en Champions League.

Ahora mismo, la opción de Zinedine Zidane aparece como la más viable, según la prensa francesa, pues se trata del técnico preferido de Al-Khelaifi, que se está cansando de ver con recelo como otros grandes de Europa le roban los focos año tras año.