Mbappé, apunta: el día que Totti posó con "BASTA" contra Luis Enrique y acabaron siendo inseparables

Luis Enrique es un tiburón. La arrolladora personalidad del técnico asturiano le permite lidiar con situaciones extremas con maestría. Ocurrió, por ejemplo, cuando sentó a Xavi en su último año en el Barcelona o dejó fuera de la Eurocopa a Sergio Ramos. Por lo que ya se intuía que no le iba a temblar el pulso con Kylian Mbappé. El astro galo fue sustituido al descanso del partido ante el Mónaco, cuando el PSG ni siquiera iba por delante en el marcador. Se lo tomó a risa, se dio un paseo triunfal por el campo de su antiguo equipo y se subió a la grada para ver la segunda mitad junto a su madre. Una escena que ha dado la vuelta el mundo en cuestión de horas y que en cualquier otro banquillo hubiera generado un terremoto no es especialmente preocupante para 'Lucho'. Un entrenador, por otra parte, que ya ha sabido lidiar con motines a lo largo de su carrera en los banquillos. Especialmente llamativo fue el caso de Francesco Totti.

La leyenda de la Roma sufrió en sus propias carnes cómo el libreto de Luis Enrique no entiende de jerarquías, galones, veteranía ni idolatría. Llegó a Italia, a un club anárquico, en período de crisis y con Francesco Totti como gran ídolo de una afición que ya sentía cómo se acercaba su final. El exseleccionador, sin embargo, no diferenció entre este y cualquier otro de sus compañeros y consideró que no estaba en la mejor condición como para ser un titular habitual. Así pues, tomó la hasta entonces impensable decisión de dejarle en el banquillo. Quién lo hubiera dicho tiempo atrás.

Quizás no sabía dónde se estaba metiendo. Totti tenía el suficiente estatus como para considerar que su puesto en el once estaba por encima del bien o del mal. Tras varias declaraciones en las que no parecía estar demasiado conforme con la decisión, la leyenda italiana estalló y se presentó a un entrenamiento con una camiseta que reflejaba en mayúsculas un término que no deja lugar a dudas: "BASTA". Algo que, por otra parte, no le preocupó en exceso a Luis Enrique, que se mantuvo firme en su decisión de sentar a su pupilo.

Un cruce de cables de tal magnitud podría haber supuesto el fin de la relación entre las partes. Pero Luis Enrique sabía que necesitaba al Totti futbolista y líder y el mítico '10' también era consciente de que no podía cerrar su etapa en la Roma por la puerta de atrás. Por ello, el paso de las semanas y el rendimiento en los entrenamientos cambiaron el panorama. El italiano comenzó a ser de la partida e hizo varias señales públicas de que el asturiano era el líder idóneo para devolver al club a la gloria deportiva.

"Él tenía razón", llegó a pronunciar el capitán un tiempo después. Del "BASTA" al "tenía razón", como seña de que en el fútbol no hay nada irreconducible. Si hasta Totti admitió que era él el que no estaba contento con la posición en la que Luis Enrique le situaba y que con el tiempo entendió que era la mejor para agradar a público y compañeros. Y fue un paso más allá, uniendo plano deportivo y humano: "Es una gran persona".

Del amor al odio hay un paso y parece que del odio al amor también. Totti y Luis Enrique acabaron siendo grandes amigos. Tanto que el ahora entrenador del PSG le invitó a la final de la Champions entre Barcelona y Juventus. No obstante, la relación ya se intuía buena desde que el asturiano le dedicó estas sentidas palabras en su despedida: "Casi estoy enamorado de él. Incluso mi mujer está celosa. Desde el principio he tenido una bellísima sensación con él, ha sido muy especial".

Bajo su fachada de severo con la prensa, a la par que bromista, se encuentra un técnico muy cercano a los jugadores y que se muestra transparente para que entiendan el por qué de cada una de las decisiones. Luis Enrique, de hecho, explicó abiertamente qué ocurría: "Al inicio de los entrenamientos, después de dejarle fuera de una convocatoria, le dije que no tenía ninguna guerra con él. Ha sido un placer trabajar con Francesco. Es un campeón".

La historia se repite con Mbappé, pero desde otra perspectiva. Es innegable el talento arrollador del francés y su estatus de uno de los mejores jugadores del mundo, independientemente de su contrato. Es este precisamente el que le deja en una situación complicada, a diferencia de Totti, que ya era más veterano y con un rol de menor peso en el plano futbolístico. Sin embargo, hay otros muchos puntos en común como el peso de la estrella en los dos vestuarios, la incredulidad por la decisión o todas las especulaciones en torno a lo ocurrido.

Mientras, Luis Enrique no tiene problemas en volver a explicarlo: "Llevo bastante tiempo en el fútbol, deben saber que todo es importante en este tipo de clubes. Tarde o temprano jugaremos sin Mbappé, así que busco la mejor opción para el equipo. Tenemos que acostumbrarnos a eso". Pero una cosa son sus palabras ante un micrófono y otra muy distinta el impacto de los acontecimientos. Y que el francés subiera a la grada y se diera un paseo triunfal ante la gente que le vio nacer como futbolista no fue precisamente una escena habitual.

Están condenados a entenderse. Luis Enrique sabe que tiene uno de los mejores jugadores del mundo en sus filas y Mbappé que necesita seguir creciendo y que sus aspiraciones pasan aún por llevar al Paris Saint Germain que tanto le ha dado a la gloria europea. La Ligue 1 está más que encarrilada para los parisinos, a la par que gozan de una buena situación en Champions tras la disputa de la ida de octavos de final ante la Real Sociedad (2-0). La hemeroteca juega a su favor. Un día Totti posó con una camiseta de "BASTA" para criticar a su técnico y acabaron siendo inseparables. ¿Ocurrirá lo mismo antes de la presumible llegada de la estrella al Real Madrid?