¡Vergüenza! Los ultras del PSG y el Lyon la lían: irrumpen en la final del Marsella juvenil, lanzan objetos al portero, queman autobuses...

Que sea un capítulo más no implica que no sea una nueva vergüenza mundial del fútbol francés, que continúa teniendo un grave problema con los ultras y no parece querer solucionarlo. Así funcionan las cosas y así continuarán mientras alguien no le ponga remedio. Lo de este sábado fue el colmo. Esta noche, en Lille, se disputa la final de la Copa de Francia entre el Lyon y el PSG, pero horas antes le tocaba el turno al Marsella y al Nancy, en la final de la Copa juvenil. Para entonces, algunos de los aficionados de los equipos que pelearán por el título a la noche ya habían entrado al estadio y su comportamiento para con los chavales llegó a provocar incluso la suspensión temporal del partido.

Las aficiones de Lyon y PSG, contrarias por mayoría al Marsella, abuchearon a los juveniles del equipo marsellés, que reaccionaron con énfasis y celebrando ante esa grada su gol, que colocaba el 2-0 provisional. Lejos de quedarse ahí el asunto, los aficionados celebraron enérgicamente el tanto del Nancy, con el que recortaban distancias.

Hasta aquí, incluso podía entenderse como parte de una rivalidad, sin que hubiera ocurrido nada grave. Pues minutos más tarde, el colegiado suspendió el partido y mandó a los jugadores al vestuario después de que los ultras del Paris Saint Germain lanzaran objetos sobre Aboubaka Dosso, guardameta del Marsella.

A los ultras no se les ocurrió otra cosa que lanzar objetos a un juvenil, en un partido en el que ni siquiera estaba jugando su equipo. Como si fuera normal, como si nada fuera a pasar. Diez minutos más tarde, se reanudó el encuentro reforzando la seguridad en el estadio y solicitando a los aficionados de las gradas que se comportasen y cediesen en su comportamiento.

El Marsella marcó el tercer gol y lo celebraron cerca de la grada de los ultras del Lyon, el otro equipo que no está implicado en la final juvenil, pero que sí jugará la de categoría absoluta esta noche. Pues el resultado parece ser el mismo que con los ultras del PSG, demostrando, por si quedaba alguna duda, que su comportamiento no es cuestión de colores, sino de mentalidad y educación.

Varios intentaron entrar al campo y los operarios de seguridad al menos consiguieron impedirlo, apretando las vallas y reuniéndose por las vías por las que intentaban acceder al campo. Ahora bien, ¿qué solución tiene esto?, ¿pararán si se anuncia que esta noche se juega a puerta cerrada? Desde luego, un episodio bochornoso de esta calibre invita a la reflexión.

Mientras tanto, a unos kilómetros del epicentro del conflicto, otra vergüenza mundial ocurría con las dos hinchadas implicadas. En el peaje de Fresnes, una multitudinaria pelea entre ultras del Lyon y ultras del PSG desembocó en el incendio de dos autobuses de la primera hinchada. El presidente francés, Emmanuel Macron, que acudió al partido, condenó "con la mayor firmeza" lo sucedido. Según la prefectura de Pas-de-Calais, un autobús fue calcinado y 20 hinchas "resultaron heridos leves". "Al menos ocho policías" también están heridos, según el prefecto de la región Norte.

Todo siguió como si nada hubiera pasado y esta noche, Lille vive una fiesta (o una tragedia) en el partido por el título entre PSG y Lyon.