Rafael Louzán cumple 100 días de látigo, Mercromina, 'Avios' y mucho politiqueo que 'celebrará' con un Cónclave de barones de ¡9 horas!
El presidente de la RFEF pasa la barrera fijada en todo mandato por la que ya se le puede evaluar: comenzó con una ola de despidos, luego tendió la mano y ya afronta sus primeras crisis.

El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Rafael Louzán, manda en Las Rozas con plenos poderes desde el momento en el que Luis Rubiales salió por la puerta en septiembre de 2023 y Pedro Rocha fue nombrado a dedo para cubrirle las espaldas de forma interina. Visto ahora con perspectiva, fue desde ese preciso momento cuando los ideólogos y estrategas que le rodean comenzaron a situarle más y más en primera línea federativa, suficientemente lejos de los focos y de las polémicas pero suficientemente cerca de los flujos de influencia que mueven los hilos y con los que ahora se codea.
Sin embargo, con su colega extremeño inhabilitado y él tan bien posicionado, se animó a postularse para concurrir a unas elecciones que ganó el pasado 16 de diciembre a Salvador Gomar, por lo que a estas alturas de marzo se cumplen los 100 días de plazo que el presidente estadounidense Roosevelt marcó antaño como plazo para poder examinar a cualquier dirigente. Louzán ha vivido de todo en este estresante periplo en el que no ha dejado de volar y volar por el planeta: comenzó limpiando la casa, después se vació tendiendo la mano al mundo entero y cerrando heridas, y ahora no da abasto para sofocar las crisis que crecen a diario, unas veces por el arbitraje y otras, como esta semana, a cuenta de las sedes mundialistas.
No fue casualidad que lo primero que hizo nada más proclamarse presidente, más allá de responder con cautela a las continuas amenazas del Consejo Superior de Deportes (CSD), fuera acudir a una cena con los colegiados internacionales, a los que entregó sus escarapelas y comenzó a darles el cariño que echaban de menos desde todos los rincones del país. A renglón seguido se desplazó junto al delfín Sergio Merchán hasta Extremadura para homenajear a la federación territorial y rendir tributo a Rocha. Unos dicen que porque es su amigo del alma y otros, que fue por mala conciencia. Sólo unas horas después voló a Catar en un viaje exprés para acercarse a Florentino Pérez y al Real Madrid con la final de la Intercontinental como excusa y, ya de paso, para fotografiarse con Gianni Infantino (FIFA). Desde esa noche comenzó a recorrer España de arriba abajo, cruzó el charco para dar cariño a los compañeros de proyecto en el Mundial 2030 (estuvo en Uruguay el 20 de enero y el 21 en Argentina), como también hizo con Marruecos y Portugal. Entre medias de tanto trajín ha vivido a caballo entre la Ciudad del Fútbol y Galicia. Si algo está acumulando son 'Avios' (puntos Iberia).
Al gallego no le da ninguna pereza ir y venir. A sus 57 años tiene mérito. Ha empezado su mandato hasta 2028 con mucha fuerza. Por eso, hay quien ve su agenda como la de un ministro —una vieja aspiración que nadie descarta que cumpla alguna vez de la mano de Feijóo— y su forma de actuar —más política incluso que en sus años en el Partido Popular— como si fuera el mismísimo Barack Obama. Una comparación con la que alguno se molesta al creer que se intenta medir la talla profesional cuando realmente lo que se equipara es la obsesión por agradar.

Diciembre y enero
La primera parte de estos 100 días de presidencia estuvo marcada por dos hitos. El primero, la confección y celebración de su primera Junta, a la que reunió en un céntrico edificio del centro de Madrid. Allí acudieron como grandes novedades del nuevo equipo, con 50% de mujeres, Javier Tebas (LaLiga), David Aganzo (AFE), Beatriz Álvarez (Liga F), María José Rienda y Miguel Ángel Nadal. El segundo gran momento de diciembre fue, sin importar el ambiente navideño, la ola de despidos en la Federación que se inició el 28 (Día de los Inocentes) y que tuvo continuidad el 30 (a orillas de la Nochevieja), afectando hasta al Hotel-Residencia, en la obsesión por acabar con el Rubialismo. Se desmontó hasta la Comisión que trabajó para traer a España el Mundial y a varios de los responsables del Área Formativa. Curiosamente, para contrarrestar tanto despido, reforzó a Medina Cantalejo (CTA). Louzán tuvo tiempo entre medias para aprobar los partidos de España en Valencia para ayudar a los afectados por la DANA, estar cerca de la cantera en la Promises de Canarias, asegurar que De la Fuente "merecía una mejora", premiar al fútbol no profesional (47 invitaciones y siete días con todo pagado en Supercopa de Arabia) y arropar a Monje Carrillo, presidente de la federación del Murcia, en el Centenario de la institución.
Pese a su familiaridad, Louzán no tuvo vacaciones. El 2 de enero vivió desde su mesa camilla más despidos como el de Tito Blanco, Engonga o Culebras, y el 4 ya lideró la escenificación de la primera Comisión de Supervisión del Convenio RFEF-LaLiga que, aunque ha existido siempre, le ha querido dar más bombo para remarcar que las relaciones de Tebas con la Federación son totalmente opuestas a las que había con Rubiales. Fue un simple calentamiento para lo que le esperaba días después en Arabia con Madrid, Barça, Athletic y Mallorca en la final a cuatro y con Florentino mosqueado por los arbitrajes y Laporta efusivo por salir victorioso del 'Caso Olmo' y después por llevarse otro Clásico a la buchaca. Allí, Louzán organizó varias reuniones de trabajo con entrenadores, clubes no profesionales y hasta con el Mallorca, que vivió un buen disgusto con el acoso en las gradas de algunos aficionados, y aprovechó para renegociar un acuerdo que, pese a estar en los tribunales, quiere extender hasta 2034. El gallego, en sus intervenciones televisivas, demostró que su perfil es y sería mucho más político que el de su antecesor, así que se dedicó a echar balones fuera.
A la vuelta de la Supercopa, sus consejeros y consejeras le animaron a centrarse en Valencia. Primero, para seguir dando cobertura a los afectados por la DANA, para comenzar a promocionar los partidos de la femenina en el Ciutat de Valencia y de la masculina en Mestalla y para reforzar las posibilidades de que el nuevo estadio sea sede en el Mundial 2030 como ya fue el actual en el 82'. Y también para ir cumpliendo, punto por punto, todas las promesas que contenía su programa electoral. A mediados de enero, de forma histórica aunque momentánea, dio a Miguel Galán (director de la escuela de entrenadores CENAFE) lo pactado el 7 de diciembre: que los técnicos formados fuera de la RFEF, en centros privados, pudieran ejercer en el extranjero sin los problemas que ha habido en el pasado. Un acuerdo que luego ha sido modificado y que ahora mismo, con el plantón de UEFA, continúa en el aire.
Para finales de enero dejó las cosas de andar por casa. Siguió dando bajas de perfiles algo más más desconocidos para la opinión pública, recolocó a David Gutiérrez entre el gremio de los entrenadores y dio a conocer a Manuel Lalinde como director general y a Marisa González como directora del Gabinete de Presidencia, cargo al que unió más tarde el de directora de Comunicación. Para el 27 dejó la celebración de una nueva Junta y la renovación oficial hasta 2028 de De la Fuente y su staff, del que se cayó después Pablo Amo y al que se subió el hijo del seleccionador. El 28 recibió en Las Rozas al nuevo presidente de la Andaluza, Pedro Curtido, una vez que empujó a Pablo Lozano al exilio, y luego a Pablo Prieto, su sucesor en Galicia.

Todo esto al mismo tiempo que la ministra Pilar Alegría seguía lanzándole dardos y más dardos públicos con la condena de siete años de inhabilitación por prevaricación que aún le amenazaba y se debatía en el Tribunal Supremo el 5 de febrero. Él, buscando aliados, iba concediendo entrevistas como respuesta y en alguna de ellas pisó varios charcos. En la que dio a Josep Pedrerol en El Cafelito desveló alguna conversación con Florentino Pérez: "Me dijo: 'Los árbitros nos están perjudicando, tenéis que resolverlo". Desde entonces estuvo algo más comedido y rechazó propuestas. La que pidió Relevo hace meses, por supuesto, es de las que aún sigue esperando fecha.
Febrero
El segundo mes del año lo arrancó con más guiños al fútbol femenino (nombramiento como directora a Reyes Bellver, clave en la crisis de 'Las 15') y a la formación (Iván Cancela, presidente del Comité de Entrenadores). También tuvo tiempo para ordenar un contundente comunicado oficial de apoyo al arbitraje en mitad de las quejas de cada vez más clubes por las tropelías del VAR. Agendó estratégicamente para la víspera de la sentencia del Supremo —que le podría confirmar en el cargo o sacarle de la Federación— su visita a Nyon para verse con Ceferin y difundir una foto con punch. Era un buen mensaje subliminal antes de una cumbre arbitral en Madrid, con todos los actores afectados, con la misión de estructurar una nueva manera de proceder. Ahí, acabó llorando.En mitad de una reunión sin precedentes conoció que quedaba absuelto y que, por tanto, podía continuar con su mandato. La sala rompió a aplaudir.
La sentencia firme que le exoneraba de aquellos presuntos delitos en su época como presidente de la Diputación de Pontevedra hace 12 años le animó, le dio alas y, al mismo tiempo, más galones para ir afilando el colmillo y no ser tan templado. Empezó a verse la mano de hierro que algunos ya conocían y anunciaban. En esos días se volcaba casi como ocio y liberación con los campeonatos de selecciones autonómicas y seguía recibiendo a presidentes, y sobre todo celebró una Asamblea General en la que ya había quedado oficializado su salario de 375.521 euros brutos. Además, aprovechó para reunirse con Uribes y darse la mano de una vez por todas con una firma de la paz que se difundió, con imagen incluida, unos días después.
Se vio con tal fuerza que recibió al Real Madrid, en concreto al director general José Ángel Sánchez, para mostrarle los audios de la polémica de su enfrentamiento ante el Espanyol y en ese mismo día visitó y posó con Díaz Ayuso en la Comunidad y se volcó por enésima vez con el fútbol femenino. Recibió en la casa del fútbol a las internacionales a las que acompañaría a Londres a un histórico Inglaterra-España, yendo en vuelo privado tras ver el Barça-Atleti de Copa en Montjuïc y eligiendo la puesta en escena de la Selección en Wembley por encima del Real Sociedad-Real Madrid. Después, montó una histórica reunión con todos los agentes involucrados en la promoción del fútbol femenino para mejorar su rentabilidad actual.

Ya lanzado, el 18 de febrero se marchó a Marruecos para defender que el Santiago Bernabéu debe ser sede de la final dentro de cinco años en el Mundial, y desde la distancia ordenó una investigación a fondo sobre Munuera Montero que acabó sin el árbitro involucrado en conflictos de intereses como demandaba el madridismo. Esos días preparó su asalto a la UEFA, donde la RFEF había salido de sus órgano de gestión tras la crisis originada por Rubiales, y le quedó aliento para visitar la reconstrucción de las instalaciones deportivas de la Comunidad Valenciana así como para aceptar la invitación de LaLiga para dirigirse a todos los clubes profesionales en Tarragona. Su relación con Tebas es tan estrecha que, cuentan en la Federación dentro de esta nueva entente, el presidente de LaLiga mostró su disgusto una día al intentar acceder a la sede de la RFEF por la lenta y meticulosa petición de la huella dactilar en los tornos a la entrada del edificio. Así que a los pocos días Louzán, que tampoco estaba contento con tanto protocolo, ordenó que retiraran el invento. Febrero quedó rematado con una visita al alcalde de Madrid, Martínez Almeida, con la que el Gobierno comenzó a torcer el morro por tantos encuentros populistas que incrementó pocos días más tarde con su reunión con el presidente de la Junta Juanma Moreno.
Marzo
Si por algo ha sido preguntado Louzán en este mes ha sido por Rafa Alkorta y sus planes para sustituir a Albert Luque como director de la Selección. Y pese a que en muchos círculos se dio por cerrada esta contratación, de momento no se ha producido. El presidente de la RFEF, que ya había sondeado algunas propuestas anteriormente, ha vuelto a activar el casting. Según dos fuentes federativas, debido a que el excentral y exdirector deportivo del Athletic pedía mucho dinero y pensaba seguir viviendo en Bilbao, aunque el protagonista no se pronuncia, de momento, más allá de en sus colaboraciones radiofónicas. Ahí, en la SER, ya se sorprendió porque se filtrara la noticia de sus opciones y demostró que el puesto le hace ilusión.
Aparte de este problema no resuelto, a Louzán se le empezó a enfangar el pacto con Galán y veremos cómo acaba, ya que UEFA sigue firme a la hora de mantener sus normas para reconocer títulos y competencias. Quizás por estos malos tragos acumulados, que también le dan el fútbol sala, se animó a cerrar otras carpetas abiertas, como la oficialización el 11-M de los nuevos responsables de la cantera que adelantó este periódico el 29 de enero, el homenaje a Lin por sus 129 internacionalidades en el fútbol sala y la muestra de sus respetos a la familia del joven colegiado fallecido David García de la Loma. Tras una reunión arbitral, dieron su nombre a una de las salas principales del VOR y han creado un premio especial al talento en su honor.
Pero si de algo puede presumir Louzán es de que, con sólo 100 días en el cargo, está a dos partidos de ganar su primer título como presidente (5 y 8 de junio con la Selección de De la Fuente en la Final Four de la Nations en Alemania) y de que el equipo femenino puede brindarle otra alegría en la Eurocopa de Suiza que arranca en julio ahora que ya ha logrado otro hito: que jueguen en un campo de Primera como Balaídos y que pueda repetir en el del Espanyol. El presidente no se perderá ninguna cita. Su ausencia en la Supercopa femenina aún le escuece ya que el temporal le dejó en mal lugar por esa querencia a estar los fines de semana fuera de Madrid.

En las últimas concentraciones nacionales ha mostrado un compromiso deportivo que le alejan por un tiempo de su vis más política y le hacen más humano. Para estar al lado de la Selección la semana pasada llegó a la carrera desde Sevilla, donde acudió a visitar las obras de La Cartuja de cara a la final de Copa, y ese mismo 19 de marzo se subió al avión de la expedición rumbo a Róterdam. Desde allí se desplazó con el equipo a Valencia el 21, al término de la ida de cuartos de final, donde dos días después se disputaba la vuelta. Esa primera tarde estuvo en Murcia en la Copa de España de fútbol sala, donde volvió a involucrar al presidente de la LNFS Javier Lozano que, pese a ganar dos Mundiales y cuatro Eurocopas, era ninguneado hasta en las paredes decorativas de la RFEF. Y, como la vuelta de la Nations ante Países Bajos era el domingo 23, pidió a su chófer que le acercara a Alicante para volar, estar con los suyos el sábado y regresar al día siguiente para la gran cita de Mestalla. Ahí quiso estar rodeado de sus fieles y de aquellos que, siendo también barones, no lo son.
Una propuesta de unión que volverá a transmitir en un Cónclave el próximo jueves en la sede de la Federación a través de una Comisión de Presidentes Autonómicos (19, sin los cuatro interterritoriales a los que ya no integra en la suma). La reunión fijada para las 9:30 o 10:00 —según vayan llegando— se alargará hasta las 19:00 horas, y para la misma ha pedido propuestas por email de temas a tratar y no se descarta que unte toda la Mercromina necesaria para cicatrizar roces del pasado. Se necesita unión en un momento de tensión a raíz de los feos tics que recuerdan al pasado, desvelados por El Mundo, sobre Vigo y su fluctuación como sede mundial por la que el alcalde Abel Caballero (PSOE) ha pedido investigar "la opacidad y el oscurantismo".
Esto no para. Da más trabajo dirigir la Federación que llevar una cartera ministerial. Si 100 días no son muchos en una vida, en Las Rozas son una eternidad.