Un aficionado de Cedillo, Herrera de Alcántara o Santiago de Alcántara tiene que recorrer más de 250 km para ver un partido de Primera o Segunda División. Relevo ha calculado la distancia de todos los municipios españoles con los estadios de LaLiga EA SPORTS y LaLiga Hypermotion durante las últimas 20 temporadas, y la comarca de Valencia de Alcántara, al oeste de Cáceres, es la más alejada.
"No he dormido, pero estoy bien". Para Adrián Pacheco, el partido de Champions entre el Porto y el FC Barcelona del 4 de octubre no terminó sobre las 11 de la noche, sino a las seis de la mañana del día siguiente. "Hay compañeros que se quedaron a dormir [en Oporto] y nosotros nos vinimos de vuelta. Nos tocó casi medio trayecto con niebla, un poco de agua también, y a las tantas de la mañana es un poco complicado, un día de diario encima".
"Entré a las nueve al trabajo, dormí un par de horas o tres. Tengo la suerte de que vivo al lado, ha sido levantarme, 15 o 20 minutos rápido, ducharme y a trabajar", dice sobre la mañana siguiente al partido. El viaje de ida y vuelta a Oporto desde su casa es de los más cortos que puede hacer para ver al Barça esta temporada. Su pueblo, San Vicente de Alcántara (Badajoz), está a 235 kilómetros en línea recta de Do Dragao, más o menos la misma distancia que le separa del Sánchez Pizjuán, el campo más cercano en el que el equipo azulgrana jugará esta temporada en LaLiga. Este municipio cacereño es uno de los más alejados del fútbol profesional español.
"Nos pasa siempre lo mismo al estar a unas cuatro horas de Madrid, a tres horas de Sevilla, a tres horas de Lisboa, a cuatro de Oporto", dice Pacheco, que es directivo de la peña sanvicenteña del FC Barcelona. Para esta y otras peñas, los estadios de Portugal están igual o más cerca que los de España en Primera y Segunda: en las peñas extremeñas siempre es bien recibido un enfrentamiento con equipos portugueses en Champions. "Tenemos más posibilidades de que nuestros peñistas vayan a ver a su equipo relativamente cerca de casa", dice este aficionado culé, que teme que en el Mundial 2030 ocurra lo mismo: "Madrid o Lisboa será lo más cercano".
LA DISTANCIA ENTRE CADA MUNICIPIO Y ESTADIO MÁS CERCANO
Los kilómetros, desgaste para el cuerpo y la billetera
Municipios de Canarias también se cuelan entre los más alejados. La distancia entre las islas hace que lugares como Haría o Teguise, al norte de Lanzarote, estén lejos de los estadios de la UD Las Palmas y el CD Tenerife. En la península, la zona entre el Tajo y el Guadiana dibuja un cordón con otra zona alejada del fútbol profesional: Ciudad Real, con municipios como Almodóvar del Campo, a más de 180 kilómetros de distancia del Nuevo Los Cármenes, el estadio más cercano.
Los ascensos y descensos modifican el mapa, pero para los lugares más alejados de Extremadura, más los casos de Canarias, no tener fútbol profesional cerca es casi siempre una constante. La comarca de Valencia de Alcántara arrastra este problema desde la primera temporada analizada, la 2003/04: Cedillo ha estado entre los diez municipios a más kilómetros del fútbol profesional en 18 temporadas, seguido de Herrera de Alcántara (17). San Vicente de Alcántara, residencia de Adrián Pacheco, ha estado seis veces.
"Cuatro horas y pico de autobús, casi cinco" es la travesía cada vez que la peña madridista La Borrasca se desplaza al Bernabéu para ver a su equipo, según su socio Daniel Pascual. Está en Ceclavín (Cáceres), otro de los municipios de la España alejada del fútbol profesional. En concreto, a 254,62 kilómetros del campo del Alcorcón, el más cercano, y a 270,04 del estadio del Real Madrid. "Nosotros lo tenemos que disfrutar en la televisión porque no podemos hacer otra cosa. Tenemos la peña con esa intención de poder acercarnos al partido".
LOS MUNICIPIOS MÁS ALEJADOS EN CADA TEMPORADA
Pero hacerlo supone un gran desembolso, y Pascual lo nota en su peña. "Se te va un pico. Si vivieras más cerca o allí en Madrid a lo mejor te permitirías ir más veces. Pero tienes que sumarle la entrada, que mínimo son de 80 para arriba, en autobús, las cuatro o cinco horas de viaje hacia allá, las cuatro o cinco horas de viaje de vuelta", explica. He aquí la otra parte de la ecuación, la de buscar los partidos más baratos. El Porto-Barça fue una excepción para Pacheco: unas entradas a 27 euros.
Los aficionados que viajan para ver a su equipo se enfrentan a una decisión: pagar más o pegarse el 'palizón'. "Generalmente puedes dormir allí, coger una noche de hotel. Cuando nos hemos desplazado a Barcelona o vamos a Sevilla o a Madrid y cogemos AVE o avión, es un desembolso grande", comenta Pacheco. Pero no todos aguantan igual el cansancio: "Una de las personas que venía con nosotros tenía ciertos achaques ya de la edad, del corazón, e intentábamos ir a su ritmo".
La red de transporte también influye. Y en Extremadura esa no es su mejor baza. "No tenemos infraestructura", explica Manuel Ángel Luengo, vicepresidente de la Unión Internacional de Peñas del Atlético y como presidente de una peña en Cáceres. "¿Qué hace el avión de Badajoz? Si solo va a Madrid, Barcelona, Palma", menciona sobre el aeropuerto. "¿Y tren? Pues tren ya no me lo cuentes", dice para mostrar su descontento con la red ferroviaria. Nuestro análisis de los municipios más lejanos traza una línea recta hasta los estadios para calcular los kilómetros, pero cada caso muestra que, en realidad, todo depende del trayecto real por tierra o por aire hasta cada destino.
Los horarios no ayudan
Además de las distancias, otro factor importante son los horarios. Lo normal es que Real Madrid y Barça jueguen a las nueve de la noche. "¿Quién viaja a las nueve de la noche? Yo el lunes tengo que trabajar y no me apetece volver a casa a las cuatro de la mañana y tener que levantarme a las siete. Yo vivo en Cáceres, pero el que vive en Valencia de Alcántara tiene dos horas más de viaje [hasta su casa], llega a las seis de la mañana, se pega una ducha y se va a trabajar".
El viaje de ida y vuelta de Adrián Pacheco a Oporto para ver al Barça no lo ve viable Manuel Ángel Luengo, conocedor de los problemas de estos municipios. Los horarios están "supeditados a las televisiones" y no al interés de quienes lo ven en el estadio, se queja.
"¿Por qué siempre nos ponen un partido a las nueve de la noche? Me imagino que será por el tema de Champions, que si juegas el miércoles esperas al domingo para tener más descanso. Pero a las nueve de la noche siempre… Pon un partido a las dos, a las cuatro de la tarde", comenta Luengo desde Cáceres. Pero no siempre fue así. "Antes más o menos cuando jugabas Champions sabías que iba algo al sábado, pero ahora ya no, ahora juegas Champions y te lo ponen un domingo", comenta José Marcos Tejero, secretario de la Peña Sociocultural Real Madrid Membrío, otra de las afectadas.
Los horarios de la competición doméstica se saben entre dos y tres semanas antes y, con esa poca antelación, para Adrián Pacheco la única opción es adivinar las fechas con ese calendario de Champions en la mano. "Es muy difícil coger vuelos y hoteles sin saber si vas a tener entradas, a qué hora es, si te van a poner el partido un viernes, un sábado, un domingo o un lunes", dice.
No todos los miembros de peñas tan alejadas aguantan este desgaste: "Estamos en la peña 65 personas, pero como mucho vamos [a los partidos] 30, por tirar por lo alto", comenta José Marcos Tejero. Si aguantan asociadas es por otros motivos, como los sociales. "Hay gente mayor que está apuntada a la peña simplemente porque hacemos una cena en verano", explica. Gente mayor que participa en las actividades de la peña, pero no tanto para los trayectos de cuatro o cinco horas con estos horarios.
La lucha de las peñas para no desaparecer
Estos municipios no solo se enfrentan a los kilómetros y a los horarios, sino a no dejar caer su sentimiento en las peñas. Distinta era la situación hace unos años, según Adrián Pacheco. "Cuando estaba el Extremadura en Segunda División, recuerdo que amigos míos de allí del pueblo [San Vicente de Alcántara], 15, 20, 30 personas, eran socios de este equipo aunque nunca lo habían sido antes". Eso fue en las temporadas 18/19 y 19/20. Veinte años antes, no solo la segunda categoría, también la primera tuvo su lugar en la región, con el Extremadura y el Mérida. Desde San Vicente de Alcántara, la liga de las estrellas estaba a menos de 100 km.
Pero la situación actual es muy distinta y, como Pacheco, los peñistas en estos municipios de Extremadura no pueden ver a sus equipos preferidos en su comunidad "salvo que sea una primera ronda de Copa del Rey". "Desapego" es la palabra que este sanvicenteño menciona ante la dificultad de ir a los estadios y de sobrevivir así en las peñas. La afición existe, pero sus peñas corren el riesgo de desaparecer.
"Hace 15-20 años había un pequeño torneo que crecía entre las peñas del Barcelona, el Atlético de Madrid y el Real Madrid, y ya no hay nada de eso", comenta Pacheco. En Membrío, la peña del Barça murió por lejanía, según Tejero: "El problema que tienen todas las peñas es ese: la del Barcelona, ¿adónde van a Barcelona?". Este socio membrillero incide en la cuestión económica: "La gente se quitó porque lo que quiere es ir a ver el fútbol, y si no puede ir a verlo y estar pagando una cuota para nada pues te la quitas". En este municipio cacereño solo queda la peña madridista, que la mantienen "más o menos entre un grupo de amigos", tras el cierre de las del Barcelona y el Atlético.
Para Pacheco, en resumen, es "un cóctel de muchas cosas". "Tienes fútbol todos los días, creo que la gente está más saturada de fútbol que antes; a eso le sumas que es más difícil organizar viajes por el tema de los horarios, y el económico, por supuesto, que el fútbol se ha puesto en un nivel un poco escandaloso". Luengo coincide en varias de estas claves: "El poco tiempo que tenemos para saberlo [el horario], los partidos que se hacen los domingos y luego el dinero que te está costando".
Metodología
Para calcular la distancia entre cada municipio y su estadio de LaLiga más cercano hemos utilizado las coordenadas de cada estadio de Primera y Segunda División desde la temporada 2003/04 y la cartografía de municipios del Instituto Cartográfico Nacional. Con la ayuda del software QGIS hemos obtenido el centroide del polígono de cada municipio (su centro geográfico) y luego hemos construido una matriz de distancias entre cada municipio y estadio. Después, hemos unido la información de las temporadas en la que cada estadio formó parte de alguna de las dos primeras divisiones masculinas del fútbol español. Por último, hemos filtrado para quedarnos solo con la distancia de cada municipio al estadio más cercano en cada curso.