RELEVO

Lu Martín: "Alguno me ha cogido por el cuello, pero el tiempo lo pone todo en su sitio"

El catalán, tras casi 40 años de experiencia, regresa al periodismo escrito en Relevo.

Lu Martín es la nueva firma de Relevo. /RELEV/MICHÈLE NOVOVITCHO
Lu Martín es la nueva firma de Relevo. RELEV/MICHÈLE NOVOVITCHO
Hugo Cerezo

Hugo Cerezo

Lu Martín (Barcelona, 1967) regresa a las trincheras. Recuperándose del susto que le mandó al hospital hace unos meses y con las energías renovadas, después de un tiempo que no se sabía si iba o venía, aunque haya escrito sus libros. Recala en Relevo.com, donde se podrá leer de nuevo a un periodista inclasificable, al que te podrías encontrar en el Bar El Pirata de Makinavaja o en un reservado de lujo cenando con Guardiola.

Pocas agendas son más completas que la suya en materia deportiva, no sólo en Barcelona. Muchos años de selección española, Premier, polideportivo… Por tanto esperamos exclusivas, información, reportajes y entrevistas. Por algo estamos fichando a una leyenda del periodismo deportivo español. Aunque estamos advertidos. Nos va a dar guerra.

¿Estás de vuelta o nunca te fuiste?

Del periodismo nunca me fui, es de lo poco que sé hacer en la vida. De España sí me fui, a Inglaterra, donde pasé cinco años cojonudos, colaboré con Movistar, escribí una vez a la semana la contra de L'Esportiu de Catalunya, colaboré con la Cadena Ser, con The Times

Quien se encuentre esta entrevista y diga 'anda, Lu Martín, pero ¿dónde estaba este?'... ¿qué le decimos?

Últimamente trabajando para el programa de Deportes de Radio Barcelona, Què t'hi jugues, haciendo obituarios diariamente para el Mon a Rac 1 con el Basté y últimamente, algo jodido físicamente, viviendo con mi hija entre Barcelona y Vilabella, un pueblecito del Alt Camp, en Tarragona, donde gracias a la gente, a las viñas que lo rodean -y a los tres bares- soy feliz. Allí escribí la primera versión de un libro que acaba de salir a la venta, Cuando fuimos eternos, un repaso a los cuatro años del Barça de Guardiola que como no me gustó mucho, reescribí en Barcelona. Está a punto de salir la segunda edición, de publicarse en polaco y en inglés y los de la editorial no me hacen caso pero insisto en que lo traduzcan al árabe.

Poco has tardado en meter la cuñita. Llevas muchos años en esto. ¿Nos haces un repaso de toda tu trayectoria?

¡Buf! Llegué al Diario Sport con 16 años porque me echaron del cole y mi padre se temía lo peor: el talego me rondaba. Mi viejo era amigo de Tom Hernáez, que me abrió las puertas de la redacción y ahí empecé, repartiendo teletipos, cogiendo crónicas de corresponsales, haciendo breves en la sección de Espanyol con Azkargorta de entrenador… Hasta que Sarriá se convirtió en mi casa, viví la gloriosa época de la UEFA de Clemente y cuando llegó Cruyff me pasaron a Barça. Después de 20 años en el periódico me fui. Y Santi Segurola y Ramon Besa me ficharon para El País. Otros 17 años y me fui. Por el camino Mundiales de Fútbol, Eurocopas, un par de Tours de Francia, tres Juegos Olímpicos, Mundiales de Ciclismo, de Natación, colaboraciones con revistas japonesas, radios, teles, varios documentales y últimamente con el Times. Y si la memoria no me falla, ya van seis libros. Lo que te puedo asegurar es que me lo he pasado de puta madre y he hecho amigos, que al final, es lo que me llevo.

¿Por qué Relevo? Además de por el ofertón que te hemos hecho, claro.

Hace un año y medio Óscar Campillo me lo propuso, una oferta que ríete tú de la de los árabes a Messi, ciertamente. Pero no estaba en condiciones ni físicas ni anímicas. Iba a decir mentales, pero en condiciones mentales me temo que no he estado jamás. Óscar, al que conocía de su época en Marca, se ha preocupado por mí todo este tiempo y no ha dejado nunca de decirme que en esta casa tenía un sitio, así que cuando me he visto en situación de aportar, le pedí que me dejara ver qué iba a encontrar. Fui a Madrid y lo que he encontrado me ha gustado: gente joven en la redacción, un producto bien hecho, moderno, con valores del viejo periodismo en el que he crecido, donde trabajan viejos amigos, incluido alguno con el que he convivido en Mánchester… No sé, sobre todo, he encontrado algo que me motiva.

¿Y qué fichamos contigo?

A un tarao. Un tarao con casi 40 años de experiencia, un superviviente del viejo periodismo con ganas de participar en una nueva forma de producir, con ganas de volver a explicar historias por escrito, que hace tiempo que no lo hago. Y que algo puede aportar.

"Cuando tenía 17 años Raúl me dijo una cosa que no quise publicar… y siempre me lo ha agradecido"

LU MARTÍN

¿Qué te queda por hacer en el periodismo?

El pino puente. Y ganar algún premio, hostia, que los que tengo en casa son robados. Incluido un Man of the match que vi olvidado por un pasillo del Etihad y me llevé a casa. El delito ha caducado así que ya lo puedo explicar. Bueno, tengo un trocito del Ondas que le dieron al Què t'hi jugues hace dos años… Me queda publicar en Relevo, claro.

¿Y cómo ves tú al periodismo deportivo?

Algunas cosas bien. Otras con vergüenza ajena, la verdad.

¿Cómo enganchamos a los jóvenes a la información? ¿O lo damos por perdido?

¿Dando de comer gratis? Hay una franja de edad acostumbrada a no pagar por consumir y tampoco me extraña. Ponerse una gorra, pegar gritos y dar la nota también ayuda, al parecer. En este último caso, no es necesario informar, también es verdad. Creo que el periodismo son reportajes, noticias y entrevistas, no hay mucho más. Y creo que a menudo menospreciamos a los jóvenes. Son más listos y están más formados de lo que nos creemos. Así que ayudaría darles de comer cosas de calidad…

¿Qué noticias no diste por compromiso con la fuente?

Muchas veces tengo la sensación de que llevo cuarenta años sin dar una puta noticia, lo que revaloriza mi jeta. Sinceramente, tengo una memoria malísima para mi trabajo. Habrá más de una, supongo, pero ya sabes, en esto me pasa como con las chicas: los caballeros no tenemos memoria.

¡Hombre, de alguna te acordarás!

A ver, en la Facultad, cuando me invitan a hablar con estudiantes, suelo recordar para explicarles que en esto no vale todo, que no mola saltarse algunas líneas. Una cosa que me pasó con Raúl, en una de esas semanas cuando el Sport me mandaba a Madrid a hacer previas de los Clásicos. Raúl acababa de llegar al primer equipo y gracias a Fernando Hierro le pude entrevistar. En la charla me dijo algo -algo que se le escapó- que podía haberle hecho mucho daño. Él tenía 17 años. Lo que me dijo -da igual ahora- estaba grabado, pero no lo usé. No quise joderle, hubiera sido portada del Sport, la hubiera liado parda, seguro, pero le hubiera costado caro, le hubiera hecho daño y no tenía ninguna necesidad, pobre. Al día siguiente volví a la ciudad deportiva y le puse la grabación. Se quedó más blanco que la camiseta del Real. Yo creo que siempre supo que fui legal con él porque siempre que le he necesitado ha estado y siempre que nos hemos visto ha sido verdaderamente cariñoso conmigo. Un buen tipo. Y uno de los grandes futbolistas de la historia.

¿Cuál te costó un amigo o una fuente?

Alguno me ha cogido por el cuello, alguno me ha dejado de hablar una temporada por un mal entendido, pero te aseguro que el tiempo todo lo pone en su sitio. Creo que el día de mayor tensión fue en Holanda, con un jugador del Barça, durante un stage. Me dio un collejón que todavía me duele y mi respuesta fue: "Vuelve a levantarme la mano y te arranco la cabeza". Lopetegui y Guardiola me salvaron la vida porque el tipo vino a por mí y me hubiera asesinado, sin duda, por bocazas. Nos llevábamos de puta madre, pero alguien malmetió. Bah, en un par de meses estaba todo arreglado. Hace unas tres semanas coincidimos en la ciudad deportiva del Barça. Y hubo besos y abrazos… Pero aquel día vi la muerte mirándome a los ojos.

¿De qué te sientes más orgulloso profesionalmente hablando?

De seguir teniendo compañeros a los que conocí hace más de 30 años con los que nos buscamos para comer semana sí, semana no; del par de amigos que hice cuando eran futbolistas, teníamos 18 años y que lo siguen siendo ahora, que tenemos hijos que acaban de cumplir más de 18 tacos. De haber vivido cinco años en Mánchester, de la cobertura del Waterpolo y la Vela que hice en los Juegos de Londres, del Mundial de Sudáfrica…

¿Y de qué te arrepientes?

De haber nacido.

"El Barça tiene entrenador, pero le faltan futbolistas… y le falta club"

LU MARTÍN

¿Se puede ser amigo de los jugadores o entrenadores y luego darles 'palos' si lo merecen?

Claro, se debe.

¿Volverá Pep al Barça?

Supongo, pero no a ser entrenador del primer equipo.

¿Hasta cuándo durará Laporta?

Como no se cuide un poco… Estamos algo preocupados por su salud, la verdad.

¿Qué crees que pasó con Negreira?

Uf, que alguien, además de él, probablemente del propio club, ha ganado mucho dinero. Yo tengo la sospecha que tiene más que ver con una pirula económica que con la compra de voluntades arbitrales. Pero no lo puedo demostrar, aunque como yo, hay algunos que estamos en ello. Algún día, seguro, sabremos toda la verdad.

¿Ves al Barça ganando pronto una Champions?

Tiene entrenador, no lo dudo, pero le faltan futbolistas. Y ahora mismo, le falta club.

¿Necesita el Barça un Florentino?

No, para nada. Yo no soy del Barça, soy del Athletic Club, pero por el aprecio que le tengo a ese club, no me gustaría que tuviera un presidente como Florentino. Ojalá el Madrid hubiera ganado lo que ha ganado en los últimos años con un presidente que hiciera las cosas, en el fútbol y en los negocios, de otra manera. ¿No has leído a Fonsi Loaiza?

No. Pero aprovecho para preguntarte. ¿A quién hay que leer siempre?

¡Uy! A muchos. A Santi Gimenez, a Juan Jiménez, a Alberto Martínez, a Ramon Besa y a Juan Irigoyen, a Segurola, a Diego Torres, a Carlos Arribas, a Ferrán Correas, a Joan Domenech y Marcos López, a Fermín de la Calle, a Paul Hirst, Sid Lowe, Filippo Ricci, Roberto Palomar… Pero lo que hay que leer, llámame pelota, es Relevo ¡joder!

Menos mal, porque ninguno de los citados curra aquí. Bueno, si voy a la Boquería, ¿cuál me recomiendas?

¿Restaurante?

Sí, para comer…

Para desayunar , sin duda, el Bar Virreina, las mejores tortillas del mundo. Y bocatas espectaculares. Para comer, el Kiosko Universal, el Clemen's, el Quim… Al Pinotxo ni te acerques, ya no vale la pena… Lamentablemente, la dirección del que era el mejor mercado del mundo, ha permitido, con la complacencia del Ajuntament de la señora Colau, que se esté convirtiendo en un expendedor de empanadillas y patatas fritas, una puta vergüenza, la verdad. Además, hay más gaviotas y turistas que seres humanos. Pero seguimos peleando por el mercado y por supuesto, por el barrio del Raval.

¿Nos vas a dar mucha guerra?

Toda la que pueda, y más, no lo dudes, a ti en especial. Pero prometo por lo más sagrado que trataré de que Ana y Carla salgan vivas de esta. Y te juro que estoy muy contento de la oportunidad que me dais.