OPINIÓN

Mbappé es imposible... pero nadie se lo cree

Mbappé, en un entrenamiento con el PSG./REUTERS
Mbappé, en un entrenamiento con el PSG. REUTERS

El Real Madrid, desde hace tiempo, ha conseguido algo que le ha aportado una enorme ventaja en ciertas operaciones: limitar la fuga de información. Mientras que en el Barcelona es el propio presidente quien airea las negociaciones, como pasó con Arda Güler, en Valdebebas optan por trabajar con sigilo para no encarecer o entorpecer algunas operaciones. De ahí que en apenas diez días se pasara en las oficinas blancas de deslizar que "la plantilla está cerrada" a presentar al joven talento turco, a quien seguían desde hace meses.

Ese mismo discurso se repite ahora: todo muy tranquilo, esta plantilla es difícil de mejorar, los jóvenes van a ir a más… Esta calma choca con el runrún existente en la concentración del Real Madrid en Los Ángeles, donde muy pocos creen que el '9' vaya a quedar libre una temporada entera. No tanto por el dorsal, que da igual, sino por observar cada convocatoria de Ancelotti, donde sólo aparecen tres delanteros: Vinicius, Rodrygo y Joselu. El departamento de comunicación disimula incluyendo en la nómina de atacantes a Brahim, aunque el malagueño siempre fue más centrocampista que delantero.

La incredulidad crece todavía más al ver la evidente falta de gol que existe en el equipo. No es una crítica, porque la calidad de la actual plantilla salta a la vista: Vinicius ya es top mundial, Rodrygo apunta a serlo, Bellingham tiene una pinta fabulosa, Valverde está entre los mejores todocampistas del planeta… Todo eso es tan verdad como lo es el hecho de que los 42 tantos que dejan vacantes Benzema y Asensio (30 y 12) no se solucionan sólo con Bellingham y Brahim, cuya principal responsabilidad no es el gol.

Querer tapar el sol con un dedo está bien, pero no cuela. ¿Que la plantilla puede quedarse así? Sí, por supuesto. Ha pasado otros veranos. ¿Que alguien se lo cree a 25 de julio? Pues no. Ni el cuerpo técnico ni mucho menos los jugadores, que son los primeros que intentan averiguar lo que ocurre con el crack francés.

Aunque corren ríos de tinta sobre el Real Madrid y Mbappé, la única verdad es que lo que haya (si lo hay) sólo lo saben Florentino, el jugador y su madre. Y aclaro lo de si lo hay, ya que puede que ni eso, porque tampoco hace falta. Kylian quiere al Madrid y viceversa, sólo hace falta que las piezas encajen.

En el Real Madrid, muy tranquilos

De ahí que en las oficinas del Bernabéu se mantengan firmes: no van a mover ficha por un jugador que tiene contrato hasta 2024 y que ha manifestado públicamente que quiere cumplirlo. Con este escenario (importante aclaración, porque deja abierta la opción de cambios) la operación es imposible. La ley le respalda y, además, es una situación que beneficia a todas las partes: Mbappé cobra todo lo que le prometió el PSG y el Madrid se ahorra el trago de pagarle un traspaso a un equipo con el que la relación no atraviesa su mejor momento.

El problema es que los parisinos aprietan y van a hacerlo cada vez más, porque han dicho públicamente que gratis no se va. Eso lo saben en Valdebebas, que reservan el dorsal por si las moscas. Y, lo más importante, guardan dinero en caja para poder afrontar cualquier gran operación.

El verano va a ser largo y el 'culebrón Mbappé' ha dado tantos giros que aconseja la mayor de las prudencias. Lo que sí está claro es que la plantilla y el cuerpo técnico, después de cada entrenamiento en Los Ángeles, en esas largas charlas que permite una concentración, deslizan la misma pregunta: ¿Y Mbappé? Nadie lo sabe, como tampoco conocen si hay algún otro atacante al que se sigue en secreto, pero la respuesta suele ser parecida a lo siguiente: "Es imposible que la plantilla se quede así".