Memorias de la Copa África: "Nos recibían como a los Rolling Stones o Michael Jackson"
Cuatro exfutbolistas que han jugado el torneo cuentan sus vivencias en una competición que comienza este sábado en Costa de Marfil.

La Copa África es un torneo especial. La gran fiesta del pueblo africano. Este sábado 13 de enero arranca desde Costa de Marfil la 34ª edición y los equipos ya están preparados para asaltar el trono de África que pertenece ahora mismo a Senegal. Para conocer más sobre el torneo y la cultura futbolística africana, cuatro futbolistas que han participado en la misma no explican un campeonato que congrega a las 24 mejores selecciones del continente.
Uno de ellos es Rodolfo Bodipo. El que fuera delantero del Recreativo de Huelva, Racing de Santander y Deportivo de A Coruña entre otros, recordaba con este medio la primera vez que pisaba Guinea Ecuatorial. "Fue en el 2003. Yo jugaba en el Racing y la semana previa nos enfrentamos al Valencia. Ganamos 2-1 y marqué los dos goles. Me tocaba viajar a Guinea con el desconocimiento de lo que había allí. La llegada fue súper bonita. Es uno de los momentos que siempre mantendré en mi corazón porque me sentía Ronaldinho, Beckham o Messi, pero en el país en el cual nació tu padre", comenzaba Rodolfo.
"Fue una expectación tan grande porque ningún futbolista de Primera División había pisado Guinea ni defendido los colores de la Selección. Es un país que sigue mucho la Liga española y en aquel momento toda Guinea era del Racing porque había un guineano jugando en la liga de las estrellas. Cuando aterrizamos en el aeropuerto de Bata había miles de personas en la misma pista de aterrizaje. Al bajarnos del avión corearon a todo el equipo y cuando me vieron a mí me llevaron en brazos hasta fuera del aeropuerto. Fue increíble", recordaba Bodipo un día que incluso fue declarado como fiesta nacional en Guinea Ecuatorial.
"Es como si la gente ve a Torres por la calle cuando estaba en la Selección Española"
Algo similar le ocurrió a Javi Balboa en su primera convocatoria con Guinea Ecuatorial. "Era como si llegasen los Rolling Stones, Michael Jackson o una celebrity de ese estilo a dar un concierto. Éramos jugadores que la nación sentía suya, pero que nunca habíamos estado allí. Entonces que fuéramos a jugar allí siendo futbolistas de Primera División en España era un orgullo para el país. La bienvenida era en la misma pista de aterrizaje. Fue muy emocionante". Una situación que se repite hasta el día de hoy en el país como señala Ibán Salvador, uno de los capitanes de la Selección que disputará esta Copa África. "Es como si la gente ve a Fernando Torres por la calle cuando estaba en la Selección Española y en el Chelsea".
Una Guinea Ecuatorial que disputó su primera Copa África en 2012 como anfitriona y logró el primer triunfo de su historia ante Namibia gracias a un tanto de Javi Balboa. Para poner en contexto la importancia del hito, Guinea Ecuatorial es un país muy pequeño en cuanto a extensión (es una cuarta parte de la Comunidad de Madrid) y habitantes (1,5 millones de personas). A pesar de la histórica victoria, el héroe del partido no pudo ni celebrarlo. "Me tocó el test antidoping y todos los compañeros estaban festejando en el vestuario, incluso el presidente del Gobierno, y yo pues tuve que estar en la sala de doping. De hecho se fueron todos y yo solo les vi cuando llegué al hotel", comentaba entre risas el ex jugador de Real Madrid o Benfica.
El cénit de la Nzalang Nacional llegaría en la edición de 2015 cuando alcanzaron las semifinales después de otra actuación estelar de Balboa ante Túnez, aunque siempre con el remordimiento de no ser finalista. "Es una media espina que tenemos todos allí porque podíamos haber llegado a la final. Túnez es una selección que, a priori, es superior a ti. Hicimos bastante metiéndonos en semifinales. Para mí fue, seguramente, el mejor momento de mi carrera", arrancaba.
"Creo que hay más pasión en África. Todo se vive casi al extremo"
"El primer gol fue de penalti al final del partido para empatar. Cojo el balón, tranquilo y marcó el penalti. No lo celebré mucho porque sabía que quedaba la prórroga. En el tiempo extra hice una gran jugada que cojo el balón desde casi el centro del campo, regateo a tres y en la frontal del área me hacen falta. Es un libre directo que es un golazo y se desata la locura en el estadio. Fue espectacular la celebración, aunque es de las cosas que menos recuerdo. Fui hacia el córner y claro sale toda la gente del banquillo, todos los compañeros del campo y se abalanzaron sobre mí. No recuerdo nada más. Hay alguna imagen por ahí que se me ve gritando, pero ya todos se tiran encima", recordaba con satisfacción Balboa.
Aunque Guinea todavía no ha podido alzar el título, un jugador que si lo logró fue el camerunés Carlos Kameni en 2002. El guardameta de Espanyol, Málaga y, actualmente, Antequera de 1º RFEF se consagró como rey de África con los 'Leones Indomables'. "Fue una experiencia muy bonita porque es la mayor competición del continente. Ya sólo ser parte de los convocados es un orgullo y acabar como campeón es una felicidad increíble. Son momentos inolvidables".
Un Kameni que detecta una diferencia entre el aficionado europeo y el africano. "Creo que hay más pasión en África. Todo se vive de una manera más tensa, casi al extremo". Por su parte, Bodipo se acuerda de la felicidad del seguidor en África. "La persona africana es una persona muy alegre y el fútbol es el momento de su fiesta. Tienen mucho arraigo. Entonces viven el partido de una manera muy especial". Ibán Salvador añade que el principal objetivo de los jugadores es que todo tu país se sienta orgulloso de la Selección.
Diferencias que también existen entre compañeros de profesión. "Contra Namibia salimos al túnel chocando manos y cuando llegamos al pasillo vimos los vimos cantando. Dando palmas y moviéndose todos", indicaba Salvador. Por su parte, Javi Balboa alucinaba con los ejercicios previos al partido. "Flipaba sobre todo en los calentamientos. Aquí hemos visto imágenes de equipos y selecciones africanas que cuando están calentando van al ritmo de la música o bailando. Es gracioso y una manera de estar todos a una".
"La gente es feliz con muy poco. Me cambiaron la forma de ver la vida"
A pesar de esa alegría a nadie escapa que la vida en el continente es completamente opuesta a la europea. Un modus vivendi más humilde que cambió la forma de pensar de muchos como, por ejemplo, de Balboa. "Lo que más me chocó como ejemplo de vida sobre todo para mi familia, para mis hijos y relaciones de amistad fue que nos quejamos de demasiadas gilipolleces aquí. En Guinea la gente es feliz con muy poco y luego piensas que te quejas por tonterías como que en un entrenamiento en vez de tener una camiseta de manga larga tienes una corta. Me cambiaron la forma de ver la vida", confesaba.
Otra parte importante es la familia. Prácticamente todos los jugadores africanos abandonan el país a una temprana edad e incluso otros ni nacen en ese país. Es por eso que la vuelta es tan especial porque te permite vivir momentos únicos como le ocurrió a Bodipo y su padre. "La segunda vez que viajé Canal+ me acompañó con mi padre a visitar a su madre y volver a Guinea por primera vez en 45 años. Ese fue un momento muy emotivo para todos. Mi padre era hijo único y tuvo que salir del país para formar una familia y por las condiciones económicas no podía viajar para volver a ver a tu madre. Para mí darle esa oportunidad fue el mayor orgullo que he podido sentir", decía un conmovido Rodolfo tras recordar ese instante.
Unas concentraciones y partidos que dan para mucho y los protagonistas han desvelado a Relevo varias anécdotas. Según cuenta a este medio Ibán Salvador durante una convocatoria un compañero formó un alijo de calzoncillos y calcetines. "Acabas de entrenar y tienes que bajar la ropa para lavarla. La gente llevaba seis o siete calzoncillos y a los tres días decía que no le quedaban. Empezamos por las buenas diciendo que se devolvieran. Se fue alargando y la gente que traía seis pares de calcetines sólo tenía un calcetín, no un par, uno suelto. Al final hicimos una inspección habitación por habitación", arrancaba uno de los capitanes de la actual Guinea Ecuatorial.
"En ese momento dijimos que los calzoncillos nos los diesen a los capitanes y Pablo Ganet, el primer capitán, empezaba a repartirlos en la cena. Gritaba: "¡Calzoncillos marca Nike!" y levantaban cuatro la mano. También te digo que los Nike levantaban todos la mano, pero todo lo que no era de marca nadie los quería. El problema es que seguían desapareciendo aún entregándolos y nos pusimos a revisar en plan cachondeo. Pues un compañero tenía un mercadillo de calzoncillos en la habitación y cada vez que lo recordamos nos reímos muchísimo. Tenía de todo", finalizaba Salvador a carcajada limpia.
Es tal la expectación por Guinea Ecuatorial en el país que incluso el conductor del autobús del equipo nacional vacilaba de ello. "Entrenábamos a las 15:30-16:00 y nos recogían a las 15:00 en la puerta del hotel para ir al campo. Un día, con todos abajo, no aparecía el autobús. Pasaba el tiempo y no llegaba. Eran casi las 16:00 y apareció el autobús. Le preguntamos dónde se había metido y el conductor nos dijo que como llevaba el autobús de la Selección de Guinea Ecuatorial había ido a pasear con el autobús por el centro de la ciudad para que la gente viese que era el conductor del equipo nacional", desvelaba Balboa a Relevo.
"Nos cortaron el agua y tuvimos que ducharnos con botellas"
Por otro lado, los partidos fuera como visitante en la CAF eran una tortura con esperas interminables en aeropuertos o comidas en mal estado. Un ejemplo fue el viaje terrorífico a Togo que relató Bodipo, el cual pagó muchos billetes de avión a compañeros durante su estancia en la Selección de Guinea Ecuatorial. "Ganamos 1-0 en casa y para la vuelta nos advirtieron: 'Cuidado, que lo vais a pasar mal'. Llevamos dos equipos en aquella concentración. El equipo reserva fue al hotel que se presupone que íbamos a ir y luego nosotros a otro. Allí no juegan con el fútbol, harán todo lo posible para que no pases".
"Comimos en la habitación del primer ministro. Estábamos herméticos al exterior. Nos mandaron ir tres horas antes del partido y cuando llegamos a la puerta nos tienen una hora y cuarto dentro del autobús, con los míticos asientos de piel de melocotón, a más de 35 grados con un calor terrible. Nos dicen que no nos dejan entrar y tenemos que volver al hotel. Justo cuando retornábamos nos llaman para regresar al estadio. Al llegar tenemos poco tiempo para cambiarnos, calentamos rápido y como te digo hay muchos países que no juegan con esto. El primer gol de ellos fue en el minuto 51 de la primera parte y en aquella época no había VAR. En la segunda parte nos metieron un gol con una falta muy clara a nuestro central. Al acabar el partido fuimos corriendo hacia el vestuario en el que nos cortaron el agua y nos tuvimos que duchar con botellas para irnos rápido al hotel. Se pasaba muy mal de visitante", destacaba el capitán de Guinea Ecuatorial en esa eliminatoria.
Algo intrínseco a la cultura africana es la brujería y la creencia en la magia, en algo más allá. Incluso para la recuperación de lesiones se encomendaban a personas que empleaban estas ideologías. Balboa vivió esto in situ durante la Copa África de 2012. "En África se lleva mucho la brujería, los espíritus, las sensaciones… son muy de estas cosas. Un compañero tuvo un problema de lesión, un jugador importante nuestro. Le hacían levantarse a las 6 de la mañana para visitar a un curandero a no sé cuantos kilómetros para intentar recuperarlo. Cosas de estas que evidentemente ni curandero ni leches. Pero allí creen mucho en este tipo de asuntos".
Carlos Kameni comentó a Relevo que esto es una tendencia normal en África. "En todos los sitios los utilizan. En Camerún lo llamamos masajista. Dicen que tiene mucho poder en sus manos. Algunos utilizan diferentes hierbas, otros ponen la mano sobre el fuego y después te dan un masaje". Pero, al igual que Javi, se mostraba algo escéptico. "Tienen que saber lo que tienes, hacer una radiografía o un escáner para saber que te está pasando".
Queda claro que la Copa África es una competición completamente diferente a lo que vivimos en Europa, pero los cuatro protagonistas destacan lo mismo. Jugar la Copa África es lo mejor que le ha ocurrido en sus respectivas trayectorias profesionales. Miles de momentos, anécdotas, risas y compañeros que se convirtieron en familia que engrosan todo lo que significa el torneo.