SEVILLA FC

La estrategia de Sergio Ramos para volver al Sevilla, paso a paso: periodistas, una foto para 'presionar' y el arma del vestuario

El camero tuvo contactos con periodistas, jugadores, Caparrós y el vicepresidente Del Nido Carrasco, que tomó la decisión el domingo, de manera unilateral, de aceptar su regreso.

Sergio Ramos a su llegada a Sevilla./EFE
Sergio Ramos a su llegada a Sevilla. EFE
Alonso Rivero
Samuel Silva

Alonso Rivero y Samuel Silva

El intento de Sergio Ramos por recalar en el Sevilla se comienza a gestar a finales de junio. En su cabeza, un mes antes de terminar la competición con el PSG, que acabaría conquistando la Ligue 1, el camero ya tenía que convencimiento y deseo de volver al club que lo encumbró. Por eso, a finales del mencionado mes, el central tuvo una comida con algunos periodistas para transmitirle ese deseo.

Sergio es sabedor de que, más allá de su traumática salida de Nervión, con mentiras ya explicadas (no pago de la cláusula), sus gestos, declaraciones y actuaciones en el Ramón Sánchez-Pizjuán habían encendido a una mayoría del sevillismo. Por eso, trasladar su intención a los medios de comunicación sería una buena encuesta para palpar si algunos de esos aficionados que jamás hubieran querido su regreso habían cambiado de opinión.

El segundo paso fue interactuar con personas importantes dentro del sevillismo y del propio club. El sevillano tuvo conversaciones telefónicas con Jesús Navas e Iván Rakitic, en las que comprobó que el vestuario no era reacio a su llegada. A pesar de todo seguía siendo consciente de la negativa de los dirigentes y también de la dirección deportiva, que cambiaba de manos tras la traumática salida de Monchi y la incorporación de Víctor Orta.

La idea de Orta, en consonancia con la del comité ejecutivo del club, era incorporar a savia nueva que pudiera crecer junto al equipo y le generaran plusvalías a la entidad en un futuro. Volver al modelo que durante dos años se había abandonado y que tantas dificultades económicas y salariales habían traído. Es más, en el inicio de su etapa, parecía superada las eternas lesiones de Marcao, quien volvió a recaer en Montecastillo. En principio parecía una lesión menor que permitiría, junto a Gattoni, Nianzou y Loïc Badé, tener una nómina de centrales importantes y centrarse en utilizar los escasos recursos de los que disponía en otras posiciones.

Tras todo esto, el siguiente movimiento de Sergio fue una conversación telefónica con José Luis Mendilibar, que ya desvelamos en este medio. El Sevilla se encontraba de gira por Estados Unidos y ya el técnico de Zaldívar empezaba a transmitirle al club la necesidad de incorporar a alguien más en esa zona del campo, aunque todos coincidían en la búsqueda de otro perfil de futbolista.

Ramos seguía ralentizando sus negociaciones con el fondo de inversión que le iba a llevar a la liga de Arabia y con el Galatasaray, equipo que estaba dispuesto a pagarle su salario, y le permitiría disputar la Champions, algo importante para él. Adentrados ya en el mes de agosto, y ya disputada la Supercopa de Europa, se produce un nuevo encuentro entre el camero y José María Del Nido Carrasco, sin la presencia de Orta, en la que vuelve a recibir la misma respuesta. No entraba en los planes deportivos de su Sevilla.

La conversación con Joaquín Caparrós desvelada en forma de foto en sus redes es otra forma más de presionar a un club que esa misma mañana durante la presentación del centrocampista Sow volvía a reiterar en la voz de su director deportivo que "la operación de Sergio Ramos era inviable". Aunque con estas tajantes palabras parecía que el tema ya quedaría zanjado, el de Camas publicó en redes sociales una foto con quien fue su entrenador durante su etapa en el Sevilla FC: Joaquín Caparrós.

Con todo esto, tras tres derrotas consecutivas en LaLiga y con el cierre del mercado, algo cambia en la mente del vicepresidente primero Del Nido Carrasco, para que el domingo y de forma unilateral, llame al hermano y agente de Ramos y decida dar luz verde a su regreso cuando todo indicaba que su destino estaría en Arabia Saudí. Esa llamada lo cambió todo y este lunes Sergio Ramos ha aterrizado en Sevilla para firmar un año por el equipo de su infancia.