En la piel de un intermediario en Arabia Saudí: "Me escriben de 40 a 50 personas por día"
Jorge García es un colombiano que se mueve como pez en el agua en Oriente Medio y, entre otros, fue el nexo con Gerrard para lograr cerrar su fichaje.

Casi todos quieren jugar o entrenar en Arabia Saudí. Es una generalización, por supuesto, pero la inyección económica del gobierno saudí en los clubes que controla está provocando un terremoto en el fútbol mundial, principalmente en el europeo. Un representante, en una charla, me dijo que esto recién empieza: "Ahora en Arabia están yendo a buscar a los 'primeros espadas', pero el tema es cuando vayan a buscar a otras opciones menos glamurosas".
Esa reflexión nos lleva a recordar cómo los Firmino, Benzema, Brozovic, Mendy, Koulibaly, Kanté, Jota o Neves firmaron por equipos de la liga saudí en las últimas semanas. Jugadores de gran nivel, estrellas que podrían seguir en Europa. Estos futbolistas son los que engrosan los 144 millones de euros que se han gastado hasta el momento en traspasos (y ni hablemos de contratos, porque perdemos la cuenta), pero hay otros que están llegando libres y habrá varios más que aterrizarán tras haber pagado muchos menos millones.
Pero llegar a Arabia Saudí no es fácil para nadie. Ni para los entrenadores, ni para los jugadores... ni para los agentes. Estos últimos quieren colocar a muchos futbolistas de sus agencias en aquel mercado, pero en ambientes tan herméticos como Oriente Medio es complicado hacer relaciones. ¿Y quién entra entonces en este negocio? Los intermediarios.
La figura del intermediario es simple: no representa al futbolista o entrenador en concreto, sino que se encarga de tejer las conexiones entre agentes y clubes interesados. Participa en reuniones, define las ventas y contratos, se lleva su comisión y a otra cosa, no le busca casa en Arabia al futbolista ni le pregunta si está cómodo.
El intermediario que cerró la llegada de Gerrard
Uno de estos intermediarios es Jorge García, colombiano de 37 años con una amplia experiencia en Asia. No solo en Arabia Saudí, sino también en Japón, China, Emiratos Árabes, Dubái, Catar. Conoce los ambientes y las maneras. Sabe que los árabes son más latinos; que los chinos, complicados; o que los japoneses son muy cerrados. Trató con muchas culturas e hizo tantos viajes que ya se conoce los aeropuertos. Ahora, él es uno de los más solicitados, le llaman y le envían mensajes unas "40 ó 50 personas todos los días".
"No doy abasto, intento contestar y responder, pero no puedo. Me gusta hacerlo para que no crean que soy importante, me gusta responder a la gente, pero ahora no llego", cuenta Jorge mientras toma un café en un hotel céntrico de Madrid. Acaba de llegar de Arabia Saudí, donde cerró (en gran parte), la llegada de Gerrard al Al Ettifaq.
"Me escriben o llaman 40 o 50 personas todos los días para llevar jugadores a Asia"
Intermediario del mundo del fútbol¿Fue tan simple que el inglés sea uno de los entrenadores de la Saudi Pro League? Para nada, Jorge explica cuánto costó cerrar el trato: "El club primero tenía un presupuesto bajo y me pidieron a Gago, entrenador de Racing. A su representante la oferta no le convenció y preguntaron por Gerrard. Entonces, comenzaron las negociaciones. Estuvimos en Dubái, conocí a Gerrard y le conté un poco la historia. Gerrard hizo dos reuniones por zoom desde Inglaterra, viajó a Arabia y rechazó la primera oferta. Todo esto durante la final de la Champions. Después, siguieron las negociaciones y hubo un momento que entró el Gobierno saudí y ya las negociaciones eran directas entre ellos. Ahí se desbloqueó todo, no puedo decir la cifra, pero era bastante más alta que en Europa".

La clave fue esta, la intervención del gobierno. Cuando el enviado del mismo entra en juego, todo se simplifica. Durante las negociaciones que duraron tres semanas, tres personas de cada lado (Gerrard, representante y Jorge García por parte del entrenador) negociaban, pero cuando el gobierno intervino, todo fue más fácil, el dinero fluía. Ahí se cerró el trato y Jorge recibió la comisión acordada previamente a la llegada del enviado especial.
Gerrard no es el primero
Jorge García se mueve por Oriente Próximo como pez en el agua. Conoce gente, habla idiomas, viene y va. Muchos directores deportivos, sedientos de euros y locos por liberar altas fichas de futbolistas se ponen en contacto con él. La de Gerrard no fue la primera negociación ni será la última, pero tampoco fue la más difícil.
Jorge fue el intermediario del pase de Marega a Al Hilal. El franco-maliense de 32 años llegó en 2021 al club saudí, siendo uno de los pioneros. Salió gratis del Oporto, pero tenía ofertas de muchos equipo y finalmente llegó a Arabia, donde tiene contrato hasta junio de 2024. Las negociaciones duraron tres meses y para García fueron complicadas.
Aunque la más complicada fue la del exentrenador del Elche, Jorge Almirón. El actual técnico de Boca estaba entonces representado por Bragarnik y la negociaciones con el propietario del club ilicitano siempre son complicadas. Finalmente, Almirón fichó tras muchas reuniones y muchos idas y vueltas con Al-Shabab, en una experiencia que duró solo cinco meses. Hoy, Bragarnik y Almirón dejaron de trabajar juntos y Jorge García, por su lado, sigue llevando futbolistas y entrenadores a Asia.