MERCADO DE FICHAJES

La intrahistoria del fichaje de Morata por el Milan: indagando con los compañeros italianos y un arrepentimiento exprés

Ya es oficial, el delantero deja el pago de la cláusula en el Atlético y se va cuatro temporadas al club 'rossonero'.

Morata con la Eurocopa. /EFE
Morata con la Eurocopa. EFE
Hugo Cerezo
Matteo Moretto

Hugo Cerezo y Matteo Moretto

Álvaro Morata ya es nuevo jugador del Milan, uno de los movimientos del verano por todo lo que supone a nivel deportivo y social, primero porque deja el Atlético apenas dos semanas después de firmar un post compartido con su club en el que aseguraba que no se iría hasta ganar un título con la camiseta rojiblanca; segundo porque ficha por un grande, el Milan, el quinto de su carrera; tercero, por todo la polémica generada en torno al delantero en las últimas semanas con el ruido en medios y redes. Firma cuatro años después de pasar los últimos días en la ciudad y de que los 'rossoneri' paguen la cláusula que vale su libertad.

La vorágine en la que ha vivido el delantero las últimas semanas da para una serie, que no descartemos acabe viendo la luz. Durante el torneo llegó a informar al Atlético de que se iba a Arabia, al equipo de Míchel y Nacho, el Al-Qadsiah. Cuando solo faltaba la firma, con todos los documentos redactados y enviados, se echó para atrás. A la hora de informar a las partes implicadas, compartió un post en Instagram: "No puedo imaginar lo que tiene que ser ganar con esta camiseta y no voy a parar hasta conseguirlo". Quiso el delantero zanjar el asunto Arabia públicamente, pero se le fue de las manos. Ese mensaje suponía la constatación pública de que se quedaría en el Atlético, cuando previamente ya había decidido irse. Al día siguiente ya se había arrepentido.

Porque Morata venía rumiando desde hacía meses su marcha de España. Las críticas, furibundas en algún caso, las redes sociales y algún episodio desagradable que todavía no ha contado con precisión pero sí comentado (en el documental de LaLiga y Netflix habla de que vivió una escena desagradable con sus hijos en un supermercado) le han ido convenciendo de irse. "No soy infeliz, para nada. Pero es verdad que en España me cuesta mucho ser feliz. Al final siempre sale algo por algún lado. Aquí no hay respeto por nada ni por nadie", declaró en El Mundo el 8 de julio.

Esa indefinición en su futuro le llevó a puntualizar en esa misma charla, seis días después del post de Instagram: "Yo he dicho que me muero de ganas de ganar títulos con el Atlético, pero luego hay que poner en la balanza lo que compensa y lo que no". Antes de la final su futuro ya estaba decidido. Se iba al Milan, lo que ha terminado de cristalizar ya como campeón de Europa, aunque en el Atlético han sido los últimos en enterarse de manera oficial, porque el jugador, el lunes, una vez publicado su fichaje, todavía no se había puesto en contacto con ellos.

Álvaro Morata y todos los equipos en los que ha militado.  RELEVO
Álvaro Morata y todos los equipos en los que ha militado. RELEVO

El punto es que nunca se fue de la cabeza de Morata la idea de dejar el Atlético. Por eso cuando recibió la llamada de Ibrahimovic para convencerle de irse, no tardó en abrir la puerta, casi más preocupado por cómo desdecirse que de la negociación. El caso es que el interés ya venía de atrás, aunque Morata estuviera negociando con el Al-Qadsiah. Al término del España-Italia estuvo preguntando por el Milan a algunos de los jugadores italianos, aunque a otros compañeros previamente les llegó a decir que se iría a la Juventus. Todo estaba enfocado a acabar en Arabia, pero al romperse esa situación, el Milan se lanzó a por él.

Acabará de rossonero siete años después de que el Milan se acercara al delantero, cuando tenía decidido marcharse del Madrid. El jugador quería, pero la operación no prosperó y acabó fichando por el Chelsea. Su recorrido de clubes es histórico. Dos grandes de España irreconciliables, ahora en Italia con Juve y Milan… y no acabó en el Barça porque no le daba el dinero al club catalán, porque Xavi lo pidió con insistencia. Una carrera de lo más variopinta, también exitosa, porque es campeón de Europa y de Eurocopa, y que continuará en el país de su mujer, alejado del foco español que tanto le ha escudriñado.