REAL MADRID

El juego en la presentación de Kaká que los niños sueñan que se repita con Mbappé: "Fue surrealista"

Juan Diego Benítez fue escogido al azar para estar junto al brasileño en sus primeros compases como madridista.

Juan Diego, junto a Kaká en su presentación. /Pepe Caballero
Juan Diego, junto a Kaká en su presentación. Pepe Caballero
Isabel Pacheco

Isabel Pacheco

Este martes, 16 de julio, no será un día cualquiera en la capital de España. Tras temporadas de espera, Kylian Mbappé será presentado como nuevo jugador del Real Madrid. El Santiago Bernabéu, que desde el pasado jueves colgó el cartel de 'no hay billetes', se vestirá de gala para dar la bienvenida al delantero francés en un acto en Concha Espina que contará con varias sorpresas.

Horas antes de que esto suceda, y de que el exfutbolista del PSG salte al césped en torno a las doce de la mañana, en los alrededores del estadio los aficionados fantasearán en la cola con poder revivir lo que en 2009 vivió en este mismo escenario Juan Diego Benítez, aquel niño escogido al azar y que pudo abrazar a Kaká. "De lo nervioso que estaba no me salió una palabra".

Tenía sólo 9 años cuando Juan Diego viajó junto a sus abuelos maternos, de Barbate a Madrid, para visitar a un tío suyo que vivía en la ciudad. Como aficionados del Real Madrid, el Tour del Bernabéu resultó ser parada obligatoria para la familia.

Disfrutando de la visita, entre trofeos y fotos de los vestuarios, allí, en medio del bullicio, se enteraron que Kaká iba a ser presentado como nuevo futbolista del Madrid un día después, en ese mismo sitio. "Cuando escuchamos eso, no nos lo pensamos. Nos fuimos muy pronto a hacer la cola (a diferencia de lo que ha sucedido con la de Mbappé, la entrada no se podía adquirir anticipada). Me acuerdo de que en el bolsillo llevaba un póster de Kaká con la ilusión de haber si me lo firmaba. Lo que pasó después ni se me pasaba por la cabeza", cuenta a Relevo Juan Diego, que hoy tiene 24 años.

Horas y horas de espera, los cuatro logran acceder por fin al estadio. Maravillados con la cantidad de personas que había congregadas en el recinto, 50.000 se dieron cita aquella tarde de julio, un hecho totalmente inesperado haría que Juan Diego pasara de estar sentado en la grada como un aficionado más a convertirse en el centro de todas las miradas.

La mano a Florentino y el abrazo a Kaká

"Había una cámara que iba por la grada enfocando a la gente. Hubo un momento que se detuvo en mí. Siguió su recorrido y al cabo de unos minutos volvió otra vez atrás y me enfocó de nuevo. Una azafata, al rato, vino a buscarme y me preguntó si quería ver a Kaká más cerca".

De los miles y miles de niños que había aquella tarde en el Bernabéu, Juan Diego resultó ser el elegido. Acompañado por su tío y pensando el barbateño que aquella azafata le conduciría a un sitio con una mejor panorámica para seguir la presentación , la trabajadora, para asombro del pequeño, le explicó que iba a salir al centro del campo para recibir una camiseta de Kaká.

Posando el ex del Milan con la elástica blanca y mostrándole a su nuevo público ese dorsal '8' que luciría en su camiseta, con un polo rojo, cara de asombro y boca abierta Juan Diego salió al escenario. A escasos metros del jugador, y sin poder quitarle el ojo de encima, Kaká le firmó una camiseta con su nombre y se la colocó encima de su vestimenta. "Cuando salí y vi a toda la gente... Le di la mano a Florentino Pérez, a Di Stéfano y me abracé con Kaká. Ahora lo pienso y digo 'madre mía con la gente con la que estuve".

Juan Diego abrazando a Kaká.  Agencias
Juan Diego abrazando a Kaká. Agencias

De la mano del centrocampista, los dos recorrieron juntos parte de la tarima. Envueltos en una multitud de flashes para inmortalizar el momento, Juan Diego volvió en busca de su tío con la sensación de sí lo que había pasado era real o había sido sólo un sueño.

Pese a que a llegaron a ofrecerle 5.000 euros por la camiseta, la elástica guarda hoy un hueco especial en la casa del andaluz. "Mi abuelo, que es muy madridista, siempre me recuerda lo que vivimos aquel día. Fue surrealista".

Quince años más tarde, y con Kylian Mbappé como maestro de ceremonias, quién sabe si una de las sorpresas durante la presentación puede ser sacar a un niño o niña al escenario. Si eso ocurriera, es algo que los más pequeños y sus familiares no van a olvidar jamás. "Es que estuve al lado de Kaká".