Los dos motivos por los que el Barça perdió el fichaje de Arda Güler

Cuando Deco regresó de Estambul, en el Barça tenían la esperanza de que Arda Güler estaba muy cerca de ser jugador azulgrana. El director deportivo oficioso, que no oficial, del Barcelona se dio la mano con el Fenerbahçe y con el jugador. Las bases de la operación estaban sentadas. Pero de repente, apareció el Madrid y todo saltó por los aires.

Desde Can Barça entienden que ha habido dos factores determinantes contra los que ellos no podían luchar. El primero, y más importante, el económico. Mientras que el Barça, ahogado por los límites económicos y las normas de LaLiga, no cuenta con margen para ir con músculo a las negociaciones, el Madrid va sobrado.

Si el club azulgrana pagaba la cláusula y a plazos, el Madrid ofreció más que esos 17,5 para cerrar un fichaje en 20+10. Con el añadido de que además el Fenerbahçe se guarda un 20% de una futura venta, algo que no se recuerda en fichajes de entrada en Chamartín, siempre de salida. Una muestra más de la apuesta del club blanco para poder llevarse a la perla turca.

Lo que no se conocerá es el alcance de la comisión para el padre y el agente del jugador, Christophe Henrotay. Pero fuentes conocedoras de las negociaciones previas de Güler con otros equipos aseguran que las aspiraciones del padre eran altas. Ni siquiera las buenas relaciones del presidente del Fenerbahçe, Yıldırım Ali Koç, con el Barça pudieron decantar la balanza. Ali Koç era uno de los principales ejecutivos de Beko, la firma que patrocinó al Barça hasta hace un año, y estuvo presente en distintos actos en Barcelona.

El otro motivo es el de la incorporación inmediata. El Madrid apostó por sumarle ya a la disciplina blanca, mientras que el Barça no podía asegurarlo por el problema que tiene con el límite salarial para poder inscribir jugadores. Está por ver si finalmente se queda en la disciplina blanca o si se busca un préstamo para que juegue y siga su formación en un equipo que le garantice minutos y exigencia.

El Barça hasta esta misma mañana tuvo el debate interno de si hacer un último esfuerzo por el jugador. Se entendía como una opción de mercado si se cerraba en esos 17,5, una apuesta por un jugador de 18 años que se cree que se revalorizará y que encajaba en los cánones que en el club quieren para el primer equipo. Sin embargo, no cabía entrar en una subasta por unas cifras superiores, porque ni tienen la disponibilidad económica ni tampoco creían que el jugador merecía una inversión notablemente más alta como esos 20+10 más el 20% de una futura venta.