Los millones de Arabia también pagan la promoción del país por parte de los futbolistas
Los jugadores tienen la obligación de publicar contenido a sus redes sociales y asistir a actos públicos.
![Cristiano Ronaldo y su familia, en unos cines de Arabia Saudí. /@cristiano](http://s1.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202309/08/media/cortadas/cr-RavbMzwZTuI5T8toxsa2qfM-1200x648@Relevo.jpg)
En cierto modo, el fútbol ha sufrido un cambio importante en los últimos meses. Un buen puñado de jugadores, veteranos y no tanto, han dejado las ligas europeas para competir en la liga de Arabia Saudí, una competición menor que busca crecer tirando de talonario. Porque ése es, y no otro, es el único argumento para que los futbolistas dejen sus lujosas vidas en las mejores ligas del planeta para buscar unas mucho más lujosas en campos anticuados y lejos del viejo continente.
Y es que los contratos que se están firmando en el país asiático son imposibles en España, Inglaterra, Alemania o Italia. Futbolistas que cobran 100 millones por temporada, otros que se quedan en 40 o 50 y algunos, los no tan relevantes, que ganan 10/15 millones por curso. Es el caso de Gabri Veiga, por ejemplo, al que el Nápoles le puso un contrato de cinco años y dos 'kilos' en cada uno de ellos y que finalmente firmó uno de 40 millones en tres años.
Eso sí, esa lluvia de dinero no es solo para que los futbolistas jueguen al fútbol, como sería lo lógico, sino que tienen otra serie de compromisos a los que atender y que no tienen tanto que ver con su profesión. Y es que para Arabia Saudí es crucial ofrecer una buena imagen al resto del mundo. Un país cuestionado en muchas ocasiones por su falta de derechos humanos quiere trasladar una imagen de normalidad y para ello se apoyan en sus embajadores más conocidos.
![Neymar, en su presentación como jugador del Al-Hilal. @Alhilal_EN](http://s1.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202309/08/media/cortadas/neymar-U04078241723ToV-624x385@Relevo.jpg?cw=780&ch=481)
Eso mismo ocurrió el año pasado con el LIV Golf, el circuito que compitió durante meses con el PGA Tour antes de firmar una alianza. En los millonarios contratos de los golfistas estaban incluidas varias cláusulas entre las que destacaban la prohibición de hacer declaraciones difamatorias o perjudiciales contra "personas relevantes", como pueden ser los mandatarios del país, además de promocionar en sus propias redes sociales el circuito.
¿Quiere decir esto que los jugadores tienen que blanquear la imagen del país? No exactamente, pero sí que deben ser activos en sus respectivas redes sociales y enseñar contenido futbolístico que haga ver que su día a día en el país es muy parecido al que tienen sus compañeros de profesión en las principales ligas europeas. Y no es opcional, deben hacerlo.
الـجـوهـرة إلى " جدة " 💎#VeigaToAlahli pic.twitter.com/gmW0t4kjdZ
— النادي الأهلي السعودي (@ALAHLI_FC) August 27, 2023
El caso más llamativo, por ejemplo, es el de Gabri Veiga. El exfutbolista del Celta mostraba cierta actividad en Instagram que ahora ha potenciado incluso más desde su llegada al Al-Ahlí. Pero lo que sí sorprende es lo ocurrido en su cuenta de Twitter, inactiva durante sus últimos meses en el equipo gallego pero que la ha retomado tras su reciente fichaje, borrando todos sus tuits antiguos y empezando de cero.
Y además del jugador de O Poriñño, hay decenas de casos en los que las redes sociales de los jugadores han experimentado un crecimiento en el número de publicaciones. Arabia Saudí quiere ofrecer la imagen de que es un país similar a los de occidente para seguir atrayendo a más estrellas y no se detendrán hasta cumplir con su máximo objetivo futbolístico: organizar el Mundial de 2034.
Hay que ir a los actos promocionales y culturales
Además de promocionar todo lo relativo al fútbol saudí, los jugadores deben asistir a actos promocionales y culturales que organice el gobierno. Quieren compartir las inversiones, las fiestas y, en definitiva, proyectar una imagen de la felicidad que reina en su país. Porque además de meter goles, los jugadores tienen una misión en Arabia más allá de lo futbolístico. Y les pagan por ello.