REAL MADRID

Los motivos (y el gesto de Florentino) para la decisión más difícil de Nacho: "No puedo irme ahora"

El central tuvo un cariñoso encuentro con el presidente horas antes de dar el sí a la renovación.

Nacho Fernández celebra un gol con el Real Madrid. /AFP
Nacho Fernández celebra un gol con el Real Madrid. AFP
Hugo Cerezo

Hugo Cerezo

Han sido meses de diván, de pros y contras, de me voy o me quedo, hasta que este lunes Nacho por fin tomó la decisión más difícil, la que más le ha costado tomar, aunque sea para mantener una relación de toda la vida, no para romperla. El mayor de los Fernández seguirá una temporada más en el Real Madrid y como capitán del primer equipo, reeditando el liderazgo que ya exhibió en su etapa en el Castilla.

Primero no quería pasar de abril. La competición se fue enrevesando. Entró en mayo. La Copa y la Champions, sin tiempo para pensar fríamente. Tras el K.O. contra el City no tenía vuelta atrás. Se inició la cuenta atrás hasta el último partido de Liga. Hasta que este lunes, después del último partido de la temporada, se sentó con el club y dio el sí.Todos querían su continuidad, desde el presidente al entrenador, desde los compañeros a la dirección deportiva y general, del primero al último socio.

Y a él le sobraban los motivos. Seguir en el club de su vida, prolongando su etiqueta de 'one club man' y como capitán, un rol que pocos podrán representar mejor que él. Una temporada en la que se ha quedado cerca de los 3.000 minutos, aunque pudieron ser más y ante rivales de mayor enjundia. En el recuerdo, por ejemplo, cómo apagó el fuego en Anfield secando a Salah.

A sus 33 años, ha tenido ofertas de toda índole. El Inter exploró su fichaje, mostrando más interés que ninguno. La MLS siempre estuvo atenta. Él nunca contempló ningún equipo español. Irse a Estados Unidos, habiendo entrado de nuevo en la rueda de la selección, era temerario. Su decisión no era por una cuestión económica, solo deportiva. Y sentimental, cómo no.

"Ahora no puedo irme", resumió a sus más íntimos para explicar que seguirá en el Madrid. Aunque Ancelotti en ocasiones no le ha dado el estatus que el jugador (y no solo él), cree que merece, el italiano estaba como loco por seguir contando con su defensa pesimista. Por rendimiento, profesionalidad, ascendencia, ejemplo para los jóvenes… Le tocará ganarse los minutos, pero con el brazalete en el brazo, que en ese vestuario y ese club no es cualquier cosa.

Contra el Athletic Carlo le situó en el centro de la zaga y orilló a Rudiger en el lateral. Otro gesto con el que sumar para continuar. Con el cambio de Benzema heredó el brazalete. Cuando se inició el homenaje a Karim, se lo devolvió. Pocos entienden los códigos como él.

Tras el partido, Florentino se acercó muy cariñoso a su jugador. Tuvo unas palabras con él que solo ellos conocen y solo Nacho sabe si fueron importantes para horas después dar el sí al Madrid. El central también saltó al césped con sus hijos. Donde muchos vieron una despedida, quién sabe si tan solo era el momento para darse cuenta de que como en casa no se está en ningún sitio.