Mourinho a Mateu Lahoz, antes de Bellingham: "¿Qué tal con esto de la tele? Te echamos de menos"

La imagen de Jude Bellingham, de la mano de su madre, acercándose a José Mourinho y pidiéndole una foto con ella, que aguardaba en segundo plano, fue uno de los detalles del post partido en la final de Wembley. Mou se divirtió con la escena, la foto se hizo y el técnico luso (comentarista para TNT Sport durante el partido) volvió a la conversación en la que estaba antes de la llegada del 5 madridista: con Toño Mateu Lahoz.

El excolegiado español, que formó parte del equipo de Movistar Plus desplazado a Londres, estuvo durante toda la tarde en el pequeño espacio que tenían para su set de retransmisión, pero Mourinho, sobrado de tablas, se saltó ese protocolo para ir a saludarlo después del choque y la celebración inicial. "Yo no me podía mover", recuerda Mateu para Relevo. "En teoría no puedes pisar fuera del espacio que tienes limitado, pero él vino tranquilamente y estuvimos un rato charlando hasta que se nos acercó Jude, que muy educadamente le pidió un selfie para su madre".

Antes se habían pasado por allí otras leyendas que estuvieron presentes en el partido que UEFA había organizado la tarde anterior. Gente como Robert Pires o Kevin Prince Boateng también estuvieron saludando a la expedición de Movistar, pero antes del encuentro y sin Jude Bellingham (y su madre) en la ecuación.

Ambos, entrenador y excolegiado, se conocen desde hace mucho, casi 15 años. Concretamente, su relación empezó a ser más cercana desde un partido en septiembre de 2010, en San Sebastián, en el que el Real Madrid se impuso 1-2 a la Real Sociedad gracias a un gol de Pepe en el 74'. Tras el encuentro, Mou le dijo a Mateu Lahoz que le había gustado mucho su arbitraje y que le recordaba a la forma de pitar de Inglaterra. Le aventuró que muy pronto sería árbitro internacional, algo que efectivamente no tardó en suceder.

Esto no fue ningún secreto (como casi nada de lo que hacía Mourinho, que siempre era escrutado con lupa) y enseguida le valió a Mateu la etiqueta de "favorito de Mou", que años más tarde le terminaría dando guerra. Coincidieron varias veces más, en algunos premios deportivos por ejemplo, y la relación siempre fue cercana, más allá de la mera cordialidad.

También hubo alguno momentos más tensos. En 2015, sin ir más lejos, el 29 de septiembre Mateu Lahoz arbitraba un Oporto Chelsea en O Dragao. Al final del partido, Marcano le hizo un penalti clarísimo a Diego Costa que el valenciano no vio. "Me lo comí, la verdad", reconoce. El Chelsea cayó 2-1 y podría haber empatado pero, sin embargo, cuando las revoluciones bajaron el portugués saludó de nuevo a Mateu. Le preguntó que cómo podía no haber visto ese penalti tan claro, y el español reconoció que eran cosas del fútbol y que podía tener razón. Al final, Mou se despidió de él felicitándole de nuevo y haciéndole otro presagio: que alguna vez pitaría una final de Champions. Algo que, por cierto, ocurrió algunos años después, en esa misma ciudad y en ese mismo estadio.

Mourinho llegó a la zona de Movistar y saludó con mucho cariño a Mateu. Le preguntó que cómo estaba y que qué tal se estaba amoldando a su nueva posición como comentarista televisivo. Él le dijo que bueno, que aprendiendo poco a poco, mucho más encorsetado con un micrófono en la mano que el técnico luso.

Fue en medio de esa conversación cuando apareció Jude Bellingham para la foto fan de su madre, pero al regresar, Mourinho terminó lo que había ido a hacer y le dio otro cariñoso abrazo. "Se te echa de menos en el fútbol", le dijo para despedirse el nuevo técnico del Fenerbahe turco. "Seguro que nos vemos pronto".