Muere Hugo 'el Loco' Gatti, el mito hecho portero y tertuliano estrella del Chiringuito
El exjugador falleció a los 80 años en Buenos Aires tras casi dos meses hospitalizado.

Tras casi dos meses ingresado, se apagó el 'Loco' Gatti, cumplidos los 80 años y después de una infección tras una operación de cadera que se produjo paseando a su perro. El legendario guardameta argentino, uno de los jugadores más importantes del país sudamericano, había perdido a su mujer, Nacha Nodar, en junio y deja dos hijos, Lucas y Federico.
Hugo Orlando Gatti nació en Carlos Tejedor, un pequeño pueblo al norte de la provincia de Buenos Aires. Llegó a la capital en un carro con su familia, buscándose la vida. Su carrera es de leyenda, el futbolista con más partidos en la historia de la liga argentina, con 765 encuentros, desde 1962 hasta 1989. Atlanta dos años, River Plate cuatro, Gimnasia cinco, Unión uno y Boca Juniors 13. A La Bombonera llegó con 32 años pero le dio tiempo a jugar allí hasta los 44. Fue el portero de las Libertadores del 77 y del 78, las primeras del club xeneize, y de la Intercontinental 77. También 'campeonó' con tres ligas.
Le quedó el lunar de su poca participación con la Albiceleste, apenas 18 encuentros y una lesión y falta de química con Menotti que le dejaron fuera del Mundial 78 cuando venía siendo el titular. El seleccionador apostó por Fillol y ese sinsabor no lo abandonó nunca al Loco, que sin embargo era un hombre queridísimo por la afición de su país, sobre todo por la hinchada de Boca, a pesar de su paso por su archienemigo River Plate.
Su estilo marcó tendencia. De aspecto genuino, con su melena, cinta al pelo, vestido todo de rosa e incluso con publicidad propia en su camiseta que se buscaba él mismo, le gustaba salir del área y jugar con los pies, parar con una mano, con el pecho, dar volteretas… y además un consumado parapenaltis. De hecho, suyo fue el mérito de la tanda con la que Boca ganó la primera Libertadores al detener el último penalti a Vanderley, de Cruzeiro. Entre sus herederos, quien más se aproximó fue el Mono Navarro Montoya, que en España militó en el Extremadura, Mérida y Tenerife y que además fue su heredero en la portería de Boca.
Era un caramelo para medios y aficionados, porque le encantaba 'armar quilombo'. Conocido es su episodio con Maradona cuando antes de medirse en un Boca-Argentinos Juniors le llamó 'gordito' y el Diego se vengó. "¿Gordito? Le voy a meter cuatro". Y le metió los cuatro. Esa vis polémica se trasladó tiempo después a la prensa, especialmente a la española, cuando Alfredo Relaño lo convirtió en columnista de As y acabó siendo pareja de baile de Josep Pedrerol en Punto Pelota, el efímero Club de Fútbol en La2 y finalmente en El Chiringuito, donde ha sido colaborador habitual aunque ahora llevaba mucho tiempo fuera de la tele al residir en Argentina.
Se espera una oleada de cariño para el 'Loco', que siempre vivió fuera de los cánones, cuyo récord de partidos seguramente sea eterno y cuyo estilo siempre será marca registrada. Profundo admirador del Real Madrid y de Florentino Pérez, no se perdía ningún partido de los blancos, siempre con unos análisis de lo más particulares. Murió Gatti, pervive para siempre el mito del Loco.