Aitana la mejor, pero ojo con Athenea y Salma...

La Selección femenina de fútbol de España sumó la primera victoria en su debut en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Un gol en propia de Valeria del Campo abrió el marcador a los 20 minutos, hasta que tres minutos después Aitana marcó el segundo. Un gol que confirmó el gran momento que atraviesa la jugadora catalana que se llevó el premio a la mejor jugadora del partido. Esther González sentenció el encuentro con el tercer gol tras un larguero de Jenni Hermoso.

Las jugadoras más destacadas del encuentro, además de Aitana Bonmatí, fueron Athenea del Castillo, Salma Paralluelo y Olga Carmona. Todas ellas generaron continuamente jugadas de ataque peligrosas por ambas bandas. Por el lado izquierdo, la asociación entre Olga y Salma fue una de las que más éxito tuvo, con continuas paredes y aprovechando los espacios que dejaban cada una para ganar la espalda a la defensa de Costa Rica.

La guardameta apenas tuvo trabajo durante el partido. En la primera mitad, tuvo que salir a despejar un balón tras un pase atrás que se quedó corto y supuso un pequeño susto. La delantera de Costa Rica, Melissa Herrera, presionó para intentar quedarse con el balón y el despeje de la portera del Real Madrid terminó rebotando en el cuerpo de la rival. Por suerte, salió desviado para un lateral.

Jorge Vilda volvió a confiar en Ona Batlle para el lateral derecho. De sus pies salió la primera y única asistencia del partido tras una jugada individual de Athenea del Castillo que llegó hasta línea de fondo. Su influencia en el campo de Costa Rica quedó evidenciada en las estadísticas, además de en el juego de España. Terminó el encuentro con 25 pases completados en el último tercio y fue la segunda jugadora que más intervenciones hizo durante el partido (96).

En defensa, a pesar de no haber tenido que implicarse demasiado por los escasos ataques de Costa Rica, terminó con un 100% de acierto en entradas (2/2). En los córner a favor, era la encargada de quedarse en la zona del centro del campo para los posibles contraataques.

No tuvo mucho trabajo en defensa. Aun así, fue la central que más recuperaciones hizo en el partido (6) y la segunda jugadora española con más pases completados (62). Irene no renunció a su juego y subió a rematar los córner y las jugadas a balón parado, pero no terminó de rematar con claridad ningún pase. Intentó sorprender con un disparo lejano que se chocó con la defensa de Costa Rica. Acostumbrada a jugar en campo rival, repartió 19 pases en terreno costarricense.

Tuvo más protagonismo en las jugadas de ataque de España. Llegó a rematar en dos ocasiones con la cabeza a portería y estuvo a punto de marcar un gol. Cumplió con la labor de saltar rápido a la presión cuando Costa Rica recuperaba el balón e intentaba crear una transición rápida, algo que contra Zambia puede generar más peligro al tener jugadoras rápidas.

Fue la socia perfecta de Salma Paralluelo durante el partido, aprovechando los espacios que dejaba la delantera culé cuando partía hacia el centro y creando jugadas con ella. Además, en ataque buscó mucho jugar con centros laterales al punto de penalti que, desafortunadamente, no terminaron encontrando una rematadora clara. Creó tres ocasiones durante el partido e intentó un total de nueve centros. En defensa, no tuvo mucho trabajo. Además de ser una jugadora que tiende a estar volcada en ataque, no tuvo apenas trabajo a la hora de defender.

La centrocampista del Real Madrid jugó como pivote, una de las incógnitas en el once de Jorge Vilda. Estuvo más centrada en defender, llegando a estar en ocasiones paralela a Irene cuando España atacaba con más intensidad. Ante Costa Rica, hizo un partido de esos que a primera vista no se ven, pero que quedan grabados en las estadísticas. Fue la jugadora que más ocasiones creó en el partido (10) y que más pases completó (75). Además, en el último tercio llegó a repartir 35 pases, terminando con un 88,2% de acierto. También fue la jugadora que más centros al área puso, con un total de 22. Todo ello, hizo que fuera la española que más intervenciones realizó durante el encuentro (121).

Con el Balón de Oro en el horizonte, Aitana Bonmatí fue la mejor jugadora de España. Se encargó de generar el juego en el centro del campo, moviendo el balón de un lado hacia otro y siendo una de las jugadoras más erétricas del partido. Culminó su actuación personal con un gol desde dentro del área. Tras un recorte, tiró a portería con su pierna izquierda -la menos habitual- y mandó el balón al fondo de la portería ajustado al palo. Su gran partido hizo que se llevara el trofeo que le acreditaba como mejor jugadora del partido.

 

Comenzó el partido como una centrocampista más, participando en la creación del juego en la zona de media punta, donde le gusta jugar a ella. Con la baja de Alexia en el once principal, tuvo que ayudar jugando en una posición algo más atrás de lo normal. Estuvo a punto de marcar un gol, pero tras un cabezazo mandó el balón al larguero. Terminó el partido como delantera, aunque su influencia en el ataque de España se vio reflejado más cuando retrasaba su posición, como hace habitualmente. Repartió 32 pases en el último tercio del campo y fue la segunda jugadora que más ocasiones creó (4) por detrás de Tere.

Estuvo continuamente generando peligro por la banda izquierda. A pesar de ser su primer Mundial, no se achantó. Se asoció con sus compañeras, destacando su entendimiento sobre el campo con Olga Carmona. Probó con jugadas individuales que la mayoría terminaron en centros laterales desde línea de fondo. La segunda mitad la comenzó igual, demostrando lo desequilibrante que puede ser con confianza. Los últimos minutos jugó en banda derecha, dejando su lugar a Mariona Caldentey.

Volvió a demostrar la ambición que tiene sobre el campo, no conformándose con marcar solo un gol. También demostró los diferentes recursos que tiene como delantera killer. Estuvo a punto de marcar el primero del partido tras un remate con el tacón que salió rozando el palo. El gol en propia de Costa Rica lo provocó ella con un centro peligroso al centro del área pequeña. Marcó el tercero del partido aprovechando un balón muerto tras un remate al larguero de Jenni Hermoso. Se marchó del campo en el minuto 62 dejando su hueco a Alba Redondo.

La banda derecha en ataque llevó su nombre. Sacó a relucir las características propias de una extremo pura como ella, con continuos 'uno contra uno'. Su rapidez le permitió ser una de las jugadoras más desequilibrantes del ataque de España y demostró que puede ser una gran amenaza para las rivales cuando está con confianza y le salen las cosas. También se marchó del campo en el minuto 62, dejando la banda derecha para Salma Paralluelo.

La jugadora del Barça vio el inicio del encuentro desde el banquillo. Entró al campo cuando se marchó Athenea y ocupó la banda izquierda, su posición natural. Su gesto natural de partir hacia el centro con el balón dejaba a Olga Carmona con toda la banda libre para ella. Apenas generó ocasiones. Se asoció en una ocasión con Alexia Putellas con una pared que no terminó de rematar limpiamente y el disparo salió lento y rozando el palo. Como de costumbre, bajó hasta campo propio para ayudar a sacar el balón cuando España tenía problemas.

Todos los focos los acaparó ella, a pesar de no jugar de inicio, los ojos estaban puestos en la banda de calentamiento. Cuando saltó al campo hubo una pequeña ovación, breve pero intensa. Dejó detalles de calidad, como un 'sombrero' en el centro del campo en la salida de balón y una asociación de Mariona propia de las dos jugadoras del Barça. A pesar de no estar al 100% físicamente, demostró estar con ganas y ambición por querer aportar en el juego.

Jugó trece minutos y lo hizo como pivote. Jorge Vilda probó con ella otro perfil de jugadora para la posición de seis tras sustituir a Tere. Aun así, tuvo tiempo para hacer hasta 21 intervenciones y terminó el partido con un 80% de acierto en los pases.

La nueva jugadora del Real Madrid jugó minutos residuales. Cuando saltó al terreno de juego para sustituir a Ona Batlle apenas quedaban dos minutos por jugarse. Fue la jugadora que menos protagonismo tuvo en el terreno de juego por el momento en el que entró.