La declaración de Jenni Hermoso ante la Fiscalía: "No escuché nada y me propinó el beso"

El programa sobre crímenes y sucesos de Cuatro, Código 10, ha emitido esta misma noche, a las 22:00 horas y en horario de máxima audiencia televisiva, la declaración íntegra que Jenni Hermoso hizo ante la Fiscalía del pasado 5 de septiembre. "En ningún momento fue consentido el beso. Mancharon mi imagen; yo sentí, como jugadora y trabajadora de la Federación, que a mí nadie me protegía. A mí me estaban pidiendo que yo les protegiera, que les ayudara, pero en ningún momento sentí que nadie me estaba protegiendo a mí", explicó.

La jugadora, que acudió a declarar tras el ofrecimiento de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, ofreció una versión distinta a la declaración de Luis Rubiales: "Estaba un poco más nerviosa. En ningún momento me hubiera consentido ponerme a llorar en una esquina para que todas me dijeron 'qué pasa'. Era momento de celebrarlo. Tenía que proteger también a mis compañeras", señaló Hermoso.

"No me merezco haber vivido todo esto. Para mí ha sido muy difícil no poder salir de casa. Me he tenido que ir de Madrid para no tener esa presión que tenía de gente que sólo quería hacerme daño. ¿Por qué tengo que estar reprimida o llorando en una habitación cuando yo no he hecho nada?", lamentó.

Jenni Hermoso acudió a la Audiencia Nacional, acompañada de sus abogados del bufete de Senn, Ferrero, Asociados Sports & Entertainment para dar su versión de lo sucedido ante la teniente Fiscal, Marta Durántez. "Estábamos en la ceremonia de la final. Me pusieron la medalla, saludé a la Reina, abracé a su hija y el siguiente ya era Rubiales. Le abracé, y lo primero que le dije es: 'La que hemos liado'. Él pega un brinco sobre mí, yo me mantengo firme para sostenerlo, me dijo 'este Mundial lo hemos ganado gracias a ti', y lo siguiente fueron sus manos en mi cabeza. No vi nada más y me vi con el beso en la boca", manifestó la jugadora.

"Cuando subo, lo único que escucho es eso. No escuché nada más y me propinó el beso", insistió Hermoso, dos semanas después del episodio vivido en Sídney. "Ni me lo esperaba. Cómo me iba a esperar ese escenario tras ser campeonas del mundo. Había mucha alegría, pero ni busqué ese momento ni hice nada para que se llevara a cabo ese acto. Me vi con ese momento y al bajar a la tarima se lo comenté a mis compañeras", añadió, negando así el duro discurso de Luis Rubiales en la Asamblea de la RFEF del 25 de agosto.

Preguntada por la Fiscal sobre si había algún testigo de los hechos, Hermoso manifestó: "Se lo dije inmediatamente a Alexia Putellas e Irene Paredes". ¿Hubiera consentido ese beso?, inquirió la Marta Durántez: "Habíamos sido campeonas, un hecho histórico que nos ha costado la vida, y en ningún momento me podía esperar que pasara eso. Igual que a la Reina la abracé y a la hija, era una persona de confianza. Nadie se esperaría que fuese a usar ese momento para hacer algo así, por muy espontáneo que fuera. No tuve tiempo de reaccionar. Fueron segundos, y al instante me bajé a la tarima [donde se levanta la Copa del Mundo] con mis compañeras. Lo primero que dije a Alexia e Irene fue: "Oye, que me ha dado un beso". Pero qué dices, me respondieron. 'Sí, sí, muy fuerte".

La víctima del acoso por parte de Luis Rubiales narró el momento de la vuelta al vestuario. "Volvimos para iniciar la celebración. ¡Habíamos sido campeonas del mundo! Mi sensación, en ese momento, era: "No puedo robar protagonismo de ningún tipo al hecho histórico que acaba de suceder". Para proteger a todas mis compañeras no creía que mereciera la pena actuar de otra manera. Era meterlas a ellas en algo en lo que no tenían ninguna culpa, como yo".

"Había champán, cerveza… todo el ambiente estaba un poco enloquecido. Hice de tripas corazón y seguí disfrutando con mis compañeras. No quería arrepentirme de no haber disfrutado ese momento. Les transmití lo que había sentido a mis compañeras, pero no había visto la imagen del vídeo ni lo que se estaba hablando", subrayó.

"Cuando vemos las imágenes, es como: "¿Esto ha sido real?". Estaba en estado de shock. Yo estaba en el vestuario y de repente entró Ana Álvarez. Me dijo que me llamaba el presidente, que necesitaba que saliese. Y empezó: "Jenni, el beso, que se está hablando mucho…". Le dije: "Sé cómo ha sido y esto no ha estado bien. Sabes que te va a caer, porque lo que has hecho lo has hecho delante de todo el mundo. No me tienes que decir nada, te va a caer por lo que ha pasado". Me dijo: "Necesito decir algo en el vestuario. ¿Puedes decir si puedo pasar?". Pasó y él era consciente de todo lo que estaba pasando. Cuando entramos, él desvió un poco el tema. Nos dijo que teníamos un viaje pagado a Ibiza por haber ganado. Ya estaba un poco nervioso. Me cogía todo el rato, me tenía agarrada del hombro y empezó a decir que teníamos el viaje pagado a Ibiza. La gente empezó a gritar y a seguir celebrando", explicó.