SUIZA 1 - ESPAÑA 5

Las 24 horas que hicieron 'clic' en el vestuario de la Selección y gestaron la reacción en el Mundial

El vestuario hizo autocrítica, 'reset' y visualizó en todo momento el pase a cuartos.

Jugadoras de la Selección celebran un gol de Laia Codina en el partido de octavos ante Suiza./RFEF
Jugadoras de la Selección celebran un gol de Laia Codina en el partido de octavos ante Suiza. RFEF
Mayca Jiménez

Mayca Jiménez

Auckland.- España se vio en cuartos de final mucho antes de que la árbitra pitara el inicio del partido en el Eden Park. Se lo creyó como nunca. Tanto Jorge Vilda como sus jugadoras hicieron que lo de Japón fuera una clase magistral. El "gran aprendizaje" que dejó no sólo sirvió para proyectar los errores y corregirlos, sino que hizo un clic en el vestuario. Si querían hacer algo grande, había que cambiar la actitud. Tener "más carácter", tal y como comentaron varias jugadoras en caliente tras la derrota ante las niponas.

Aquella noche en el Sky Stadium de Wellington abrió una herida que "ni se ha olvidado, ni se va a olvidar", como señaló Jorge Vilda, pero que ha cicatrizado en tiempo récord. Ya en cuartos, el técnico ha sabido salir airoso de la presión para impulsar a su equipo a cuartos. Un éxito que llegó tras varios días en los que la Selección supo lamerse sus heridas con acierto.

Tras el partido en Wellington, el seleccionador dio libre a sus jugadoras tras el partido ante las niponas y las futbolistas pudieron desconectar para volver más enchufadas. Con ganas de partido. "Era importante volver a jugar para coger sensaciones", dijo Esther en zona mixta. El mensaje era claro: podía haber cambios y el técnico dejó claro que las 23 podían entrar en el once de este sábado, introduciendo cinco cambios en su alineación.

Las 24 horas que hicieron clic en la Selección

"Sabíamos que podía haber cambios. Algunos más o menos esperados. Es lo que decimos, que hoy se ha demostrado que estamos todas preparadas, indicó Laia Codina. Atrás queda ese capítulo negro ante Japón. Un varapalo tras el que el vestuario disfrutó de alrededor de 24 horas para disfrutar de los familiares y amigos que se desplazaron hasta Nueva Zelanda. Fue un tiempo de pura desconexión, con visitas a los monumentos más emblemáticos de Wellington, como el Monte Victoria o subir a lo más alto de la ciudad en el 'cable car', o paseos por la ciudad.

La autoexigencia personal y de grupo hizo que lo que vino después fuera una profunda tarea de autocrítica. El vestuario al completo analizó el partido y no se reconoció en el campo. "Ni antes éramos tan buenas, ni ahora tan malas", insistieron varias jugadoras, que se mostraron convencidas de poder revertir la situación. También el propio seleccionador dejó claro que lo visto en el Sky Stadium no se podía volver a repetir.

"Han sido unos días duros. De decir 'buah, qué ha pasado'. Tanto a nivel individual o colectivamente, una se pregunta cosas y cómo se puede sacar la mejor versión", contó este sábado Aitana Bonmatí, que intentó llenar su mente de momentos buenos con la Selección y con el Barça para volver a engancharse.

«Vilda nos pidió que fuéramos nosotras mismas»

Tanto la mediocentro como el resto de sus compañeras visualizaron el partido como lo que fue, un partidazo. Interiorizaron que lo había ocurrido ante Japón había sido un toque de atención. "Si había que perder un partido era ese", destacó Athenea, que habló tras el encuentro ante Suiza (5-1): "Vilda nos pidió que fuéramos nosotras mismas. Teníamos que dar la cara y lo hemos dado. No había rabia contenida".

El vestuario pasó página. "Hemos superado el duelo. Se ha notado el cambio del equipo. Hemos salido con intensidad, garra y las ideas más claras. Necesitábamos volver a jugar", admitió Esther, que aún sigue sin saber qué ocurrió ante Japón: "No sé si nos bloqueó o no sé. Hemos hecho reset y hoy sabíamos que íbamos a ganar".

A ella se sumó Aitana, que quiso sentenciar el tema tras su gran partido ante Suiza de la siguiente forma: "A veces tienen que existir estos errores para darte cuenta que no todo es tan fácil y salir con la cara que hemos salido hoy. Con la actitud y la confianza". La mediocentro, una de las favoritas a ganar el Balón de Oro, fue una de las que dio la cara tras el encuentro ante Japón. Prometió mejorar junto a sus compañeras para que la mala imagen dada no volviera a repetirse. Y, unos días más tarde, el mundo entero ha caído rendido a sus pies.