OPINIÓN

Los 45 minutos más tensos con Jorge Vilda

Nunca antes una rueda de prensa de la Selección femenina, en la que la hostilidad y el tono victimista del seleccionador predominaron, había suscitado tanto interés.

Jorge Vilda, durante una de sus intervenciones en la rueda de prensa de hoy. /GETTY IMAGES
Jorge Vilda, durante una de sus intervenciones en la rueda de prensa de hoy. GETTY IMAGES
Sandra Riquelme

Sandra Riquelme

Mi madre, a la que le gusta el fútbol lo mismo que a mí el ajedrez, anoche, antes de irse a la cama, me preguntó: "Hija, ¿a qué hora da la lista Jorge Vilda?" Su pregunta me sorprendió por inesperada. Después de un eterno día de trabajo (otro más) me esperaba otra cosa, no sé, un "¿Qué tal el día? ¿Has cenado?". El lenguaje tan técnico (si la conocieseis, me entenderíais) que utilizó me hizo fruncir el ceño. "¿Y a qué hora es la rueda de prensa?", añadió consciente del destino de su hija...

Y os preguntaréis, ¿qué tiene que ver tu madre con la comparecencia de Jorge Vilda? Nunca, y he ido a muchas ruedas de prensa de la Selección española femenina de fútbol y de fútbol femenino, había visto tantos medios (generalistas, deportivos, especializados, etc) como en la de este viernes. Ninguna, y mira que ha habido jaleos, había suscitado tanto interés entre los medios ni entre la opinión pública como esta... ¡Hasta mi madre!

Dejando a mi santa a un lado (después os volveré a hablar de ella), la rueda de prensa fue tensa desde el principio. Además de los periodistas, todos los entrenadores de las secciones masculinas de la RFEF estaban en la sala. Esto ya ha pasado más veces: en la anterior rueda de prensa de Vilda, en la que estaba presente todo su cuerpo técnico, o en la de las árbitras, con todos los colegiados y colegiadas del CTA en el salón Luís Villalonga. Su intención, en mi opinión, es dar este mensaje: "Esta es nuestra casa, todos vamos a una". Otro asunto es que logren transmitirlo... Mi sensación es que pinta a impostado, a artificial.

Vilda, algo que también se está convirtiendo en una costumbre, empezó su rueda de prensa con un speech. Últimamente, parece que todas las ruedas de prensa difíciles en la RFEF siguen el mismo patrón: apoyo masivo de los compañeros y discurso inicial del protagonista.

Vilda habla, pero no mira

En ese speech, Vilda se presentó como la gran víctima de todo este asunto: "No le deseo a nadie los días que estoy pasando". Y acusó a 'Las 15' de no ser claras y de "tirar la piedra y esconder la mano". Además de decir que su silencio estaba dando a entender a la opinión pública y a los medios que los motivos deportivos estaba relacionados con su trato hacia las jugadoras. También lanzó un reto: "Invito a que cualquier jugadora que no haya recibido un trato exquisito por mi parte, lo diga". Se debió olvidar de Damaris Egurrola...

En mi caso, y como periodista, este discurso, lejos de amedrentarme, me motivó a hacer más preguntas. Durante toda la rueda de prensa, Vilda mantuvo su tono hostil y tajante. Tampoco debe ser fácil estar 45 minutos recibiendo golpes por parte de los medios. Incluso para Jorge Vilda, que es experto en contestar otra cosa totalmente diferente a lo que demanda la pregunta. No recuerdo muchas preguntas favorables de los medios hacia a él. Algunas de sus respuestas, como la que dio sobre las palabras de Marta Torrejón, levantaron más de una mirada de sorpresa entre los periodistas (me incluyo). "A veces, cuando ya nos das el nivel, hay que saber echarse a un lado", dijo sobre una de las futbolistas más importantes de la historia de España.

Otro detalle de la rueda de prensa, y traigo de nuevo de vuelta a mi madre, fue la mirada de Jorge Vilda. Cristina, ahora que hay confianza, siempre me dice que mire a los ojos a las personas con las que estoy hablando. Pues bien, desde que todo esto empezó, recuerdo pocas veces en las que Jorge Vilda me haya mirado a los ojos durante una pregunta. Esta vez, fue una más. Después de la rueda de prensa me alegró saber que era un sensación compartida con más compañeros. Cristina dice que lo contrario denota inseguridad y desconfianza y yo siempre le hago caso a mi madre.

Para acabar, que tampoco es cuestión de que esto sea más largo que la propia rueda de prensa, os confieso un secreto: llevo varios días sin dormir bien. No sé si serían los nervios o la incertidumbre por saber cuál será el antepenúltimo lío del fútbol femenino. Sin embargo, algo me dice que hoy, por fin, voy a dormir. Es lo que tiene tener la conciencia tranquila. No sé qué tal dormirán otros hoy...