Rubiales claudica ante el Gobierno y escenifica con la boca pequeña sus disculpas por su beso y los insultos
La RFEF difundió un vídeo con el presidente pidiendo perdón tras el tirón de orejas de Iceta: "Seguramente me haya equivocado".

Luis Rubiales ha hablado este mediodía, aprovechando la breve escala en Doha para repostar en el viaje de regreso de la Selección española femenina tras ganar el Mundial en Australia y Nueva Zelanda. No lo ha hecho para citar a la afición en la fiesta que espera a las jugadoras en Madrid, como era normal, sino para (intentar) salir al paso de una crisis que está dando la vuelta al mundo. El presidente de la Federación ha escenificado con la boca pequeña -y en un tono muy suave y serio- sus disculpas ("seguramente me haya equivocado...") después de los gestos realizados en la celebración en Sídney y de sus declaraciones posteriores en las radios.
El consiguiente tirón de orejas del Gobierno este lunes por la mañana ante la continua metedura de pata de Rubiales ha sido decisivo para que el dirigente se viera obligado a reaccionar cuanto antes. Sus formas, el gesto y el hilo de voz recordaron a aquel capítulo de la historia que empujó a la abdicación al Rey emérito Juan Carlos I tras pedir perdón por el Caso Botswana. Rubiales tuvo que retractarse, ya que después del partido ante Inglaterra -y tras conocer la polémica que se estaba fraguando alrededor de su pico sin consentimiento de Jenni- insistió en la Cope en que no hacía caso a "las gilipolleces" ni a los "tontos". Vamos, que no había cometido ningún error.
Pese a este paso al frente de Rubiales tan reclamado, no ha aprovechado su comparecencia para hacer referencia a los excesos y sobreactuación con las demás jugadoras en la protocolaria ceremonia de clausura ni sobre el vídeo que también se ha hecho viral y que le deja en mal lugar en el palco mientras celebra el título cosechado nada más pitar el final la colegiada. El presidente de la RFEF aparece en esa escena difundida por diversos medios extranjeros dando saltos, celebrando como si él mismo hubiera marcado un gol y echándose su mano mano derecha a los genitales. La presencia de la Reina Letizia, de la infanta Sofía y otros dirigentes como Infantino que representan a lo más granado del fútbol mundial no le amilanó. Esa acalorada actuación a ojos de todo el mundo intentaba -se supone- ser un gesto cómplice con alguien que estaba en el césped y que estaba compartiendo desde ahí su la alegría con él.
Rubiales ha pronunciado unas declaraciones de dos minutos y un segundo de duración -grabadas, editadas (con hasta tres cortes) y distribuidas por el departamento de prensa de la RFEF- con las que ha intentado transmitir que su beso con Jenni Hermoso y los insultos a aquellos que criticaron su actitud no deben empañar la fiesta de celebración de las campeonas. El ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, dijo por la mañana que "era inaceptable" su actitud y que debía dar explicaciones, por lo que Rubiales no hizo más que ser diligente y claudicar para evitar males mayores. Es lo primero que hizo en el receso del vuelo Sídney-Madrid que traerá de vuelta a España hoy mismo a la expedición nacional. En la rúa y fiesta veremos si ha sido perdonado.
Las declaraciones de Rubiales (vía RFEF) fueron éstas textualmente:
"Bueno, estamos ante un hecho histórico, uno de los días más felices del fútbol español, campeonas del mundo. Una barbaridad. Para esto llevamos trabajando mucho tiempo en la Real Federación Española de Fútbol y nos sentimos orgullosos. Pero también hay un hecho que tengo que lamentar y es pues todo lo que ha ocurrido entre una jugadora y yo, con una magnífica relación entre ambos, al igual que con otras, y donde seguramente me he equivocado. Lo tengo que reconocer porque en un momento de máxima efusividad, sin ninguna mala intención, sin ninguna mala fe. Pues bueno, ocurrió lo que ocurrió yo creo que de manera muy espontánea".
"A partir de aquí, aquí no se entendía porque lo veíamos algo natural, normal. Con ninguna mala fe. Fuera parece que se ha formado un revuelo que, desde luego, que sí hay gente que se ha sentido dañada por esto tengo que disculparme, no queda otra y, además, aprender de esto y entender que cuando uno es presidente de una institución tan importante como la Federación tiene que, en ceremonias y en este tipo de cuestiones, tener más cuidado".
"Hay también unas declaraciones por mi parte donde, dentro de este contexto, al decir que esto me parece una idiotez, es por eso, porque aquí dentro nadie le daba la más mínima importancia pero fuera sí que se lo han dado"."Sí que estoy apenado porque ante el mayor éxito de nuestra historia en el fútbol femenino y uno de los mayores en general, es la segunda copa que conseguimos, esto haya empañado en cierto modo la celebración". "Hay que darle el mérito a estas mujeres, al equipo liderado por Jorge Vilda y esto se tiene que celebrar por todo lo alto".