El cóctel perfecto para vivir un día histórico en el fútbol femenino
La Selección está a 90 minutos de su primera final. Suecia, rival de altura para lograr lo que nunca pudo.
![Las jugadoras de la Selección saltan al campo de entrenamiento junto a la preparadora física, Blanca Romero, en el Mundial. /RFEF](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202308/14/media/cortadas/jugadoras-entrenamiento-seleccion-futbol-femenino-mundial-R2XO7tvSLqXUva2JUzXg5sN-1200x648@Relevo.jpg)
Auckland.- Algo se cocina a fuego lento. Algo que huele a éxito. La Selección se prepara para su prueba más exigente. Un partido para mirar hacia arriba. Para alcanzar niveles casi inexplorados. Sólo ellas y la España de Vicente del Bosque que ganó el primer Mundial de nuestra historia llegaron a unas semifinales. Nadie ha dado más en esta cita con la camiseta de España, que puede saldar una triple deuda pendiente: primera victoria ante Suecia, triunfo ante una selección de mayor ranking y pase a la final.
Estos serán los tres ingredientes perfectos de un plato que se podrá terminar de cocinar el próximo 20 de agosto en Sídney. Una receta en la que sólo cabe ganar ante Suecia este martes. El equipo escandinavo buscará reducir el sabor del plato final para relegarlo a la pelea por el tercer puesto el 19 de agosto en Brisbane. El cuadro sueco sabe bien lo que pesa ese bronce, que llevan colgado al cuello desde 2019 y que podrán revalidar en esta edición.
Las de Vilda tienen otra prueba de fuego para seguir superándose a sí mismas en la carrera por ser una gran potencia mundial. Suecia, tercera en el ranking FIFA, es una de las selecciones a las que nunca han ganado. Once veces se han enfrentado, con siete derrotas y cuatro empates. La decimosegunda puede llegar como golpe sobre la mesa de España (6ª en la clasificación mundial), que llega con todo tras un pequeño susto con Aitana Bonmatí y Laia Codina. Ambas entrenaron al margen el domingo, pero se incorporaron este lunes al grupo.
Todo ello en el contexto de un Mundial para la Selección en el que ha derribado todos los prejuicios. En el que ha dejado a un lado sus diferencias para soñar en grande con el balón. El conflicto de 'Las 15', la lesión de Alexia... España quiere olvidarse durante estos 90 minutos de todos los fantasmas que le persiguen. Está a un paso de meterse en su primera final.
Lo que venga después de ella produce vértigo. Con el país cuadrando sus horarios durante las vacaciones de verano para plantarse con el desayuno ante el televisor, España está ante una oportunidad única. Son muchos los que le esperan, con el futuro pendiente. Demasiados ojos que miran en una misma dirección. Sin diferencias. Y con ese aura especial de quien quiere estar el próximo 20 de agosto en la final del Mundial en Sídney.