Un barco danés naufraga en Túnez

Túnez sorprendió con una intensidad inesperada en Doha ante una Dinamarca descafeinada que, salvo algunos pequeños tramos del partido, dejó el balón y la iniciativa en las botas africanas.

El ritmo que impuso al partido la Selección tunecina no le favoreció a Dinamarca, que prefería una velocidad menos y un juego más vertical. Y por si fuera poco, uno de sus jugadores franquicia, Delaney, se marchó lesionado al borde del descanso.

La segunda parte fue una copia de la primera. Túnez fue muy superior a Dinamarca, que acabó reaccionando al final, con alguna ocasión real de peligro. Cornelius tuvo una clara tras un córner pero incomprensiblemente falló ante la meta de Dahmen.

Los daneses, que llevan años trabajando sobre una misma idea y venían de completar una fase de clasificación casi perfecta, se encontraron a una Túnez brillante y valiente, que lo dió todo por llevarse los tres puntos: presionó arriba, defendió hacia delante y trató de llevar el gobierno del encuentro. Los de Hjulmand sufrieron y no encontraron a Eriksen, salvo en los minutos finales.

Uno de los hombres del partido fue Aissa Laidouni. El centrocampista tunecino estuvo en todas las partes del campo. Saltó al terreno de juego con una energía extraordinaria, tanto que a los 40 segundos de partido ya se dirigió a su afición golpeándose el pecho tras robarle un balón a Eriksen.

En la primera parte, además, tuvo la oportunidad de adelantar a su equipo pero chutó con tanta fuerza, que el balón se fue por encima de la portería de Schmeichel. Junto con Jebali fue de los mejores futbolistas de un equipo que fue valiente y muy superior a Dinamarca. Su presión asfixió al conjunto danés.

Eriksen es una de las piezas angulares de esta selección danesa. Su líder. Había ganas de verle en este Mundial después de que se desplomara en la anterior Eurocopa. Su vuelta la ha celebrado todo el mundo del fútbol. Sin embargo, hoy el equipo no ha sabido encontrarle y, salvo en los últimos minutos del partido, el jugador ha estado desaparecido en el debut de su selección en Catar.

Tendrá que recuperar su mejor versión para los dos partidos que le quedan ante Francia y Australia después de este empate ante Túnez, un estreno con el que no contaba el jugador del Manchester United.

¿¡Qué hiciste, Cornelius!? En el minuto 69, tras un córner a favor para Dinamarca, remató Kristensen el balón muy picadito y Cornelius, sólo ante la portería, en el segundo palo, decidió rematar de cabeza en lugar de meter el pie. Incomprensible decisión que impidió el primero del conjunto danés ante un fallo clamoroso del sustituto de Dolberg.

Ante las pocas ocasiones del conjunto de Hjulmand, un fallo de este calibre condenó al equipo que, aunque no mereció adelantarse en el marcador, le hubiera dado 20 minutos de mucha tranquilidad.

La afición de Túnez. Inundó el estadio de la Ciudad de la Educación en Doha. Fue una abrumadora mayoría sobre los seguidores daneses y el impulso ideal para un equipo que decidió salir con todas las revoluciones. Eso impidió que Dinamarca pudiera desplegar su juego y perdiera prácticamente todos los duelos con los futbolistas africanos.

Todos los planos de la televisión tenían de fondo camisetas y banderas de Túnez que, seguramente por la proximidad con Catar, han decidido animar como nunca a su Selección, que disputaba, tan sólo, su sexta cita mundialista.

En el minuto 93 el VAR llamó al colegiado de campo a mirar el monitor ante una posible mano de Meriah Yassine dentro del área. El run rún comenzó a correr por la grada mientras el mexicano Arturo Ramos, visualizaba la jugada completa para tomar una decisión que marcaría el resultado final del partido, hasta entonces empatado a cero.

Sin embargo, se fijó en que antes de que el balón golpeara en la mano del jugador tunecino, Mathias Jensen empujó a un defensor rival, por lo que la falta previa invalidaba la jugada posterior. Tomo la decisión adecuada, lo que hubo fue falta en ataque de Dinamarca y el marcador finalmente terminó en tablas sin goles.