El central derecho es un comodín

Luis Enrique tiene algunas (pocas) posiciones dentro de su once muy definidas y otras muchas en las que va alternando en función del rival y los momentos de forma de sus futbolistas. Sólo Unai Simón, Laporte, Busquets y Pedri, si están al 100% y sin necesidad de descansar, tienen ese cartel de titulares indiscutibles. A partir de ahí, cada once es una incógnita.

Dentro de esas dudas hay una posición en la que el abanico de opciones es muy amplio: el central derecho. A priori eran Eric, Guillamón y Pau quienes peleaban por esa plaza en el once, pero Luis Enrique ha unido a Rodrigo a la pelea (fue el titular ante Costa Rica). Tanto le ha gustado al seleccionador el del City en ese puesto que ahora que Guillamón ya está recuperado y se ejercita con normalidad, es Rodrigo quien sigue ocupando esa demarcación con frecuencia en los entrenamientos. El del Valencia, igual que en su club, está actuando bastante como mediocentro.

El código de Luis Enrique es indescifrable: no ha repetido alineación en ninguno de los 45 partidos que ha dirigido como seleccionador. Un rompecabezas por resolver para el que poco ayuda esta cantidad de opciones en el lado diestro de la defensa, porque lo normal es que todos tengan sus opciones.

Pau Torres, que es zurdo, es quien va a la cola en ese lado, pero los otros tres perfectamente pueden ser titulares en algún momento del campeonato. Eric García cuenta con la plena confianza de Luis Enrique, por lo que llegará su momento a lo largo del torneo, mientras que Guillamón encandiló al técnico asturiano durante el parón de septiembre, donde llegó a ser titular en el decisivo encuentro de la Nations League ante Portugal. Incluso tenía bastantes opciones de comenzar de inicio en Catar de no ser por esos problemas de rodilla que le frenaron durante la primera semana.

Lo de Rodrigo en el centro de la zaga nació como un experimento improvisado que cada vez se consolida más. En el partido de la Nations League ante Portugal, en septiembre, Luis Enrique se encontró en una situación donde el partido pedía a Busquets (Rodrigo había sido titular como pivote). España necesitaba atacar y Guillamón tenía una tarjeta amarilla. Consciente de que los portugueses iban a encerrarse en su campo porque les servía el empate, el técnico asturiano movió a Rodrigo a la defensa y fue Hugo quien dejó su puesto a Busquets. La cosa funcionó, Luis Enrique insistió en ello durante los entrenamientos previos al Mundial y cada vez está más convencido con esa opción…