Dembélé se sincera: "En 2018 lo hice muy mal, no tenía buenos hábitos"
El extremo francés fue titular en el debut ante Australia. Catar puede servirle de redención: "Ahora soy más ambicioso y responsable".
![Dembélé, durante el partido ante Australia. /GETTY](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202211/23/media/cortadas/dembeleseleccionfrancesa-Rw3gTirvmJ2kQlAp2D1B4OK-1200x648@Relevo.jpg)
El Mundial de Rusia terminó de la mejor manera posible para Francia... pero dejó un regusto ligeramente amargo en Ousmane Dembélé. En aquella edición, el extremo del Barça fue titular en el debut ante Australia (el mismo rival contra el que los de Deschamps abrieron la cita de Catar), pero su participación en el equipo menguó con el avance del torneo. Ante Perú, en el segundo partido de la fase de grupos, el seleccionador le mandó al banquillo y disputó solo 15 minutos. Su participación en las eliminatorias fue residual: solo 2' en un partido decidido de cuartos ante Uruguay.
"En 2018 salía de un año muy complicado en Barcelona, con muchas lesiones y muchas cosas que se decían. Ahora tengo 25 años, he ganado en madurez y marco este Mundial como una de mis prioridades para crecer". El discurso de Dembélé ante los medios en la tarde de este miércoles evidencia que algo ha cambiado en el galo. En su fútbol, en su actitud y en sus hábitos. "Por aquel entonces no tenía buenas costumbres, pero tampoco era como se decía, no estaba todo el tiempo de fiesta. Ahora soy una persona más responsable", aclara.
"En 2018 no tenía buenas costumbres, pero no estaba todo el tiempo de fiesta"
Jugador de la selección francesaLa lesión de Benzema le ha abierto las puertas del once. Frente a los Socceroos, Deschamps colocó a Griezmann en el enganche y entregó a Mbappé y Dembélé el control de los costados. Los franceses volcaron sus ataques sobre la izquierda (Theo y Kylian son bazas demasiado poderosas como para no hacerlo), pero el culé se mostró cómodo en la asociación y asistió a Mbappé en el 3-1. No parece que su papel vaya a ser el mismo que hace cuatro años.
"En aquel Mundial lo hice muy mal y eso me costó el puesto. Ahora vengo con más ambición: la de demostrar que puedo ser titular en el equipo de forma duradera. Soy ambicioso, quiero empezar los partidos, ser protagonista, marcar y hacer marcar", asevera el atacante. "Me gusta el buen ambiente y que las cosas vayan bien en el grupo. Soy amigo de todos. Tengo un buen recuerdo de 2018. Entonces ganó el grupo, no las individualidades. Fuimos un equipo unido, que bromeaba y se divertía junto, que afrontaba unido los momentos difíciles. Ahora tiene que ser igual".
![Dembélé celebra un gol con Rabiot. GETTY](http://s3.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202211/23/media/cortadas/dembo_20221123174951-U60781707655GHC-624x385@Relevo.jpg?cw=780&ch=481)
Un rol distinto
Su papel con Francia es diferente al que le otorga Xavi. El juego de posición del egarense le obliga a ser un extremo 'pinchado', a actuar siempre pegado a la línea de cal y que el equipo viva de su capacidad para generar en el uno para uno; con Les Bleus, Deschamps le da libertad para moverse por todo el frente ofensivo y pisar zonas interiores. La presencia de un lateral más bien defensivo como Pavard protege su espalda y le permite mirar hacia adelante.
Este sábado, los galos se miden a la Dinamarca de Eriksen en el partido, a priori, más complicado de los que le restan en la primera fase. Una victoria certificaría el pase a octavos, en los que se cruzarán con el grupo de Argentina. El camino no será sencillo, pero la vigente campeona posee talento de sobra como para fantasear con añadir a su camiseta una tercera estrella. Esta vez Dembélé quiere ser protagonista y no pasar de puntillas.