MUNDIAL 2030

España se olvida de tener 13 sedes en el Mundial: serán 11 y la RFEF decidirá cuál liquidaría si deciden 'colar' a Valencia

Recta final de la preparación del 'Bid Book' para FIFA, que se entrega el 31 de julio: "Las sedes ya no están en la discusión".

El Nuevo Mestalla, en una fotografía de 2022. /Iván Arlandis
El Nuevo Mestalla, en una fotografía de 2022. Iván Arlandis
Sergio Fernández

Sergio Fernández

Es un tema que ha quedado enterrado entre éxitos deportivos y celebraciones de la Eurocopa por un lado, y con la inhabilitación de Pedro Rocha y sus planes para regatearla, por otro. Habíamos dejado el asunto de las sedes para el Mundial de 2030 con el profundo cabreo que tenían tanto Portugal como Marruecos con España, por haber ido a la última reunión decisiva e intentar "colar" dos sedes más de las 11 que habían aceptado inicialmente: Valencia y Vigo. La RFEF había aceptado once y no parecía tener intención de generar esta discusión, pero junto a los miembros del Gobierno que les acompañaban, lo hizo. Marruecos se negó de forma tajante y a Portugal tampoco le hizo mucha gracia ("España jugó sucio") pero la conversación quedó abierta.

Aquello sentó fatal, pero se dejó correr después de una interminable reunión en Agadir de casi 11 horas plagada de malas caras. El Ayuntamiento de Valencia aprovechó la ocasión para mover ficha poco después y allanó el terreno para que sus opciones fuera mucho más reales: concedió al conjunto che la licencia de obras para terminar el Nuevo Mestalla. Tienen que solucionar todavía muchas cosas, pero fue un movimiento que convirtió en realidad lo que hasta ahí era una opción casi descartada. Ahora el club tiene un plazo de seis meses para retomar las obras. Faltan más cosas, pero la inercia ya está ahí.

A pesar de la tensión existente después de la última reunión, el hecho de que el foco se haya alejado de ellos en las últimas semanas ha normalizado las relaciones y han podido seguir avanzando en la composición del Bid Book, (el extenso cuaderno de ruta que marcará todos los trabajos de preparación del Mundial 2030). No son tareas fáciles: son miles de datos y de características que hay que detallar, en coordinación total entre las tres sedes (Marruecos, España y Portugal).

El día 31 de julio tienen que presentarlo y será FIFA quién haga público, pocos días después, cómo ha quedado la cosa en cuanto a sedes oficiales para el Mundial (si es que no se filtra antes). Desde ese momento el control de absolutamente todo queda en manos de FIFA.

Ahora mismo tienen reuniones telemáticas prácticamente todos los días y el trabajo fluye... entre otras cosas porque el asunto de las sedes no ha vuelto a aflorar. Todos dan por cerrado que España tendrá las 11 sedes que tenían asignadas desde el primer momento, con 3 para Portugal y 6 para Marruecos.

Lo que ni mucho menos está claro es cuáles son esas 11 sedes. Para que Valencia entre, si es que entra, otra se tienen que caer. El once inicial antes de que irrumpieran estas dos últimas era el siguiente: dos estadios en Madrid, dos en Barcelona, dos en el País Vasco, dos en Andalucía, uno en Zaragoza, Gran Canaria y A Coruña. La pelea está, ahora mismo, en saber si alguno de ellos pierde su posición de privilegio "por culpa" de las presiones políticas para meter a Vigo (que ya está descartada), o del esprínt final para que Valencia llegue a tiempo.

La postura del alcalde de Vigo, Abel Caballero, estaba siendo insistente a la hora de ejercer presión para disputar una plaza que, a priori, no estaba en las quinielas de nadie. El Consejo Superior de Deportes, sensible a esa presión, intentó forzar las cosas sin éxito en la reunión de Agadir. Y no funcionó. La posibilidad de que España logre más de 11 sedes es prácticamente nula. Ni en el equipo español, ni en el portugués, ni en el marroquí ven opciones de que FIFA acepte aumentar las sedes totales a 21.

Por lo tanto, no todas caben. Y la patata caliente no se la van a poder pasar a FIFA, más allá del discurso oficial que ofrezcan después. La RFEF tendrá que tomar una decisión a la hora de elegirlas: seguir con el plan establecido que dejaba fuera a Valencia (Vigo ya está fuera) y ahora falta ver hasta dónde llega o creerse el proyecto de Valencia.