Hazard vuelve al Madrid 'tocado' y con su futuro en Bélgica en el aire

Esta no era una temporada más para Eden Hazard. Se presentó en verano en Valdebebas aún con los ecos de su promesa a la afición del Real Madrid en Cibeles, después de ganar la Decimocuarta ("Llegué hace tres años, pero pasó la lesión, muchas cosas... ¡El próximo año voy a dar todo por vosotros!") y con el desafío de reencontrarse a sí mismo para presentarse en el Mundial en perfecto estado de revista. Pero ni ha podido cumplir su juramento con los blancos y de Catar ha salido de forma abrupta, en la fase de grupos, 'tocado' y con su futuro en la selección en el aire.

El Mundial del atacante belga ha sido tan decepcionante como el de su selección, que se derrumbó estrepitósamente. Agrietado por los conflictos internos y el declive físico y futbolístico de los pesos pesados (excepto Courtois), el equipo belga cayó eliminado en una 'final' dramática contra Croacia en la que Roberto Martínez decidió dejar en el banquillo a Hazard. Un movimiento que sonó a sentencia y afectó al madridista. Hasta ese día D, el seleccionador fue un hombre de fe con el jugador del Real Madrid. Le sostuvo contra viento y marea en la cubierta del barco en los peores momentos y cuando Bélgica clamaba por mandarle a galeras. Le dio la titularidad en los dos primeros partidos del Mundial (Canadá y Marruecos), 60 minutos en ambos encuentros, y fue intrascendente. Ante Croacia entró al campo en el minuto 87', como quinta sustitución...

"Psicológicamente ha sido un golpe para él, estoy seguro, pero Eden es un gran jugador y puede dar mucho aún al fútbol", le defendió Courtois, quien mejor le conoce en los dos vestuarios. El portero era consciente de lo que estaba pasando su compañero en el Real Madrid y en la selección. Era la primera vez que, desde que se instaló en la zona noble del fútbol, Roberto Martínez prescindió de él sin que algún problema físico interviniera. La suplencia fue un duro golpe para Hazard y la eliminación le terminó de hundir porque tenía muchas esperanzas en este Mundial.

Ahora, al jugador le envuelve la incertidumbre. La misma que a la selección, con un seleccionador que ya ha comunicado que no sigue y con una generación dorada totalmente fundida. Hazard, de 31 años, no va a tomar ninguna decisión sobre su futuro en la selección ahora, en caliente y sin conocer los próximos pasos de la federación belga tras la salida de Roberto Martínez.

Hazard regresa ahora a Madrid peor de lo que se fue porque a las incógnitas sobre su futuro en Bélgica se une el gris futuro que le espera a las órdenes de Ancelotti. El belga no cuenta para el italiano: es el quinto futbolista que menos ha utilizado (229 minutos). Tiene contrato hasta 2024 y Eden se ha encargado de deslizar que quiere cumplir su contrato: "No me quiero ir, pero quizás tampoco es una decisión mía". Sin embargo, el Madrid no está muy por la labor. Si llegara una oferta, no ya buena, sino una oferta, la tendría muy en cuenta. El Mundial se presentaba como un escaparate perfecto para que Hazard recuperara el tono y pudiera mostrarse. Pero el resultado ha sido desilusionante. La ventana del Mundial no ha servido tampoco para 'vender' a Hazard. Dentro de dos semanas volverá a Valdebebas y lo hará más tocado que nunca.