LA MIRADA

Minutos de más

En el Inglaterra-Irán del Mundial se añadieron hasta 14 minutos. /GETTY
En el Inglaterra-Irán del Mundial se añadieron hasta 14 minutos. GETTY

Desde pequeña soy muy consciente del tiempo y su importancia. La muerte te enseña a vivir. Por suerte, tengo una familia muy grande, con muchos tíos y primos que abrazar en cada encuentro. Por desgracia, hemos vivido golpes de todos los colores. Hemos visto a demasiada gente joven irse prematuramente como para saber que la vida es hoy y que hay que exprimirla y apurarla, porque vaya si se termina.

Estos días que llevamos de Mundial me han hecho pensar en ello, al reflexionar sobre por qué me molestan tanto los tiempos añadidos que estamos viviendo en los partidos. Podría parecer una incongruencia. "¿No quieres tiempo? Ahí tienes". Pero no, me ocurre lo contrario. Pienso: "Aprovecha el tiempo que tienes, no esperes a tener minutos de más". En la vida, para visitar ese museo pendiente, caminar sin pretensiones o dar las gracias. Por algo, por lo que sea, por todo. En el fútbol, para testar tu juego ante el rival, al que se supone que debes doblegar en un tiempo reglamentario que estamos infravalorando.

¿En qué momento las prolongaciones se han convertido en prórrogas? Hoy, tal y como están discurriendo los partidos en Catar, el histórico 116' en el que Iniesta convirtió en imborrable aquella tarde en Sudáfrica habría sido, a tiempo corrido, ¿el 131? ¿135? Ver 116 minutos de fútbol ha dejado de ser excepcional. Ya pasamos de tres a cinco cambios por encuentro (en esta cita mundialista habrá un sexto en caso de prórroga… real) y, ahora, a ver cómo los partidos se eternizan sin un porqué evidente. La teoría de la medida oficial, anunciada por Pierluigi Collina y aplaudida por Luis Enrique, por cierto, dice que es para que se juegue el mayor número de tiempo efectivo posible.

Pero, ¿va a cambiar la forma de jugar de las selecciones? ¿Va a servir para algo realmente efectivo? ¿Ha llegado también para quedarse? Confieso que me entristece ver el cartelón y resoplar. Que por qué tanto. Que qué lejos queda la emoción del minuto 90. Si la tecnología ha cambiado el fútbol, esta nueva idea no lo está haciendo menos. Aunque si hay algo a lo que realmente te enseñan la vida y la muerte es a asumir todo lo que venga y adaptarte. Y esto, no será una excepción.