El parapenaltis que quería trabajar en una cafetería
Andrew Redmayne, cuando nadie le esperaba, clasificó a Australia para el Mundial.

El reloj marca el minuto 120 y todo apunta a que Australia y Perú se jugarán el pase al Mundial desde el punto de penalti. Antes de que el árbitro pite el final, los australianos hacen un cambio. Se va el portero y capitán Ryan y entra Andrew Redwayne. Hace unos años, Redwayne estaba harto del fútbol. Quería retirarse y trabajar en la cafetería de un amigo.
El guionista del fútbol le tenía guardada un ironía del camino. Como los Países Bajos hicieron con Krul, Redwayne saltó al campo para convertirse en héroe. Atajó el penal decisivo contra Perú y mandó a su país a Catar. El plan de vida de Redwayne pasaba por ser profesor de Primaria. Simplemente, pensaba que no era lo suficientemente bueno como para dedicar su vida a ello. Al cabo de un tiempo, cuando ya era profesional, se sacó el curso de barista. Fue su segundo intento en desviarse del balón, pero un hilo invisible le mantuvo conectado al fútbol.
Ni profesor ni barista
Cada vez hay más porteros que se llevan chuletas al lado del palo, como si de amuletos se tratara, en el que apuntan a qué dirección acostumbran a disparar los lanzadores. Los ejecutores, al mismo tiempo, estudian las tendencias de los guardametas. "Perú se preparó durante la semana pensando que Ryan estaría en la portería. Probablemente no me estudiaron", explicó Redwayne al acabar el partido.
Ryan, con pasado en Valencia, Arsenal o Real Sociedad, desconocía el plan de Graham Arnold. "Fue fantástico. Ryan entendió por qué lo hacíamos, se lo tomó muy bien", reveló el héroe australiano.
Hizo aspavientos con los brazos, se movió por la línea como un funambulista por la cuerda floja. Hasta detener el penal definitivo. "Lo preparamos unas semanas antes, es algo totalmente psicológico", remarcó el portero. Hasta entonces, Redwayne tan solo había disputado un partido oficial con la selección australiana. Fue ante el Nepal.
Redwayne es otro de los jugadores que ha viajado por los inescrutables caminos que le regala el fútbol a uno. Podría estar en una escuela o sirviendo cafés. En lugar de eso, mandó a Australia al Mundial y ahora se agarra a las últimas opciones de los Socceroos para seguir vivos en el torneo. Ryan es titular indiscutible. Pero nunca se sabe cuándo Redwayne podría saltar al campo para salvar a su equipo.