Una patada de kárate le cuesta a Hennessey la primera expulsión del Mundial
El guardameta galés arrolló a Taremi a 30 metros de la portería. Su selección se quedó con diez y terminó perdiendo.
Este viernes no ha sido el día de Gales. La selección liderada por Gareth Bale cayó ante Irán (1-0) y se complicó enormemente el pase a octavos de final a falta de su último duelo ante Inglaterra. La derrota comenzó a cocerse con la expulsión de su portero Wayne Hennessey, que recibió la primera tarjeta roja del Mundial por una entrada durísima sobre Taremi.
Después de una acción ofensiva de los galeses, el combinado persa lanzó un rápido contragolpe y encontró a su delantero al espacio. Hennessey abandonó la portería y, en su intento de despejar el balón, no midió bien los tiempos e impactó con su rodilla con el rostro del delantero del Oporto. El colegiado le mostró amarilla en primera instancia. Ante la airada protesta de los iraníes y la llamada del VAR, observó la jugada en el monitor y cambió su decisión: era roja.
Danny Ward, guardameta del Leicester, ocupó el lugar de Hennessey. Gales no renunció al ataque (necesitaba el triunfo para llegar con más opciones a la última fecha), pero la inferioridad numérica fue una losa demasiado pesada de sostener. En el 98, una genialidad de Cheshmi tumbó a los 'Dragones' y dejó a Bale y a sus compañeros "destrozados", como reconoció tras el partido el exjugador del Real Madrid en declaraciones a la BBC.
"Evidentemente, la expulsión cambió el encuentro por completo", prosiguió el delantero. Su selección se la jugará ante los ingleses (dependerá siempre de terceros) sin Hennessey, que se estrena en una Copa del Mundo a sus 35 años. Si Gales no obra el milagro, su despedida del torneo será la más amarga posible.