Una promesa grabada en la piel
![Lucas Villarroel después de que Argentina fuera campeona del Mundo /Diego Campoy](http://s3.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202212/18/media/cortadas/lucas-villarroel-min_20221218211738-Rz2dAV9X3OJVjsXPweAxh2L-1200x648@Relevo.jpeg?w=569&h=320)
Los fuegos artificiales iluminan la noche de Doha. Y las lágrimas caen. Por primera vez en mucho tiempo son de alegría. Los aficionados argentinos lloran la victoria de los suyos. Les cuesta salir del estadio. Fuera, entre corros de hinchas que se abrazan asimilando lo vivido, se encuentra un chico moreno de pelo rizado. No lleva camiseta. Está exhausto. Su nombre es Lucas Villarroel.
Hace 36 días, Lucas contó su historia a Relevo. Salió desde La Patagonia con 1.000€ en el bolsillo y una promesa: conseguir la firma de Julián Álvarez. No era para él. Un amigo que iba a acompañarle en este viaje adora al delantero del Manchester City. Lucas vino solo porque su compañero fue sometido a una operación en la cabeza. Le juró que le llevaría el sello del nueve para que se recuperara.
Antes del primer partido de la Copa del Mundo, Lucas pasó días durmiendo en la playa. No tenía dónde alojarse ni entradas para los partidos. Pero creía en su deseo. Hoy, vuelve a atender los micrófonos de Relevo después de que su selección haya levantado la copa. "No tenía nada. Nos cambiaron de donde estaba quedándome. Hice una colecta en Argentina. Entre la gente que me conocía. Mi pueblo, mi ciudad. Pedía un dólar por cabeza para que me ayudasen a entrar. Junté algo y pude coronar esto. No puedo ni hablar ya", comenta Lucas emocionado.
Mantiene el mismo look que hace cinco semanas. Pero presenta un detalle diferente. Lleva tatuado a Spiderman en su pierna junto a un autógrafo. "Yo prometí está firma. La cumplí". comenta Lucas. Ha conseguido su objetivo. Julián Álvarez le mandó un vídeo y ha grabado el detalle en su piel para no olvidar esta aventura.
Pero a Lucas todavía le quedaba algo: "Después de lograrlo, todo el mundo me pedía que lleve la Copa". Miles de Argentinos han llegado a Catar sufriendo para hacerse cargo de todos los gastos. Lucas es uno de ellos. Pero la fe puede con todo. Hoy, a 14.000 kilómetros del lugar en el que Leo Messi ha levantado la Copa del Mundo, un hombre se recupera de una operación en la cabeza soñando con recibir la firma conseguida por su amigo.